José Sala Torres, alcalde de Sant Antoni: «No es culpa mía el retraso en el derribo de la casa de Cretu» |
(Diario de Ibiza, 9/11/2008)
El alcalde de Sant Antoni, José Sala Torres (Sant Antoni, 1952), asegura estar tranquilo pese a la amenaza que pesa sobre su patrimonio particular por el retraso en la ejecución del derribo de la mansión de Cretu. Dice que la demora se debe a cuestiones administrativas ajenas a su voluntad. Cree que ocho años en el Ayuntamiento son suficientes y que pese a que algunos le animan a que sea candidato al Consell, advierte que ahora le apetece más dejar la política.
EIVISSA | EUGENIO RODRÍGUEZ
-¿Por qué no se han cumplido los plazos marcados por la juez para demoler la mansión de Cretu?
-Por cuestiones meramente administrativas. Primero, tuvimos que averiguar si teníamos que contratar a un arquitecto de fuera, porque nosotros no tenemos, o si el proyecto de demolición podía hacerlo un aparejador. A éste, luego, le han aparecido 50.000 problemas que, por ciento, algunos aún no se han resuelto. Por ejemplo, no sabemos cómo nos vamos a encontrar la casa. ¿Estará amueblada? ¿Habrán desmontado todo lo que sea útil? ¿O tendremos que hacerlo nosotros, tornillo a tornillo? No se ha resuelto todavía el desalojo de la vivienda. También ha habido problemas presupuestarios a pesar de que cada año hemos ido poniendo una pequeña partida. Ha habido otros problemas por el exceso de construcción. De todas formas, la voluntad judicial era que no se pusieran trabas a la demolición. No hay que confundir las cosas. Una cosa es que yo defienda una postura, que me parece que es la acertada, y otra que haya puesto trabas al cumplimiento de la sentencia, que no es así.
-La piscina y la pista de tenis, cuyas licencias de construcción no han sido declaradas ilegales, ¿se derribarán?
-El proyecto no lo contempla. Qué finalidad tendrán esos elementos allá. No lo sé. Sinceramente, para un Ayuntamiento con muchos más medios que nosotros seguro que esta situación le resultaría conflictiva y complicada. Tendría a 20 técnicos y abogados trabajando porque a veces uno no sabe por dónde meterle mano. Pero para un ayuntamiento como nosotros es casi utópico hacer una cosa de estas características. El juzgado nos obliga a hacerlo y haremos todo lo que esté de nuestra mano para cumplirlo. Llegaremos donde llegaremos. Ya veremos si seguirá habiendo problemas.
-¿Ha recibido alguna nueva advertencia del juzgado sobre el retraso en la ejecución del derribo?
-No nos han dicho nada más.
-¿Le preocupa que la juez le imponga una sanción económica sobre su patrimonio personal por el incumplimiento de los plazos?
-No. Bueno, me preocuparía si lo hiciera, pero no creo que se pueda llegar a esta situación. Creo que está más que acreditado todo lo que se ha ido haciendo. Además, personalmente he hecho todo lo que debía hacer, que era firmar los decretos para que administrativamente se trabajase en esto. Si hay un retraso no es por culpa del alcalde. ¿Qué más puedo hacer? Me podrían recriminar algo si, por ejemplo, me hubiera negado a disponer una partida presupuestaria o si no hubiera encargado el proyecto. No creo que haya nada personal.
-Está tranquilo, pues.
-Sí, pero también sé que muchas resoluciones no se basan en la lógica. No estaría tranquilo si estuviésemos en una situación en la que no hubiéramos hecho nada. No es el caso. No ha habido ningún acto de obstrucción a la Justicia, sino todo lo contrario.
-¿Qué pasaría si el concurso de las obras de demolición queda desierto?
-Tendré que preguntarlo a la juez.
-¿Se le ha pasado por la cabeza esta posibilidad?
-La verdad es que alguna vez lo he pensado, pero no creo que sea posible porque en una época de crisis una obra de derribo de 900.000 euros es atractiva. Pero puede pasar cualquier cosa.
-¿Alguna empresa ya ha mostrado interés?
-Creo que sí. Se han interesado, pero eso no quiere decir que opten finalmente a la adjudicación.
-¿Desconocían que había un exceso de construcción?
-Pensábamos que podía darse, pero hay que tener en cuenta que la mayoría del exceso es más de uso que de edificación. Como la casa se levanta sobre una ladera, por debajo del forjado sanitario, que ya estaba en el proyecto, se le ha dado un uso como salón y no sé qué demonios más. Hay poco exceso de construcción lateral visible. Cuando lo detectamos iniciamos un expediente de disciplina urbanística.
-¿Por qué no se comprobó antes?
-¿Cuándo teníamos que comprobarlo? Lo detectamos cuando el arquitecto técnico accedió a la casa tras obtener autorización judicial. Desde fuera no se aprecia nada. No se puede comprobar nada si no se produce ninguna situación anómala.
