(Diario de Ibiza, 17/01/2009)

Desde hace algunos días se reciben en el Ayuntamiento escritos y llamadas en relación a una obra ilegal precintada hace meses en la zona de Sant Carles. La Guardia Civil investiga los hechos

SANTA EULÀRIA | REDACCIÓN. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santa Eulària ha comenzado a recibir recientemente llamadas telefónicas y escritos de carácter anónimo en los que se coacciona a determinados miembros de la Corporación. Las amenazas están relacionadas con la paralización de una obra ilegal situada en la zona de Sant Carles contra la que se abrió hace varios meses un expediente de infracción urbanística.

Fuentes municipales han señalado que la obra precintada es una vivienda particular ya existente en la que se acometieron obras a pesar de carecer de los preceptivos permisos. El Consistorio ha puesto estos hechos en conocimiento de la Guardia Civil y agentes pertenecientes a la Policia Judicial de este cuerpo han iniciado una investigación al respecto que, según las misma fuentes, suponen «bastante avanzada». No obstante, el gobierno municipal no ha podido especificar quiénes han sido los ediles coaccionados ni cuál es el contenido de los textos y las llamadas recibidos hasta el momento para no obstaculizar la investigación.

Hasta los responsables

En un comunicado remitido por el Ayuntamiento se puntualiza que también la Fiscalía ha abierto una investigación sobre este caso, con el fin de llegar a los responsables de estas comunicaciones amenazantes.

El Consistorio ha mostrado su «absoluta disponibilidad» para colaborar con la Justicia con el objetivo de aclarar estos hechos. Desde esta institución se ha destacado también que no se tolerará ningún tipo de comportamiento contrario a la ley por ninguna persona.

El equipo de gobierno de Santa Eulària asegura que no dudará en adoptar las medidas necesarias para esclarecer lo ocurrido y «defender la honorabilidad» de la institución municipal, para lo cual se establecerán «todas las medidas que se deriven de la investigación».

Fuentes municipales aseguraron ayer que este caso «ha pasado del plano administratvo a las coacciones y amenazas» y puntualizaron que el principal problema para los miembros de la Corporación es que no saben a quién se están enfrentando.

El equipo de gobierno considera prioritario averiguar quién o quiénes son los coaccionadores para establecer la seriedad y gravedad de las amenazas recibidas durante los últimos días en el edificio de la sede consistorial.