Los ayuntamientos frenan los proyectos de reforma de hoteles |
(Diario de Mallorca, 7/10/2014)
Las peticiones municipales de informes "desbordan" la conselleria de Turismo, según la patronal
F. Guijarro. Palma La pretensión hotelera de impulsar durante este próximo invierno la reforma de muchos de sus establecimientos se está encontrando con una traba no prevista, como son las propias Administraciones públicas, especialmente algunos ayuntamientos que tramitan con extraordinaria lentitud las licencias necesarias para poner en marcha las obras. Estas demoras pueden tener efectos secundarios debido a la necesidad de que buena parte de los citados trabajos estén acabados a finales de marzo para poder iniciar la temporada turística. De este modo, una actuación prevista para la próxima temporada baja puede tener que realizarse en dos años, o incluso aplazarse hasta el siguiente periodo invernal.
La vicepresidenta ejecutiva de la Federación Hotelera de Mallorca, Inma de Benito, afirmó ayer que el origen del problema está en la “falta de sensibilidad” de algunos Consistorios a la hora de aprobar las citadas licencia de obra, especialmente en los casos en los que hay modificaciones de volúmenes o puede ganarse una altura, como sucede en la Platja de Palma. El temor de los técnicos municipales a ‘pillarse los dedos’ a la hora de firmar la citada autorización hace que se estén pidiendo constantemente informes a la conselleria de Turismo, que se encuentra actualmente “desbordada” por estas demandas municipales, según aseguró la representante hotelera. Y a cada modificación del proyecto se suman nuevos problemas y nuevas peticiones de informes.
Desde la patronal hotelera no se oculta que buena parte de esta aprensión a la hora de firmar según que autorizaciones se explica por los casos de corrupción que se han registrado durante los últimos años y los problemas que estos escándalos han tenido sobre trabajadores de algunas administraciones.
El problema de estos retrasos es más serio de lo que aparenta, porque las obras en la mayoría de estos establecimientos (salvo las de mayor calado, que se pueden prolongar durante un año) deben de ejecutarse entre noviembre y marzo, unos plazos muy ajustados marcados por la conclusión de la temporada turística de un año y el inicio de la siguiente. Porque si un hotelero no recupera su actividad en la fecha acordada con los tour operadores, sabe que va a tener que sufrir la correspondiente penalización.
En cualquier caso, De Benito no ocultó que algún proyecto de la Platja de Palma también está teniendo problemas similares relacionados con los informes que debe de realizar Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) debido a la proximidad de Son Sant Joan.
Estas dificultades y el colapso de la Conselleria, con la que los hoteleros mantienen un contacto constante en relación a la tramitación de los proyectos de reforma, se está produciendo en un momento en el que se pretende dar un nuevo impulso, tras el primer esfuerzo realizado la pasada temporada baja, a la reforma y modernización de estos establecimientos. Tal y como adelantó Diario de Mallorca hace algunos días, si el valor de los proyectos ejecutados durante el pasado invierno en las islas se cifró en unos 250 millones de euros, el presidente de la citada patronal, Aurelio Vázquez, estima que durante los próximos meses esta cifra se podría duplicar hasta acercarse a los 500 millones de euros.
Aunque la zona ‘estrella’ en la realización de reformas va a ser la Platja de Palma, Inma de Benito indicó que también hay iniciativas de este tipo en ejecución o tramitándose en Palmanova-Magaluf, el norte de Mallorca o en el Llevant, lo que refleja el alcance de estas iniciativas.
El riesgo existente es que si estas demoras se acentúan, pueden hacer inviable que alguno de los proyectos previstos se ejecute en un solo invierno y obligar a dividirlo en dos anualidades, con el consiguiente incremento de los costes, o el tener que retrasarlo un año si se hace evidente que no va a poder quedan concluido en la fecha prevista
Dependencia de terceros
Estas demoras tienen además un ‘efecto dominó’. Porque en estos momentos hay muchas empresas de la construcción que están pendientes de poder obtener alguno de estos encargos para salvaguardar su viabilidad. Hay que tener en cuenta que son precisamente las inversiones que el sector turístico realiza en la reforma de sus establecimientos las que están reactivando a un sector que se ha visto muy duramente golpeado durante la crisis.
La importancia que los proyectos hoteleros y de la oferta complementaria tienen para las constructoras ya fue reflejado ayer por este periódico, con los datos facilitados por la patronal que agrupa a este último colectivo empresarial: durante los ocho primeros meses de este año, el valor de las obras en el ámbito turístico ha ascendido a 96,2 millones de euros, prácticamente el doble de los 47,9 millones del mismo periodo de 2013.
Y ello en un entorno en el que la inversión en vivienda crece a un ritmo mucho más lento, del 7% al pasar de 226 millones de euros a 241,8 millones en el citado plazo de ocho meses, mientras que la no residencial (como oficinas o centros comerciales) baja de 77 millones a 69,6 millones de euros.