Un ´pipí´ deja en evidencia los miedos urbanísticos de Artà |
(Diario de Mallorca, 26/02/2014)
Una vez más, Independents-Pi elevaron al pleno propuestas de demolición de obras, pero esta vez el edil de Iniciativa Verds se ausentó y cambió la situación
Biel Capó. Artà La gestión municipal del área de Urbanismo del ayuntamiento de Artà bien merece una seria reflexión. En la tarde de ayer, el pacto de Unió d´Independents d´Artà (UIA) y Proposta per les Illes (el Pi), que gobierna en minoría, elevó al pleno varias propuestas de orden de demolición de obras. En anteriores sesiones llamó la atención que fuera únicamente el voto del edil de Iniciativa Verds, Guillem Caldentey, el que aprobara este tipo de propuestas. Curiosamente, UIA-Pi se abstenían. En señal de enfado por esta actitud, los regidores de PSOE y PP abandonaron la sala ya en el pleno de enero. Ayer, socialistas y conservadores volvieron a hacer lo mismo, reiterando que no quieren participar de esta "comedia". La novedad producida en el pleno de ayer, martes, el hecho de que justo en el momento de votar, el edil de Iniciativa Verds se marchase también de la sala. Su justificación: "Vaig a fer un pipí".
Ante esta situación, el alcalde, Jaume Alzamora (UIA), declaró: "Esperarem a que torni". No obstante, estando en la puerta de salida de la sala para ir a orinar, Caldentey respondió al pacto en su conjunto: "No, no, seguiu!". En vistas de que Caldentey tardaba, el líder del Pi, Tolo Gili, abogó por dejar sobre la mesa los dos puntos del orden del día que trataban las mencionadas propuestas de órdenes de demolición, aplazando así su aprobación. El alcalde Alzamora zanjó de la siguiente manera el asunto: "Ante esta falta de respeto del resto de partidos [en alusión a PP, PSOE e Iniciativa Verds] hacia la institución, dejamos los dos puntos sobre la mesa".
De nuevo la oposición en sus sillones, el PSOE preguntó en voz alta a la secretaria si lo que hacían (abandonar la sala de plenos) incurría o no en una ilegalidad, a lo que ésta contestó que no, que estaban en su pleno derecho.
Voto de calidad
Pero no sólo el urbanismo generó controversia ayer. UIA-Pi elevó también a aprobación la adjudicación del contrato de la gestión del servicio público, mediante concesión, de recogida y transporte de residuos generados en el municipio y de servicios de limpieza viaria, a través de un proceso abierto y en función de diversos criterios de adjudicación. Se produjo un empate entre el pacto y la oposición, por lo que el voto de calidad del alcalde fue clave para que prosperase. La empresa ganadora: Urban Serveis. La cantidad del contrato: 650.000 euros anuales. El plazo: 10 años.
PP y PSOE manifestaron que sería conveniente pedir un segundo informe sobre la valoración de la mesa, advirtiendo de que empresas perdedoras puede que interpongan contenciosos. UIA y Pi defendieron que el proceso fue el adecuado-legal y que lo mejor era aprobar ya la adjudicación.
En otro orden de temas, al inicio del pleno tomó posesión del cargo de regidora del PP Antònia Llull Ferrer, en sustitución de Jaume Ginard. Como en otros pueblos, Artà rechazó la ley Montoro ya que instituciones supramunicipales quitarían competencias locales, y por otro lado, el Consistorio también se posicionó contra las prospecciones petrolíferas.