(Diario de Mallorca, 29/02/2012)

Según fuentes municipales, se habría valido de su puesto como cobradora de sanciones urbanísticas para supuestamente quedarse con el dinero

S. SANSÓ. ­El ayuntamiento de Artà cifra en al menos 40.000 euros (aunque todavía se sigue durante estos días con el recuento) el dinero que falta en sus arcas por el cobro irregular de sanciones de disciplina urbanística que nunca llegaron a su destino. Fuentes municipales han podido confirmar a este periódico que se está ya sobre la pista de la autoría del desfalco y que todo apunta a que ha sido obra de una funcionaria del propio consistorio quien, haciéndose valer de su cargo como auxiliar administrativa, se habría supuestamente quedado con el dinero para lucro personal.

Dicha funcionaria se encargaba hasta hace unos días (actualmente está dada de baja por otros motivos) de cobrar en metálico y en las dependencias municipales, las sanciones por incumplimiento de la disciplina urbanística.

El plan de actuación se cree que era el siguiente: una vez que el multado pagaba la cantidad estipulada según la infracción, la trabajadora en cuestión le expedía el pertinente recibo oficial con el sello del Ayuntamiento, con lo que el vecino quedaba convencido de que su deuda había sido efectivamente saldada. Pero eso no significaba, según las últimas investigaciones, que el dinero fuera a parar a la cuenta bancaria municipal sino que ha ido siendo retenido de forma ilegal por la empleada durante los últimos meses.

El ayuntamiento de Artà, que en principio cifraba el desfalco en unos 30.000 euros, no descarta "en absoluto" que la cantidad pueda seguir aumentando durante los próximos días ya que están saliendo a la luz nuevas irregularidades relacionadas.

Si finalmente se confirma la autoría de la sustracción está previsto que se le abra un expediente disciplinario que podría llegar a una suspensión indefinida de empleo y sueldo. Las mismas fuentes han asegurado que si hay efectivamente indicios de delito se pondrían en seguida en conocimiento de Fiscalía para que actuara.

Aunque el descubierto ha sido motivado en su mayor parte por el desvío de cantidades pequeñas, hay una que ha llamado poderosamente la atención de los técnicos del propio ayuntamiento de Artà y que asciende a más de 20.000 euros.