El Govern denuncia que Baleares tiene unos 10.000 pozos ilegales de agua |
(El Mundo, 19/04/2010)
Efe. Las Islas Baleares tienen unos 55.000 pozos de extracción de agua subterránea, de los cuales unos 10.000 son ilegales, según ha denunciado este lunes el director general de Recursos Hídricos, Antoni Rodríguez.
Rodríguez ha aportado estos datos durante su participación en el curso "Recursos hídricos, biodiversidad y Ordenación del territorio", organizado por el Ministerio de Justicia y el Centro de Estudios Jurídicos, y dirigido a fiscales de Medio ambiente de todo el país, según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad en un comunicado.
En la primera ponencia que ha ofrecido, sobre "La gestión integrada de los recursos hídricos", Rodríguez ha destacado la importancia de la existencia de 10.000 pozos ilegales, teniendo en cuenta que un 95% del agua suministrada en Baleares proviene del subsuelo.
Rodríguez ha subrayado la importancia de ahorrar agua y ha señalado que el coste del agua desalinizada del mar alcanza un euro por metro cúbico, mientras la que procede de pozos tiene un coste de entre 10 y 15 céntimos de euros por metro cúbico. La depuración de las aguas residuales cuesta otro euro por metro cúbico.
El responsable de Recursos Hídricos ha señalado que Baleares tiene una capacidad de desalinizar de 70 hectómetros cúbicos, de los que la media de uso es del 65 por ciento.
Rodríguez se ha referido también a las precipitaciones y ha señalado que, en los últimos años, Baleares presenta una tendencia a la disminución de las lluvias y un incremento de la torrencialidad de las mismas.
En una ponencia sobre "La dinámica del litoral", el director general ha explicado que el 80% de la arena de las playas de Baleares procede de organismos marinos y se ha referido a la importancia de los restos de posidonia oceánica que se depositan en la orilla en la conservación de los arenales costeros.
También ha hablado de la conveniencia de retirar estos restos en el momento adecuado y con métodos apropiados para no estropear su labor de protección de los arenales.
Rodríguez ha incidido en la importancia de la conservación natural ya que ha indicado que la regeneración artificial de las playas puede tener una duración máxima de 4 o 5 años, pero, en casos de temporales fuertes, la permanencia de la arena regenerada puede durar tan sólo unos meses.