(Diario de Mallorca, 18/03/2009)

La sentencia se ejecutará en los próximos días y les obligará a pagar el coste, 70.000 euros

F. HORRACH. PALMA. El Ayuntamiento explicó ayer que la sentencia que obliga a derribar dos viviendas situadas en el número 19 de la calle Hospitalet de Son Anglada es "inapelable" y que se ejecutará en los próximos días con un coste de unos 70.000 euros que deberán pagar también los residentes. Esta resolución dejará en la calle a dos familias integradas por cinco adultos y siete menores, entre los que se incluyen un joven con una minusvalía del 33% y una mujer con 78 años.

Tal como informaron desde el consistorio, aunque la sentencia no obliga al realojo de las familias, un técnico de Bienestar Social está mediando para que abandonen de forma pacífica las casas y tratar de encontrar un lugar donde puedan ser acogidas. Sin embargo, ya avisaron que ninguna de las familias reúne los requisitos para que les concedan una vivienda municipal.

"Nos echan por racismo"

Tal como relató Juan Manuel Cortés, uno de los dos padres, la denuncia fue interpuesta en 2004 por un grupo de vecinos de Son Anglada motivada, según afirma, por su condición de etnia gitana. "No echan por racismo", aseguró. Cortés narró la situación de acoso, mediante continuas denuncias, que han sufrido por parte de los otros residentes, muchos de los cuales también se encuentran en una situación urbanística irregular parecida o igual a las dos viviendas denunciadas, según explica.

Ambas casas recibieron la primera orden de derribo el año 2007, aunque entonces, mediante una recogida de 400 firmas de su antiguo barrio, Son Cotoner, junto a una apelación que alegaba la falta de una residencia alternativa consiguieron detener la orden.