(Diario de Mallorca, 8/01/2012)

El nuevo inmueble de calidad a construir podrá alcanzar casi la misma altura que el original

BIEL CAPÓ / T. OBRADOR El derribo del hotel Son Moll de Cala Rajada ahora sí se hace efectivo y bien visible. Las obras de demolición ofrecieron ayer una estampa urbanística de lo más contundente. Debido al ritmo de los trabajos, todo apunta a que a finales de la semana que viene ya no podría quedar edificación en pie. Bastantes curiosos siguen estos días las controvertidas obras, pues hay quienes consideran que el nuevo hotel a levantar mejorará la imagen y dinamizará el turismo y la economía de la zona, y otras personas en cambio rechazan que se emprenda una nueva construcción prácticamente de la misma altura que el vetusto inmueble que existía en el mismo emplazamiento.

Cabe recordar que el ambicioso proyecto de reforma y ampliación se paralizó tras el trágico derrumbe de parte del hotel a mediados de diciembre de 2008, muriendo cuatro trabajadores e hiriendo a otros cuatro.

Estructura metálica

El nuevo Son Moll se prevé sea un edificio más moderno y con una estructura metálica similar a la del nuevo palacio de congresos de Palma. A pesar de eliminarse una planta, la altura será parecida a la del viejo inmueble (ello es gracias al decreto Nadal). A finales del pasado septiembre, el ayuntamiento de Capdepera dio luz verde al proyecto básico para la reforma. La propiedad sumaba también el visto bueno de la conselleria de Turismo del Govern. Las obras del nuevo hotel deberán respetar el parón obligado por normativa municipal de cara a la temporada veraniega. El deseo, que esté listo para la temporada alta de 2013.