(Diario de Ibiza, 10/03/2009)

El conseller Miquel Ramon afirma que crear un gabinete contra las obras ilegales «es impensable para un Consell como el nuestro con la actual situación de crisis». Destaca que se han triplicado los expedientes

EIVISSA | J. LL. FERRER. El conseller de Urbanismo del Consell Insular, Miquel Ramon, confirmó ayer que la creación de un gabinete propio de disciplina urbanística en la institución «estaría bien»: «Pero con un Consell de nuestras características y con la situación de crisis actual es impensable; creo que nos apañaremos así», añadió. En todo caso, subrayó que en la actualidad «se están dedicando más medios que nunca a la disciplina urbanística» a través del personal que tiene la conselleria.

Miquel Ramon señaló que existe una abogada y un inspector dedicados íntegramente a disciplina urbanística y, aunque existen más abogados en el departamento de Urbanismo de la institución -tres en total-, admitió que estos «hacen más de una cosa», entre ellas la tramitación de cédulas de habitabilidad. En 2008 se contrató uno de estos abogados y el citado inspector: «Son dos personas que antes no teníamos», indicó.

El Consell subrayó que en el último año completo de gestión del PP se abrieron 34 diligencias previas de disciplina urbanística, mientras que en 2008 esta cifra ha pasado a 125. En cambio, Miquel Ramon no pudo precisar las cantidades recaudadas en concepto de sanciones, aunque «serán pocas», reconoció. También recordó que la principal responsabilidad en materia de disciplina urbanística corresponde a los ayuntamientos, por lo que «si el Consell tiene que actuar es mala noticia», puesto que quienes deben hacerlo en primera instancia son las corporaciones locales.

«No se renuncia a la disciplina»

Por su parte, los funcionarios del departamento de Miquel Ramon hicieron llegar una nota a este periódico en la que afirman que «el hecho de que no se cree un gabinete no quiere decir que el Consell Insular pueda renunciar al ejercicio de su competencia en materia de disciplina urbanística». También destacan la «labor callada, pero efectiva» de dicho departamento, que se ve acompañada por la creación de «verdaderos equipos de control de la disciplina urbanística», y cita el caso del Ayuntamiento de Santa Eulària. «Si los municipios actúan, el Consell no tiene nada que hacer», señalan estos funcionarios.

Por otra parte, y en relación a la nueva Oficina del Paisaje que se pondrá en marcha en el Consell Insular, dentro de la misma conselleria de Política Territorial, Miquel Ramon señaló que se trata de un órgano que «ya existe en muchas comunidades autónomas». Especial hincapié hizo en negar que esta oficina vaya a servir para colocar a personal nuevo. «No crearemos una oficina con no sé cuántas personas, sino que se compartirán administrativos», añadió.

En general, «con el personal de la casa, se repartirán los trabajos. Todo el mundo hará más de una cosa», indicó el conseller en alusión al departamento de Política Territorial, quien opinó que «se trata de optimizar recursos con el personal» que tienen.

Del mismo modo, el secretario general de Presidencia, Francesc Medina, recalcó que el hecho de que no exista un gabinete propio de disciplina urbanística no evitará que «se continúe prestando este servicio como se ha hecho siempre». Aunque los funcionarios que desempeñan este trabajo no están agrupados en «ningún negociado, ni sección, ni servicio», Medina subrayó que «se seguirán abriendo expedientes» [Nota de Disúrbia: és trist que avui en dia encara hi hagi persones amb aquesta mentalitat respecte al que representa la disciplina urbanística. El Sr. Medina diria el mateix si es referís a qualsevol altre servei del Consell d'Eivissa?]. En cuanto a la nueva oficina de paisajismo, dijo que «en materia de paisaje, sólo podemos actuar si tenemos un catálogo que dé fuerza jurídica».