(Diario de Ibiza, 6/07/2013)

El conseller Company explica que a los agentes de Medio Ambiente no les corresponde instruir las denuncias, pero niega haber ordenado nada

e. r. | ibiza. El conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Company, niega que haya dado ninguna instrucción para que los agentes de Medio Ambiente (AMA) dejen de investigar obras ilegales, pero sí reconoce, tal como publicó este periódico, que los jefes de servicio y de sección han tratado en reuniones internas «periódicas» con los agentes las funciones que le corresponden a este cuerpo y que se regulan en una instrucción sobre el procedimiento a seguir en las denuncias formuladas y que está publicada en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB), número 164 del 22 de noviembre de 2008.

«Nosotros tenemos bien claro que un agente levanta acta si detecta una irregularidad y la envía a la conselleria, donde están los funcionarios que cursan la denuncia y su seguimiento», explica el conseller. Estas son las consideraciones, «en base al BOIB», que los jefes de sección y de servicio han abordado con los funcionarios.

Company se refiere a que un agente de la conselleria no puede acudir a un ayuntamiento a solicitar información sobre un expediente, puesto que esta tarea le corresponde al funcionario designado para instruirlo. El conseller balear pone como ejemplo el caso de «un agente de la Guardia Civil que impone una multa a un conductor por no llevar el cinturón de seguridad». «¿Se entendería que el mismo agente fuera luego al Ayuntamiento, Hacienda o al Registro de la Propiedad para ver si el infractor ha pagado la multa o le han embargado? Esto es lo mismo. Lo digo con toda naturalidad, no es ninguna caza de brujas». [Nota de Disúrbia: un mal exemple del conseller: ni els inspectors ni els agents de policia no poden imposar sancions; això és una cosa evident, però molta de gent encara té les idees embullades.]

«Si puede haber alguien que lo ha interpretado mal, no lo ha entendido o se lo ha inventado... En ningún momento se ha dado instrucción u orden a los agentes, ni verbalmente ni por escrito, para que no hagan inspecciones sobre presuntas irregularidades, sino más bien al contrario: si me entero de que algún agente no cumple sus funciones le abriré un expediente», advierte.

Quejas de los alcaldes

«No quiero que ningún agente cometa una dejación de funciones y no inspeccione lo que debe, pero tampoco quiero que incurra en una persecución. En los dos casos lógicamente actuaré abriendo los expedientes que tenga que abrir».

Al ser preguntado si es común que agentes acudan a los ayuntamientos a pedir información de las actas de denuncia levantadas, cuando, según dice, no les corresponde, Company responde que no quiere decir que se den estas situaciones y que habla de «casos hipotéticos». Acto seguido, indica que «oficialmente ningún alcalde se ha quejado», pese a que alguno sí le ha manifestado su malestar. «Cuando coincido con uno u otro en un acto y me dicen ‘me han hecho esto y aquel lo otro’, yo siempre digo lo mismo: presentad una instancia y se analizará, y como no lo hacen es porque no hay contenido». Aparte de «quejas», también «hay siempre alabanzas».

La conselleria cuenta con siete agentes en Ibiza y dos en Formentera. «En un colectivo siempre hay algunos para los que las cosas se hacen bien y para otros, no tanto», apunta el conseller sobre la repercusión de este asunto.

Sobre la supuesta orden dada a los agentes de que se deben limitar a ejercer su función de control exclusivamente en las zonas protegidas, Gabriel Company sostiene que «desde hace 10 ó 20 años estos no trabajan generalmente en suelo rústico». El conseller también apuntó que el jefe de sección de Ibiza le ha transmitido a la secretaria general de la conselleria su «indignación» por la información publicada por este periódico.