(Diario de Ibiza, 3/08/2008)

El precinto se ha comunicado a través del Boletín de la Comunidad por la hostilidad del propietario

EIVISSA | A.F.F. El Ayuntamiento de Sant Antoni ha dado de plazo hasta mañana al propietario de la casa de Can Marge que se está ampliando irregularmente desde hace dos meses para que permita acceder al interior de la finca para precintar las obras. Después de varios intentos de notificación infructuosos, la Corporación decretó la medida a través de un anuncio publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad, lo que implica que, en caso de persistir en la ampliación sin licencia, el propietario incurriría en un posible delito de desacato a la autoridad.

En este caso, aunque el promotor de las obras se ha negado repetidamente a abrir la puerta de la finca donde se realizan las obras a los celadores municipales, el precinto se da por impuesto y la reanudación de las obras se considerará una violación del mismo.

Según explicó la concejal de Urbanismo de Sant Antoni, Pepita Costa, el pasado 23 de junio se emitió un decreto de alcaldía ordenando la paralización de las obras. El promotor se negó a recibir la notificación, amenazó a la policía local cuando pretendía entregarle el aviso y «llegó a apedrear a los representantes municipales». El Consistorio acordó decretar el precinto cautelar de las obras el pasado 23 de julio, que también se negó a recibir, por lo que se ha remitido al BOIB.

Si el promotor no permite el acceso a los funcionarios municipales para colocar los precintos se dará parte al juzgado para que autorice la entrada en la finca a la autoridad municipal. La obra ilegal consiste en la ampliación de un piso a la vivienda de planta baja conocida como Can Marge, en Sant Rafel.