-Estaban las denuncias del GEN.
-Había denuncias, pero aparentemente no se veía nada. Aunque haya denuncias, si no te dejan entrar en la casa... Además, tengo mis dudas de que se haya presentado una denuncia concreta en el Ayuntamiento sobre el exceso de construcción. Se ha dicho, como tantas otras cosas.
-¿Los presupuestos del próximo ejercicio se verán afectados por el proyecto de derribo?
-De momento trastoca los presupuestos en 900.000 euros, que es el precio de adjudicación de la demolición. Aunque en principio los tenemos que recuperar, pienso que este señor [Cretu] no lo pagará por las buenas, por lo que habrá que llegar hasta las últimas consecuencias. La reclamación de responsabilidad patrimonial también debe seguir su curso. Pienso que el Consell tiene responsabilidad porque, aparte del informe de la Comisión de Urbanismo, se hizo otro informe favorable como asistencia técnica de que la construcción era posible. Daremos traslado de esta responsabilidad al Consell, pero no será un proceso inmediato, por lo que no podemos hablar aún de ello. También habrá culpa compartida del propio constructor y la sanción que se puede derivar del expediente de disciplina urbanística por el exceso de construcción.
-El GEN dice que el Ayuntamiento no tiene por qué indemnizar nada a causa del exceso edificado. ¿Es así?
-Es muy fácil decir las cosas. Hay un expediente de disciplina urbanística del que se puede derivar una sanción. Cuando se trata de elementos ilegalizables la sanción alcanza el 100 por cien de su valor, pero no es lo mismo que haya dado un uso a la parte interior de una construcción que ya existía que el desarrollo de una obra nueva. Pienso yo, pero todavía no tengo los informes técnicos. No se puede especular. Tampoco sabemos el resultado del expediente de reclamación de responsabilidad patrimonial. Quizá por allí se puede recortar algo, porque tanto los técnicos como el propio promotor son corresponsables de un incumplimiento alegal. De todos modos, la casa de Cretu no es una rara avis en Eivissa. Basta echar una miradita por el paisaje. A ésta la tomaron como bandera de algo. Quiero recordar que yo no di la licencia. Yo me encontré este problema cuando llegué
-Pero su mandato quedará marcado por este hecho.
-Incluso cuando el juez dicta las resoluciones habla de mí como si yo fuera el culpable de todo, pero quizá debería recordar que no fui yo.
-¿Usted pidió la pasada legislatura al Govern de Matas que ideara una ley a medida para resolver el problema?
-Yo no solicité ninguna ley, pero sí que pedí siempre a la administración insular y la autonómica que resolvieran este problema porque Sant Antoni no tenía ningún motivo para verse abocada a esta situación, con el perjuicio económico y social que producirá. Hay muchas situaciones idénticas en Eivissa. Desde que se tumbó el hotel Insula Augusta no creo que se haya derribado nada más, salvo algún almacén o accesos en terrazas. Tampoco eso sirvió.
-¿Qué pasa con la revisión del PGOU? ¿Por qué se retrasa tanto?
-Todas las cosas son complicadas. Habíamos pensado presentar un buen avance que incorporara ordenación, pero finalmente hay una serie de cuestiones que no podrán resolverse a tiempo y sólo se podrá sacar lo que corresponde a un avance, señalando qué cosas son urbanas y rústicas pero sin ordenación. Distintas circunstancias más puntuales como puede ser el tema de ses Variades o el deslinde de Costas en Cala Gració, Can Negret y Punta Galera también lo han retrasado. En todo caso, espero que este mes o antes de que finalice el año se pueda sacar el avance. El trabajo de ordenación está muy avanzado, por lo que confío en recuperar luego el tiempo que hemos perdido ahora.
-¿Se urbanizará ses Variades? ¿Ha cerrado algún acuerdo con el Consell?
-La aprobación de la Ley de medidas urgentes del territorio y la moratoria del Consell también han contribuido a este retraso. Como algunos diputados dijeron que dicha ley no afectaba a ses Variades y la moratoria sólo está aprobada inicialmente, yo pensaba que debíamos mantener el convenio urbanístico de ses Variades en el avance del PGOU. El Consell no discrepa demasiado sobre esta cuestión.
-¿Pero estará en el avance del PGOU?
-No está claro todavía, pero pienso que el Consell no pondría ninguna objeción.
-¿Ha habido alguna novedad en el proceso judicial que se sigue contra usted y la ex consellera Stella Matutes por la aprobación del desarrollo urbanístico de estos terrenos a través del Plan Territorial Insular?
-No.
-¿Le preocupa?
-Nada. Bueno, a nadie le gusta estar imputado. Si pudiera escoger, preferiría no estar imputado. Ahora bien, me extrañaría mucho que tuviera consecuencias una cosa en la que hubo luz y taquígrafos desde el primer momento. Podría haberme equivocado, pero otra cosa es haber cometido algún tipo de delito.
