(Diario de Mallorca, 27/09/2013)

El alcalde admite que todavía no ha realizado ningún pago de la multa a la que le condenó el TSJB

J. Frau. El ayuntamiento de Pollença tiene previsto iniciar el próximo martes la demolición de la vivienda situada en la parte alta del Calvari sobre la que pesa una sentencia judicial del Tribunal Supremo que se remonta la año 1993. El alcalde ´pollencí´ Tomeu Cifre (PP) confirmó ayer que los trabajadores de la empresa contratada para realizar los trabajos de demolición ya ocuparán la vivienda el próximo lunes y a la mañana siguiente se empezará la ejecución de las obras para que el derribo esté finalizado "lo antes posible", en palabras del edil.

Una de las preocupaciones del Consistorio estaba relacionada con la posibilidad de que los inquilinos no abandonaran la vivienda y que, por ello, fuera necesaria la intervención del juez, aunque finalmente los propietarios han desalojado la casa para que la institución pueda cumplir la sentencia.

Finalmente, el proyecto de demolición no se aplicará tal y como estaba redactado debido a la indicación judicial que obliga al Consistorio a derribar toda la parte alta de la vivienda para dejar la construcción al mismo nivel de la calle posterior, en la parte alta del Calvari, y no un metro por encima tal y como había previsto el Consistorio. Este cambio implicará que la construcción resultante no tenga cubierta. En principio, los trabajos se han calculado en unos 40.000 euros, aunque el alcalde avisa de que posiblemente haya cambios en el presupuesto como consecuencia de la modificación del proyecto de demolición.

Respecto a la multa coercitiva impuesta al alcalde Cifre hasta la total ejecución de la sentencia, el edil asegura que todavía no ha realizado ningún pago a la espera de alguna indicación judicial al respecto. Como se recordará, el TSJB impuso en un principio una sanción de 100 euros diarios al alcalde Cifre debido al retraso acumulado en la ejecución del fallo judicial, aunque después del recurso presentado por el Ayuntamiento, el tribunal aceptó una rebaja de la sanción de 100 a 50 euros diarios.

La primera sentencia del Tribunal Supremo obligaba a derribar buena parte de la casa al considerar que alteraba la panorámica que se observa desde lo alto del Calvari de Pollença.