(Diario de Mallorca, 8/07/2012)

El Ayuntamiento espera que el Tribunal Superior dé por concluido todo el proceso judicial tras un mes de trabajo y un gasto de 200.000 euros

S. SANSÓ Con el derribo de los dos estribos del puente elevado del Riuet de Porto Cristo se pone punto y final a años de polémica y disputas sonadas entre los vecinos afectados y el ayuntamiento de Manacor. O eso es al menos lo que espera el consistorio, que ha tenido que cumplir íntegramente toda la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de las Balears (TSJB) hace un año y que obligaba, además de a demoler la obra, a devolver todo el entorno de la zona al estado en que se encontraba en 2003, año en que se iniciaron las obras.

A finales de 2011 y tras meses de intentos para llegar a un acuerdo económicos con los vecinos de la finca del Cap des Toi, el Ayuntamiento acataba la sentencia y las máquinas de la empresa navarra Erri-Berri SL borraban, en cuestión de semanas, toda la estructura del puente del mapa. Pero tal y como marcaba el proyecto municipal se dejaron dos miradores, uno a cada lado de puente.

El ´descuido´ fue denunciado de nuevo ante la Justicia por los afectados, al creer que se seguía vulnerando su derecho a la intimidad y no se adaptaba a lo señalado por el TSJB. El por entonces regidor de Urbanismo local, Llorenç Bosch, defendía que se trataban "de encofrados estructurales" completamente necesarios para sustentar las calles que se extienden a ambos costados.

Ayer, un mes y 200.000 euros después de que iniciaran las obras definitivas por parte de la empresa Cico, la imagen era otra. La rotonda situada en la parte sur ha sido eliminada por completo, así como cualquier tipo de resto de hormigón. A ambos lados se ha dejado un terraplén de tierra a imagen del que existía hace casi una década. "Esperemos que ya no haya más problemas y que el Tribunal decida cerrar definitivamente el asunto", confesaba anteayer el ahora concejal de Medio Ambiente, Bernat Amer (AIPC).

Sin problemas circulatorios

Con la eliminación del puente elevado, la preocupación por los problemas que pudiera ocasionar el tráfico estival hacia las Cuevas del Drach, parece haberse resuelto con la apertura de la ronda exterior que conecta la carretera Manacor-Porto Cristo con la que enlaza hasta Portocolom. Ayer tarde la afluencia de visitantes por la zona centro del núcleo turístico era notable, sin que se produjera ningún tipo de colapso circulatorio. "Afortunadamente la ronda ha servido para aligerar el tránsito, pero no impide que muchos buses todavía quieran entrar y hacer una parada en la zona de la playa de Porto Cristo", explica el regidor Joan Gomila.