Santa Eulària: las obras de Tagomago han destruido varios hábitats de interés comunitario |
(Diario de Ibiza, 17/06/2014)
El informe de un agente de Medio Ambiente relataba que las actuaciones ilegales en el islote entre septiembre de 2006 y antes del verano de 2008 arrasaron una superficie de 1.400 m2 de áreas naturales que según Europa se deben conservar
eugenio rodríguez | ibiza. Las obras acometidas en el islote de Tagomago sin licencia entre septiembre de 2006 y justo antes del verano de 2008 «destruyeron de manera absoluta un total de 1.400 metros cuadrados de hábitats de interés comunitario»: vegetaciones halofíticas y costeras, matorrales mediterráneos y formaciones herbosas naturales, este último «prioritario». Así se pone de manifiesto en el informe del anterior jefe de sección del servicio de planificación y proyectos de la conselleria balear de Medio Ambiente, de junio de 2009, en contra del «intento de legalización» del quiosco-bar junto al muelle.
En este informe, totalmente contrario a la posición que defiende ahora la Comisión Balear de Medio Ambiente, se relata que agentes de la conselleria llevaron a cabo hasta cuatro inspecciones en el islote entre enero y julio de 2008 en las que se constató el desarrollo de obras sin autorización en la vivienda, el muelle, el quiosco-bar, así como la apertura de viales para vehículos motorizados y destrucción de vegetación y de suelo en dos áreas afectadas por movimientos de tierra y poda y tala de sabinas, entre otras actuaciones.
La propia conselleria balear de Medio Ambiente denunció estas obras ilegales en el juzgado. Actualmente se ha entrado en la recta final de la instrucción y el juez debe resolver si archiva la causa u ordena la celebración de juicio por la supuesta comisión de sendos delitos contra la ordenación del territorio y el medio ambiente.
Además, la Comisión Balear de Medio Ambiente aprobó en 2012 dar vía libre a la reforma integral de la vivienda (la legalización de las obras), renovación de la piscina y terrazas anexas y pasarelas de madera con una serie de condiciones, a pesar del informe técnico de 2009 en el que se advertía de que las actuaciones acometidas en el islote son «altamente impactantes» y han afectado «negativamente y de manera apreciable a los valores por los que este espacio fue protegido mediante la Red Natura 2000».
Captación de agua de una sima
Aparte de la destrucción de hábitats de interés comunitario (el informe de 2009 señala que la mayor parte de los ámbitos terrestres de protección LIC y ZEPA de Tagomago estaban ocupados antes de las obras de 2008 por una vegetación termomediterránea en «excelente estado de conservación»), los agentes de Medio Ambiente detectaron la captación de agua de una sima donde existe un lago subterráneo que pertenece al tipo de «hábitat de interés comunitario» catalogado como «cuevas no explotadas por el turismo».
En enero de 2008, en la primera inspección, un agente de Medio Ambiente detectó la acumulación de obras en el muelle de Tagomago. El vigilante del islote le mostró una autorización de la Demarcación de Costas para la instalación de una grúa en el puerto y una solicitud de licencia de obra menor en el Ayuntamiento, de septiembre de 2007, que no se llegó a conceder. Entonces, el agente informó al vigilante que, al formar parte de la Red Natura 2000, no se puede hacer nada en el islote sin licencia.
A finales de enero, los agentes levantaron una nueva acta de inspección, en la que se explicaba que había tres trabajadores trabajando en el montaje de la grúa y seguía la acumulación de escombros de obra. Meses después, en junio, en la tercera inspección se contabilizaron hasta 20 trabajadores y se detectan nuevas obras. «En un momento de la inspección, el señor Kühn, presumiblemente arrendador de la propiedad del islote y promotor de las obras (siempre según el informe del jefe de Negociado), ordenó al vigilante que les denegase [a los agentes] el acceso al islote si no disponían de la correspondiente orden judicial o similar», explica el informe del jefe de sección de planificación y proyectos de Medio Ambiente de junio de 2009, que agrega que el vigilante no aportó ninguna nueva documentación que acreditase que los trabajos que se efectuaban hubieran sido autorizados.
Las nuevas actuaciones detectadas incluían «obras en el dique del puerto, tala y poda de sabinas sin permiso administrativo, así como la acumulación de residuos forestales incumpliendo la normativa de incendios, uso de maquinaria susceptible de provocar un fuego forestal sin medidas de prevención, ampliación de volumen de la vivienda principal en distintas dependencias y zonas de terrazas (210 m2), acampada alrededor de la casa con seis tiendas [para los trabajadores] y acumulación y quema de residuos».
La cuarta inspección
El 23 de julio del mismo año, los agentes de Medio Ambiente se personaron en Tagomago por cuarta vez con el objetivo de detectar posibles infracciones medioambientales después de la celebración de una fiesta privada cinco días antes. De nuevo se apreciaron nuevas actuaciones sin la correspondiente autorización.
En el informe redactado tras esta visita se citaban las siguientes obras ilegales: ampliación del muelle, revestido de madera y la instalación de puntos de luz en el dique, montaje de cableado eléctrico y sistemas de iluminación en zona forestal, hormigoneado de un camino para facilitar el tráfico de vehículos, destrucción de ejemplares y alteración del hábitat de diversas especies catalogadas y de interés comunitario (Allium grosii, Diplotaxis ibicensis „plantas–, Podarcis pityusensis „lagartija„, Sylvia sarda balearica„curruca balear), destrucción directa y alteración periférica de cubierta forestal (se observaron 12 tocones de ejemplares de Juniperus phoenicea „sabina) y, entre otras cosas, la instalación de dos pasarelas y tres plataformas de madera (una se usaba como helipuerto).
El anterior jefe de sección del servicio de planificación y proyectos de la conselleria consideraba en su informe de hace cinco años que «la supervivencia de las especies de interés comunitario presentes en el LIC y ZEPA de Tagomago es incompatible con la transformación radical del medio que han supuesto las actuaciones detalladas en los escritos de los agentes de Medio Ambiente».
Santa Eulària no ha concedido licencia de obra mayor
e. r. | ibiza. Pese a todas las actuaciones acometidas en el islote de Tagomago, el Ayuntamiento de Santa Eulària no ha concedido ninguna licencia de obra mayor a los promotores, según explica un portavoz. Los promotores de la reforma de la casa han solicitado licencia de obra mayor para legalizar las obras de la casa y amparar actuaciones en el faro, pero el Consistorio aún no ha resuelto ambas demandas a la espera de informes de otras administraciones: de Ports de Balears en el caso del faro y de la dirección general de Ordenación del Territorio por servidumbre de Costas en el de la vivienda.
Además, la solicitud de licencia de obra menor de 2007 que el vigilante del islote esgrimió ante el agente de Medio Ambiente en la primera inspección de enero de 2008 se circunscribía a «un cambio de sanitarios, renovación del pavimento y pintura de paredes y revestimientos». No se concedió dicho permiso. No obstante, el Ayuntamiento sí concedió licencia en 1999 para la ejecución de unas obras consistentes en «la reparación de pavimento, limpieza, encerado, rascado y reparación de persianas y pintura».
En cuanto al informe técnico de la conselleria balear de Medio Ambiente de junio de 2009 sobre la solicitud de concesión para explotar el quiosco-bar, este destaca, tal como defiende ahora el Consell, que se ha de evaluar el impacto global del conjunto de actuaciones acometidas en el islote, las cuales, entiende, son «incompatibles» con los valores que llevaron a la protección de Tagomago. Y agrega que la explotación del quiosco representaría «una afección aún más intensa y extensiva» con «la finalidad únicamente de lucro privado».