(Diario de Mallorca, 1/05/2010)

FELIPE ARMENDÁRIZ. PALMA. Eugenio Hidalgo, ex alcalde de Andratx por el PP y preso por dos delitos contra la ordenación del territorio, aseguró ayer al juez Francisco Pérez que Jaume Matas, ex president del anterior Govern, sería la persona que le alertó de su inminente detención en la operación Voramar. Hidalgo, que compareció por tercera vez en una nueva pieza del caso Andratx, anunció su intención de colaborar con la Justicia a partir de este momento.

El juez de apoyo Pérez está investigando si los entonces presidente y conseller de Interior del Govern del PP, Jaume Matas y José María Rodríguez, respectivamente, cometieron algún tipo de delito al alertar a algunos de los principales investigados en la operación Voramar de que iban a ser arrestados por la Guardia Civil.

El chivatazo tuvo lugar pocos días antes de que el 27 de noviembre de 2006, lunes, la Policía Judicial de la Guardia Civil detuviera a Hidalgo, al entonces director general de Ordenación del Territorio, Jaume Massot, y al celador municipal de obras de Andratx, Jaime Gibert, acusados todos de liderar un presunto entramado de corrupción urbanística.

Hidalgo mantuvo el sábado 25 de noviembre un encuentro en el Consolat de la Mar con Matas y el abogado Rafael Perera. El lunes 27, minutos antes de su arrestó, habló por teléfono con el conseller Rodríguez y comentaron lo inminente de la operación policial.

Ayer Hidalgo, condenado ya en dos piezas separadas del caso Andratx e imputado en otras muchas, explicó al juez que fue Matas quien le advirtió de lo que se avecinaba. El ex alcalde, que declaró como testigo, aunque con su abogado presente, aportó nuevos datos y detalles que contribuyeron a incrementar las sospechas.

Tras las detenciones de Hidalgo, del ex director general de Ordenación del Territorio del Govern del PP, Jaume Massot, y del celador municipal de obras de Andratx, Jaime Gibert, el juez Latorre, a petición de la fiscalía, investigó la posible filtración de la operación.

Los teléfonos de Rodríguez fueron pinchados y sus conversaciones grabadas durante unos días. Sin embargo, los fiscales anticorrupción, posiblemente obedeciendo órdenes de sus superiores, pidieron que se levantaran las intervenciones.

Las escuchas no aportaron nuevos indicios sobre el origen del soplo. Las cintas con las conversaciones del conseller Rodríguez fueron destruidas por orden del juez y a petición de Rafael Perera, abogado de Jaume Matas.

Hidalgo se dedicó también en los dos días anteriores a su arresto a tratar de destruir pruebas en su despacho y su domicilio.

La fiscalía, a la luz de las nuevas explicaciones ofrecidas ayer por Hidalgo, tendrá que decidir si pide la imputación de Matas y/o de otros ex dirigentes del Govern del Partido Popular.