-¿El cambio de color político en el Consell y el Govern está afectando a su gobierno?
-Sí, sobre todo en algunos puntos. Aún no entiendo qué ha pasado con la segunda fase del paseo de ses Variades, hasta Cala Gració. Nadie me da una respuesta. Otra cosa que me preocupa es el Plan Renove de turismo que es esencial para el municipio, del cual tampoco obtenemos respuesta. También estoy muy decepcionado con la ronda sur. No entiendo por qué se ha sacado del proyecto. Era una parte que hace falta y que no genera dudas entre los ciudadanos. Hay otras inversiones que no se han parado. Con retraso, se ha contratado la reforma integral de la depuradora. Se ha empezado el instituto, que se está construyendo rápido, y espero que en enero empiecen las obras de una parte del colegio Vara de Rey. Esto ha obligado a poner aulas prefabricadas a pesar de que yo no era favorable a ello. Creo que había otras soluciones, pero es responsabilidad de la conselleria de Educación, que ha optado por esta solución. Hemos colaborado todo lo que hemos podido y sabido.
-¿Pero ha pedido un compromiso firme al presidente del Consell sobre el Plan Renove?
-He hablado de ello con el presidente y el anterior conseller de Turismo, y con diversos consellers. Siempre he recibido buenas palabras, pero sólo eso. Veo que se actúa en otras partes y creo que donde hace más falta es en Sant Antoni. Somos la zona turística más antigua de Eivissa y no podemos quedarnos sin un producto estrella que nos permita equipararnos al resto de pueblos: Santa Eulària tiene el Palacio de Congresos; Vila, el Parador y cruceros; Sant Josep, el Parque Natural. Pensamos que la mejora de Sant Antoni debe hacerse a través de un producto turístico de calidad y la mejora de la bahía: fondeos, pantalanes, ampliación del puerto deportivo si es posible y el atraque de algún crucero. El Plan Renove también contempla la revalorización de zonas rurales, como es Broll, y la creación de una zona verde amplia que rodee la parte trasera del pueblo, que es lo que se ve cuando se llega de Vila.
-¿Se ha olvidado ya del proyecto del túnel de acceso al puerto?
-Es muy complicado, pero ha habido un cambio sustancial desde que se puso en marcha la estación de autobuses. El tráfico que provocaban los autobuses, con el paso de 300 ó 400 diarios, causaba muchos problemas en elpuerto. Ahora se ha hecho menos imprescindible, aunque sigo pensando que sería bueno.
-¿Qué piensa de los casos de corrupción que afectan a su partido?
-Pienso que el que haya hecho alguna cosa debe apechugar con las consecuencias. Muchas veces hay un movimiento judicial y mediático que al final no se corresponde con la realidad. Hay que esperar a ver qué ha pasado y quiénes son los responsables. Las responsabilidades son personales e intransferibles, no de partidos.
-¿Intuía algo?
-Para nada, y aún no lo entiendo.
-Y el caso de José Juan Cardona. ¿Pondría usted la mano en el fuego por él en el caso Ordinas?
-Se está utilizando mucho esta expresión. Por lo que sé hasta el día de hoy, pienso que no ha hecho nada, ni es responsable de nada. Se le atribuye sobre todo una culpa in vigilando [cuando una persona es responsable de los actos que realiza otra sobre la que tiene un especial deber de vigilancia], pero no hay ningún responsable político que no pueda ser acusado de lo mismo en cualquier momento. Si te defraudan tus colaboradores, estás perdido porque cada día uno debe firmar montones de papeles.
Tengo por costumbre repasarlos, pero hay cosas que aunque se repasen no se ven. Por lo que lo conozco, y salvo que esté muy equivocado, creo que Cardona no es responsable de ninguno de los delitos que se le atribuyen de forma directa. Estos casos no dicen nada en favor de la clase política, porque afectan a todos los partidos. Los políticos pueden equivocarse como el resto de personas, pero creo que casi todos o todos actuamos de buena fe, en un ejercicio casi de masoquismo por dedicarnos a la función pública.
-Usted ha dicho que ocho años eran suficientes en el Ayuntamiento. ¿Aspira a la presidencia del Consell?
-Sigo pensando que ocho años son más que suficientes, pero no he adoptado ninguna decisión al respecto. Hay quien me anima a unas cosas y a otras, y la verdad es que la opción que más me apetece es dejarlo todo y volver a casa. También es verdad que cuando uno está involucrado en todas estas cosas, tiene ganas de acabar cosas empezadas y empezar otras nuevas.
-¿Le tira el Consell?
-Me gusta más el Ayuntamiento, aunque pienso que esta etapa con ocho años es suficientes. Se ha hecho lo que se ha podido y se seguirá haciendo hasta el final de la legislatura, pero el problema siempre es el mismo: la falta de financiación. Me gustaría hacer muchas más cosas, pero creo que debe haber otras personas que se involucren.