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Santa Eulària: el GEN reclama que se precinte el ´beach club´ de Tagomago |
(Diario de Ibiza, 3/07/2014)
El grupo ecologista pide al Consell y a Santa Eulària que acaben con «la impunidad con la que actúa la propiedad»
redacción | ibiza. El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) reclama al Consell de Ibiza y al Ayuntamiento de Santa Eulària una batería de medidas, en ejercicio de sus competencias, con el objetivo de parar «el descontrol» que padece el islote de Tagomago. Los ecologistas lamentan que pese a que la Administración es «consciente» de «las ilegalidades flagrantes cometidas por la propiedad, no se ha adoptado ninguna medida efectiva» para ponerles freno. Se refieren a «obras ilegales, alquiler vacacional de la vivienda sin la correspondiente autorización, vuelos en helicóptero, alteración de la cubierta vegetal con excavadoras, introducción de especies invasoras, la explotación de un beach club y, entre otras cosas, el uso de vehículos todo terrenos o la colocación ilegal de muertos para el fondeo de embarcaciones».
Por todo ello, el GEN reclama el precinto inmediato de las instalaciones del beach club con «la finalidad de garantizar el cese de la actividad ilegal» y que el Ayuntamiento y el Consell se personen en el procedimiento de ejecución de sentencia de demolición existente y «exigir y garantizar que este fallo judicial se lleve a cabo en el más breve plazo de tiempo posible».
Asimismo, el grupo ecologista reivindica que se ordene el cierre de la página web en la que se publicita el alquiler de la vivienda del islote, ya que, «según parece, no dispone de las preceptivas autorizaciones». Del mismo modo, pide que se precinte la casa y se impida su uso mientras se tramita el expediente de disciplina urbanística por las obras efectuadas sin licencia. Por último, los ecologistas solicitan que se prohíban los aterrizajes de helicópteros porque son «incompatibles con la avifauna protegida». Confían en que estas medidas se apliquen cuanto antes y sirvan para acabar con «la total impunidad» con la que actúan los propietarios que «se comportan como reyes absolutistas que aplican su propia ley según su conveniencia».