Santa Eulària: el exregistrador de la propiedad dice que «el exceso edificado ha prescrito» |
(Diario de Ibiza, 11/01/2012)
Hipólito Rodríguez atribuye la denuncia de su casa a «una venganza» por un conflicto entre socios
E. RODRÍGUEZ | IBIZA. El exregistrador de la propiedad y ex jefe de la oficina liquidadora Hipólito Rodríguez Ayuso reconoce que su vivienda, en la parcela Ca na Antònia Mañà d´en Torres, en Jesús, Santa Eulària, puede haber «algún exceso» de edificación, aunque puntualiza que «cualquier irregularidad ha prescrito». Rodríguez Ayuso defiende la legalidad de su casa y atribuye la denuncia presentada por el exconcejal del PP de Vila Jaime Díaz de Entresotos a «una venganza» por una querella que presentó contra él y otras dos personas: «César García Quetglas, quien fue el constructor de la casa, y el abogado Jesús María Gil Lamata».
«Habíamos sido socios en unas sociedades, en unas promociones, y faltaba una cantidad enorme de dinero, del orden de los seis millones de euros. Una burrada. La cantidad final aún está por determinar», apunta Rodríguez, que agrega que, además, «hubo absentismo de obligaciones, como el pago de fianzas», a las que él tuvo que hacer frente, según explica. La querella contra estas tres personas la presentó en septiembre de 2007 y, dice, se encuentra en la fase final de instrucción. Destaca que el juez instructor, «al ver las pruebas, les exigió el pago de una fianza de dos millones de euros, que hicieron efectiva con bienes».
La tesis del registrador de la propiedad ya jubilado es que los querellados pretenden «agotarlo económicamente» y para ello pretenden impedir que pueda vender su casa. «Creo que no solo actúan por venganza, sino también para evitar que pueda hacerme con dinero», dice Rodríguez Ayuso, que recuerda que en 2009 estuvo a punto de vender la vivienda. En 2010 recibió el primer burofax de Díaz de Entresotos donde le advertía de la interposición de la denuncia y que, por tanto, «se abstuviera de vender la casa».
En cuanto a las presuntas irreguralidades de la vivienda, el exregistrador de la propiedad, que hoy declarará en los juzgados como imputado por un supuesto delito contra la ordenación del territorio, asegura que los dos informes técnicos que acompañan a la denuncia de Díaz de Entresotos «parten de un punto de vista equivocado», ya que estudian «la calificación de los terrenos en este momento». «La licencia se obtuvo en 1987. Todo esto son ganas porque la casa, que tiene su autorización, es perfectamente legal», dice, al tiempo que señala que el final de obra es del año 1998 y «nunca se ha hecho ninguna ampliación».
Sobre el exceso de edificación denunciado, Hipólito Rodríguez asegura que «fundamentalmente» se debe al sótano, que, destaca, «no computa nunca». Explica que la casa se construyó sobre una montaña y que, pese a que se habilitó «un sótano gigantesco, la ocupación del terreno es la misma». «El sótano no tiene entrada directa por el interior de la casa, hay que salir fuera», justifica. «No digo que no hubiera algún exceso, pero ha prescrito», insiste.
Rectificación en el Registro
En su denuncia, Jaime Díaz de Entresotos señala que la licencia obtenida en 1987 era para una vivienda de 435,31 metros cuadrados (así se registró en agosto de 2007), pero la superficie registrada en la actualidad, a la que se le ha agregado el sótano, es de 1.060,35 metros, «sin contar terrazas ni piscina».
El exregistrador de la propiedad y ex jefe de la oficina liquidadora apunta que las inscripciones en el registro son «voluntarias». «La primera escritura se hizo cuando se empezó la casa para poder hipotecarla. No me preocupé más hasta el momento en que me jubilé, en 2007. Por eso, entonces, en 2007, se registró el final de obra, que se acompañó con un certificado que decía que la antigüedad de la casa era superior a ocho o 10 años», dice, al tiempo que agrega que en ese momento se añadió «la complementaria del sótano porque la casa estaba casi vendida» y el comprador le dijo que «no figuraba la extensión del sótano». Entonces se inscribió en el registro que la superficie de la vivienda, de dos plantas más sótano, era de 687,35 metros cuadrados.
Dos años después, en 2009, se hizo una nueva inscripción (se declara que la superficie de la vivienda es de 1.060,35 metros). Según Rodríguez Ayuso este «complemento» se formalizó porque en el Registro le avisaron de que «no figuraba la extensión del sótano».