(El Mundo, 1/01/2015)

GABRIEL MERCÈ. Los propietarios del Jumeirah hotel & SPA Port de Sóller, Deka Immobilien, abonarán al Ayuntamiento 1,2 millones de euros tras la inspección a la que han sido sometidos por haber realizado en su día más obra de la comunicada al Departamento de Obras y haber pagado menos por la licencia urbanística. La propiedad gastó entre 34,3 y 43,6 millones de euros más de lo que había previsto al solicitar la licencia municipal.

En el caso de haber aplicado el Ayuntamiento la tasa del 2,75% vigente hasta mediados del año 2011, los 1,2 millones de euros que ahora ingresará suponen un desvío de 43,6 millones de euros respecto del presupuesto presentado. Si los servicios técnicos municipales han aplicado la tasa del 3,5%, implantada a comienzos de la presente legislatura, el desvío sería de 34,3 millones.

La concejal de Més, Catalina Esteva, ha comentado que «sistemáticamente el Ayuntamiento debería de revisar todas las licencias que concede, no solamente para detectar posibles desvíos en los presupuestos o incluso irregularidades, sino también para hallar ilegalidades urbanísticas». El alcalde Carles Simarro (PP) ya ha explicado que la intención de las revisiones que han comenzado a llevarse a cabo este trimestre por primera vez «no buscan ilegalidades, sino justicia social» [Nota de Disúrbia: però què diu aquest home?!].

Esteva ha recordado que el Jumeirah ya abonó en su día un millón de euros para evitar la caducidad de la licencia tras una de las largas interrupciones que sufrió la obra y antes del replanteamiento final del concepto de hotel que dio origen al actual complejo, inaugurado durante la primavera de 2012. La regidora señaló además que el proyecto sufrió incontables transformaciones a lo largo de los tres lustros que duró la obra.

Pese a ello, cree que «falta sistematizar el seguimiento de los finales de obra», en una crítica que «no se dirige solamente a este ayuntamiento, ni tampoco a esta legislatura, sino que es un fallo muy común». Esteva considera que «si los ciudadanos supieran que existe un seguimiento de las obras exhaustivo, se solicitarían mejor las licencias».

El Ayuntamiento de Sóller incluyó en el presupuesto de 2014 unos ingresos de 2 millones de euros a través de las inspecciones de obras. Los 1,2 millones de euros del Jumeirah se ingresarán ya durante el próximo ejercicio económico, cuyo presupuesto aún no está preparado.

La regularización de las obras del hotel pone al descubierto una falta de control en las certificaciones de final de obra que el equipo de gobierno de Simarro debía de conocer cuando previó tales ingresos. El Ayuntamiento de Sóller revisa los finales de obra concedidos durante los últimos cuatro años en búsqueda de mayores ingresos para las empobrecidas arcas municipales, y Simarro ha querido tranquilizar a la población asegurando que fijará su atención a las «grandes obras».

La responsabilidad por la falta de control en los presupuestos de obra presentados y su correspondencia con la realidad, en el caso del Jumeirah, debería repartirse entre los diferentes equipos de gobierno al frente del Ayuntamiento -PSOE y MÉS de 2007 a 2011 y PP en las legislaturas anterior y siguiente- durante la larga ejecución de los trabajos.