(Menorca, 14/04/2015)

Los empresarios esperan que el Ayuntamiento contacte en las próximas horas con el arquitecto que redactó el Plan Especial para que aclare si están prohibidas

David Marquès. Faltan apenas 15 días para el inicio oficial de la temporada turística y los empresarios de restauración del centro histórico de Ciutadella siguen poniendo propuestas sobre la mesa para convencer a la administración de legalizar las terrazas en los patios interiores este mismo verano. Ayer, apenas tres días después de conocerse la negativa jurídica del Consell a suspender la aplicación del artículo del Plan Especial del Casco Antiguo que prohíbe las terrazas interiores, volvieron a solicitar al Ayuntamiento que contacte con el arquitecto que en 1999 elaboró esta normativa, Francisco Pol Méndez, para que reinterprete el texto y aclare si su intención era o no prohibir esta actividad.

Es la misma solución que los afectados ya plantearon meses atrás, pero que todavía no había sido explorada por el Consistorio  ya que, siempre según el alcalde Ramon Sampol, el Consell le había dado esperanzas de palabra de que podía suspenderse provisionalmente la referencia a las terrazas en los patios interiores. Así que, tras comunicar el viernes el Consell al alcalde que la Ley del Suelo impide anular el articulado por no existir «circunstancias sobrevenidas» que le permitan invocar un interés general, a los empresarios no les ha quedado más remedio que insistir para que se pida informe al autor del Plan Especial.

Los servicios técnicos municipales han sostenido hasta ahora que el planeamiento aprobado hace 15 años prohíbe las terrazas interiores, pero los afectados discrepan de esta interpretación. De este modo, solo Francisco Pol puede resolver la controversia.[Nota de Disúrbia: tot això fa empegueir...]

Precisamente, la junta de portavoces reunida ayer para que el alcalde diera cuenta a la oposición de las gestiones realizadas desde octubre terminó con el compromiso de «seguir explorando otras alternativas» que permitan legalizar la actividad ya y sin esperar a la modificación puntual del Plan Especial, que requiere de un año de tramitación.