Desmantelan un ´poblado´ con una docena de chabolas en un bosque de Santa Eulària |
(Diario de Ibiza, 3/05/2016)
El Ayuntamiento de Santa Eulària y la Guardia Civil irrumpieron a principios de abril en este lugar, donde se sospecha que el dueño alquilaba las chabolas y tenía organizado una especie de camping
j. m. a. | ibiza El Ayuntamiento de Santa Eulària, con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, ha desmantelado un asentamiento ilegal en una zona boscosa de sa Font des Saig, cerca de la carretera de Morna, con capacidad para una veintena de personas. Cuando los agentes desmantelaron el lugar, hace unas tres semanas, aproximadamente, había varias personas alojadas en estas doce chabolas. Según el Ayuntamiento, el lugar representaba un grave riesgo para el medio ambiente, puesto que había una gran acumulación de residuos y elementos potencialmente peligrosos. Las infraviviendas no contaban con los servicios adecuados para la correcta gestión de sus residuos y había numerosos factores que representaban un gran riesgo de incendio forestal. De hecho, el asentamiento está en una zona frondosa y de difícil acceso calificada como ANEI, informó el Ayuntamiento.
Todo hace pensar que el dueño del lugar, un hombre de nacionalidad francesa, alquilaba estas infraviviendas. Esta persona tiene un plazo de quince días para presentar alegaciones contra la actuación municipal y de la Guardia Civil. El asentamiento tenía una capacidad para una veintena de personas, contaba con una especie de cantina, baños comunales y, durante la intervención policial, se descubrió una plantación de marihuana con una quincena de ejemplares. Al parecer, por el momento nadie ha sido detenido. También se descubrió que esta 'comunidad' contaba con un pequeño local en el que, al parecer, se servían comidas y bebidas y se usaba como cantina para los residentes.
Todo el conjunto se levantó en una propiedad con una vivienda de obra que presentaba algunas modificaciones sin licencia. La casa contaba en la entrada con una placa de vivienda turística, motivo por el cual el Ayuntamiento ha avisado al Consell para que determine si podía ejercer esta actividad.
Los servicios municipales han advertido al propietario del terreno de que tiene la obligación de retirar todos los elementos ilegales o peligrosos y que, si no lo hace, el Consistorio se encargará en su lugar y, posteriormente, le cargará la factura. El Ayuntamiento también está intentando determinar responsabilidades por las presuntas infracciones medioambientales y urbanísticas detectadas en el lugar.
Los servicios jurídicos de Santa Eulària están estudiando la información de la que se dispone por si tiene que actuar dentro de sus competencias, señaló el Ayuntamiento. Igualmente, el Consistorio estudia la posibilidad de dar traslado del expediente a Fiscalía para que determine si existe un delito contra el medio ambiente. Santa Eulària también ha informado al Consell de Ibiza por si tiene que actuar, puesto que podría haber una actividad de alquiler turístico ilegal.
La denuncia de las posibles irregularidades se produjo en julio de 2014 y llegó a la conselleria balear de Medio Ambiente, que ya documentó la situación, si bien el expediente no tuvo registro de entrada en Ayuntamiento el pasado día 21 marzo.
Debido a la magnitud del asentamiento y la gran variedad de elementos a inspeccionar, los servicios jurídicos del Consistorio organizaron un dispositivo que comprendía a la Policía Local, personal de Medio Ambiente y de Urbanismo del Ayuntamiento y agentes del Seprona. Medio Ambiente del Govern no participó finalmente por carencia de personal, indicó el Ayuntamiento.
Cuando en la primera quincena de abril se llevó a cabo una revisión del lugar, se encontraron una docena de infraviviendas de todo tipo, algunas de ellas viejas caravanas. Muchas de las viviendas tenían conexión eléctrica ilegal y en condiciones peligrosas, algunas tendidas entre el arbolado, y sin ninguna medida de protección.
Había además baños sin conexión a la red, generadores, salidas de humos cercanas a los árboles y una gran cantidad de botellas de butano. También se encontraron numerosos vehículos abandonados.