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Sant Joan: juzgada por comenzar a construir un aseo ilegal en un chiringuito en Benirràs |
(Diario de Ibiza, 14/05/2013)
Un conflicto entre una familia ibicenca acaba con una mujer en el banquillo, denunciada por su primo
R. S. | IBIZA. Un conflicto entre una familia ibicenca, que se remonta a muchos años atrás según reconocieron los implicados, acabó ayer con una mujer sentada en el banquillo, juzgada por comenzar a construir presuntamente un aseo ilegal en una caseta de ocho metros cuadrados junto a un chiringuito en Benirràs. «Entre enero y mayo de 2009 la acusada decidió darle una utilidad diferente al almacén, por lo que lo revistió con muros de hormigón, cemento y azulejos e hicieron agujeros para instalar tuberías», denunció el fiscal en sus conclusiones.
«Además, había tomas de luz y de agua en la estructura anexa al chiringuito [situado entre casetas varadero], en la zona de dominio público marítimo terrestre, con servidumbre de paso», añadió. «No queda otra opción que demolerlo y devolverlo a su situación original», concluyó el representante del Ministerio Público, que solicitó un año y medio de prisión por un delito contra la ordenación del territorio para la acusada, que carece de antecedentes penales.
El primo vivía en una caseta
«No me acuerdo de nada», dijo la denunciante. «Mi madre tiene 82 años», justificó su hijo, primo de la procesada, que reconoció que fue él quien promovió la denuncia y que vivía desde hace muchos años en una caseta varadero en Benirràs, junto al quiosco de su prima. Según su versión, el chiringuito gestionado por su tío, hasta que murió hace 17 años, y después por la acusada está en una propiedad que pertenece a su madre. «Prefirieron ir a las malas y por eso estamos aquí», concluyó, antes de reconocer que, en una ocasión, tiró una puerta de la caseta de una patada.
«Venían por el bosque a escondidas [sus familiares] y construían furtivamente en una propiedad de mi madre», acusó este hombre, que aseguró que pretendían construir un cuarto de baño, «para que los clientes no tuviesen que hacer sus necesidades en el monte».
«El terreno es nuestro»
«Los muros de hormigón son de una antigüedad de más de diez años. No procede ninguna condena ni la restitución de la caseta a su estado original porque, si existiese algún delito, habría prescrito», alegó el abogado defensor, que solicitó la absolución de su cliente. «Es cierto que la familia nos llevamos mal desde hace años, pero el terreno es nuestro», añadió la encausada. La mujer reconoció que su padre solicitó licencia al Ayuntamiento de Sant Joan para construir unos baños, pero que desistieron cuando se la denegaron. «No se ha hecho ninguna reforma, solo repusimos azulejos y limpiamos», concluyó. «A veces tiran piedras sobre el tejado de uralita [los otros familiares]», acusó, para finalizar.
«Era claramente una obra nueva encubierta», aseguró un guardia civil, uno de los dos que realizaron una inspección y que sacó varias fotografías. Sin embargo, no aportó ningún informe técnico. «Hicieron una rebaja en la parte de atrás de la roca. Estaban construyendo un baño en una zona de servidumbre de paso sin autorización», añadió un vigilante de Costas, que tampoco ofreció ninguna prueba, a pesar de la insistencia en solicitarla del abogado defensor y de la juez.