Eivissa: ayuntamientos y Consell aún no han eliminado las barreras para discapacitados de sus edificios |
(Diario de Ibiza, 7/08/2008)
Una ley autonómica de 1993 exigía el acondicionamiento de todos los edificios públicos antes del pasado mes de mayo, calificando el no cumplimiento de la obligación como «infracción grave»
EIVISSA | PABLO SIERRA. Los ayuntamientos ibicencos y el Consell Insular no han suprimido todavía las barreras arquitectónicas de algunas instalaciones y edificios públicos. Esta situación incumple la ley balear 3/1993, que dio a las instituciones un plazo de quince años para eliminar estas barreras y habilitar, al menos, un acceso por edificio público.
El plazo dado por el Govern venció el pasado mes de mayo y tres meses después, aún persisten muchas instalaciones y dependencias públicas a las que no puede acceder una persona con discapacidad. A pesar de que la ley tipifica esta situación como «infracción grave», la conselleria de Obras Públicas no tiene intención de sancionar a las instituciones [Nota de Disúrbia: entre d'altres motius, perquè la competència per sancionar aquestes infraccions no correspon al Govern, sinó als ajuntaments i als consells insulars...].
El director general de Arquitectura, Joseba Dañobeitia, asume que esta realidad es algo «común en la mayoría de municipios de Balears». «Queremos combatir este problema pero no podemos sancionar a todos los ayuntamientos de Eivissa porque prácticamente nadie cumple», afirma Dañobeitia. El director general matiza que sí se sancionarán las instalaciones que sean denunciadas por asociaciones o ciudadanos anónimos.
Dañobeitia cree que las razones que impiden que la supresión de las barreras arquitectónicas sea una realidad es la «falta de sensibilidad y conciencia». «Todavía se debe trabajar mucho más para avanzar en este tema, tengo confianza en que la situación mejore porque el Govern está poniendo mucho empeño en que sea así», comenta.
Precisamente, a lo largo de estos años, el Govern ha realizado diversas convocatorias para sufragar una parte de estas obras. La última de ellas se convocó durante el pasado curso. Los ayuntamientos de Santa Eulària, Sant Joan, Sant Josep y Sant Antoni presentaron diferentes proyectos pero no todos fueron aprobados por la conselleria de Obras Públicas.
Propuestas rechazadas
Las propuestas presentadas por los consistorios de Sant Josep y Sant Antoni fueron rechazadas porque «no adjuntaban un proyecto detallado». «Sant Josep quería reformar el Ayuntamiento, instalando un ascensor, un lavabo y un acceso para discapacitados. Sant Antoni planteó la posibilidad de adecuar los accesos a la biblioteca municipal. Por desgracia, ninguno de los proyectos detallados cumplía con las exigencias mínimas», argumenta Dañobeitia.
Por su parte, las dos propuestas presentadas por Sant Joan, el acondicionamiento de un edificio polivalente en el mismo pueblo y de la zona deportiva de Sant Miquel, sí que fueron aprobadas.
En el caso de Santa Eulària, el Govern sufragará una parte de supresión de barreras en la zona deportiva de Jesús. No obstante, denegó hace unos días la subvención para acondicionar los accesos al cementerio de Jesús y para establecer un recorrido libre de obstáculos para los discapacitados entre los cuatro edificios municipales con los que cuenta Santa Eulària. Desde el Ayuntamiento comentan que recurrirán la denegación del itinerario porque «es un proyecto muy importante y necesario para el municipio».
El Consistorio de Vila no presentó ninguna propuesta a la conselleria de Obras Públicas. Algunos edificios de la ciudad como las oficinas municipales de la calle Castilla carecen completamente de, al menos, un acceso para personas discapacitadas, el mínimo que exige la ley. Sin embargo, fuentes municipales aseguran que el Ayuntamiento está trabajando para acondicionar todos sus edificios públicos.
«Las reformas del MACE y de la piscina y la pista de atletismo de Can Misses ya incluían estas mejoras. También se ha estudiado la posibilidad de adecuar la Policía Local y las oficinas de la calle Castilla y se ha llegado a la conclusión de que hacer esa remodelación es prácticamente imposible debido a las características de los inmuebles. La solución será esperar a que se acabe el nuevo edificio municipal de sa Colomina, donde se trasladarán esas dependencias», explican.
El Consell Insular tampoco solicitó ayudas a la conselleria y sigue manteniendo las barreras arquitectónicas en el pabellón de Blanca Dona. Esta instalación deportiva, como el estadio Can Misses y el polideportivo Es Pratet, carece de una zona en las gradas habilitada para las personas con discapacidades.
En el caso de Formentera, la situación es diferente. Joseba Dañobeitia comenta que el Ministerio de Fomento, la conselleria de Obras Públicas, el Consell y la ONCE llevarán a cabo un plan especial para acondicionar todas las instalaciones de la Pitiusa menor. «Esta propuesta se puede llevar a cabo por las condiciones geográficas especiales con las que cuenta la isla de Formentera», precisa Dañobeitia.
«Sigue habiendo problemas para acceder a algunos espacios públicos»
EIVISSA | P. S. Sin lugar a dudas, el colectivo de discapacitados y las personas que tienen que hacerse cargo de ellos son los que sufren diariamente las barreras arquitectónicas que persisten en los edificios y la vía pública. La Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (Apneef) lleva años denunciando esta situación injusta. «Sigue habiendo bastantes problemas a la hora de acceder a algunos lugares públicos», explica Carmen Bonet, la nueva presidenta de la asociación.
Los escalones a la entrada de una oficina municipal, una papelera que impide el paso a una silla de ruedas o un semáforo sin aviso acústico se convierten en barreras muy difíciles de superar para las personas discapacitadas. Bonet considera que las instituciones tienen «intención de mejora», aunque admite que queda mucho trabajo por hacer.
Clea Waske también es miembro de Apneef y reside en Santa Eulària con su hija Ana, que sufre una discapacidad que le obliga a utilizar una silla de ruedas. Waske reconoce que las nuevas obras públicas empiezan a tener en cuenta al colectivo de discapacitados. «Ahora me muevo mejor con mi hija que hace unos años pero todavía son necesarias muchas más mejoras, como adaptar completamente las aceras», explica.
Otra madre que forma parte de Apneef, Carmen Escandell, es muy dura con la gestión que hace el Ayuntamiento de Vila. «Los autobuses no están habilitados, sigue habiendo pasos de peatones elevados y es imposible acceder a las oficinas municipales. Además, muchas veces los aparcamientos para minusválidos no se respetan», se lamenta Escandell, que cree que, en ocasiones, la sociedad tiene poca conciencia de la situación de los discapacitados.