Sant Josep expedienta al exalcalde Serra Escandell por obras ilegales |
(Diario de Ibiza, 8/06/2014)
El ex primer edil promueve las obras que han arrasado el pozo de Can Pere Arabí, en Sant Jordi Ha incumplido la orden de paralización dictada por el Consistorio al excederse de la licencia dada
e. rodríguez | ibiza. El Ayuntamiento de Sant Josep ha abierto un expediente de infracción urbanística a Tecnomarina Roselló S.L., cuyo administrador único es el exalcalde del PP de Sant Josep José Serra Escandell, como promotora de unas obras ilegales en la finca de Can Pere Arabí, muy cerca del centro de Sant Jordi, y que han arrasado hace poco un safareig y el pozo de Can Pere Arabí, que figura en el Inventari del Patrimoni Hidràulic de las Pitiusas.
El derribo de este elemento patrimonial se llevó a cabo pese a que el Consistorio había ordenado meses atrás la paralización de las obras que se ejecutaban en este terreno que la empresa de Serra Escandell tiene alquilado. El expediente de infracción urbanística, que se ha abierto también contra la propiedad de la finca y el constructor, se debe a que las obras de relleno y explanación del terreno no se ajustan a la licencia de obra menor concedida por el Consistorio en octubre del año pasado. Este permiso solo amparaba la instalación de una valla y el acondicionamiento del terreno, que se encuentra justo detrás del molino de la rotonda del hipódromo de Sant Jordi, en el sentido de circulación hacia el aeropuerto.
El concejal de Urbanismo, Javier Marí, también del PP, firmó el decreto de apertura del expediente de disciplina urbanística el pasado viernes 30 de mayo. Justo dos días después, el grupo PSOE-Pacte de Sant Josep denunció la destrucción del pozo de Can Pere Arabí, lo que consideraba «un grave atentado» contra el patrimonio. Posteriormente, el concejal de Urbanismo, Javier Marí, del PP, explicó que tuvo conocimiento del derribo del pozo a través de los medios de comunicación y, a raíz de ello, anunció la incoación de otro proceso sancionador. En todo caso, Marí no supo precisar si la destrucción del elemento patrimonial se podía sumar al expediente de disciplina urbanística ya abierto o si había que tramitar otro.
En abril del año pasado el exalcalde Serra Escandell presentó una instancia en el Consistorio en la que solicitaba autorización para vallar el terreno que tiene alquilado mediante bloques y chapas de hierro galvanizado y el acondicionamiento del firme y su compactación. Para justificar esta actuación, Serra Escandell explicó que en este terreno se producía el vertido de escombros por parte de terceros y aparcaban camiones.
Al estar en zona periférica de protección del Parque Natural de ses Salines, la conselleria balear de Medio Ambiente tuvo que informar a favor de las obras. También lo hizo del departamento de Carreteras del Consell y la dirección de explotación de la autovía, pero con una serie de condiciones.
Como se ha dicho antes, el Ayuntamiento concedió la licencia de obra menor el 7 de octubre del año pasado. Sin embargo, dos semanas después, a requerimiento del departamento de Carreteras del Consell, un técnico municipal hizo una inspección de la obra y comprobó que no se estaba ejecutando el vallado autorizado sino «un terraplenado de tierras» que por «su envergadura no podía considerarse que fuera el acondicionamiento del firme autorizado», sino una modificación del mismo. El 25 de ese mes se ordenó por decreto la paralización de las obras.
Drenaje de la autovía
El exalcalde presentó alegaciones contra la orden de paralización y solicitó una visita con los técnicos a las obras, que se hizo en noviembre, para verificar si las obras se ajustaban o no a la licencia, pero, tras ello, el Consistorio decidió mantener la paralización.
El informe del técnico municipal alertó de que el relleno del terreno podía tener cierta trascendencia debido a que tanto el Consell como la concesionaria de la autovía habían advertido de la existencia de un drenaje de la carretera que desembocaba en esta parcela, por lo que, entre las condiciones marcadas previamente, se establecía que «el cerramiento debía respetar el libre curso de las aguas sin modificar las condiciones de drenaje».
Aparte de ordenar la paralización de las obras, el Consistorio acordó que el promotor tenía que solicitar autorización al Consell y a la dirección de explotación de la autovía y, si era el caso, las condiciones para llevar a cabo las obras autorizadas. Serra Escandell comunicó en febrero de este año que los técnicos del Consell habían dado el visto bueno a la continuación de las obras, pero el Consistorio no accedió a levantar la paralización.