(Diario de Mallorca, 27/07/2008)

 "Un constructor me hizo una rebaja en unas obras ya muy rebajadas a cambio", dice el celador

FELIPE ARMENDÁRIZ/J.F.MESTRE. PALMA. Jaime Gibert, el suspendido celador municipal de obras del Ayuntamiento de Andratx y uno de los cuatro condenados ya por la supuesta trama de corrupción urbanística en dicha localidad, ha admitido que firmó unos certificados falsos sobre la antigüedad de una casa en suelo rústico a cambio de que un constructor le hiciera una importante rebaja en su finca urbana de la calle Vidrería de Palma. La confesión del arrepentido del caso Andratx, adelantada por DIARIO de MALLORCA el pasado 11 de marzo, ha incriminado fuertemente a varios imputados más del complejo sumario.

La magistrada de instrucción 12 Carmen González ha levantado recientemente el secreto sumarial que pesaba sobre las nuevas piezas abiertas a raíz de la confesión de Gibert, representado por Juan Luis Matas y que ya en la primera sentencia del caso Andratx ha visto disminuida considerablemente su pena por esta colaboración.

Jaime Gibert ha explicado, con pelos y señales, las supuestas falsedades y otras irregularidades que cometió en varios expedientes urbanísticos. El suspendido funcionario justifica en parte dichas acciones por las presiones y órdenes del entonces alcalde de Andratx por el Partido Popular (PP), Eugenio Hidalgo, y del factotum del urbanismo municipal y ex director general de Ordenación del Territorio del anterior Govern, Jaume Massot.

Una de las "confesiones" de Gibert se refiere a un chalé construido en 2004 por el particular Juan Corró sobre un terreno rústico. La casa se hizo al amparo de una licencia de obra menor para remozar una supuesta caseta de campo. Agentes medioambientales del Govern denunciaron la supuesta irregularidad urbanística y el constructor de la casa ilegal, Felipe Seguí, amigo de Gibert y de Hidalgo, pidió al celador un expediente falso de preexistencia de una casa antigua en la finca.

"Felipe Seguí me dijo que si le hacía el certificado de antigüedad me haría la obra de la calle Vidrería (de Palma) que me estaba realizando casi a precio de coste y que me costaría tres mil euros menos de lo que tenía que pagar", ha explicado Gibert.

El celador se mostró reacio a falsear el certificado porque pensaba que iba a ser inútil para cubrir la irregularidad, pero acabó firmando no uno, sino dos documentos de antigüedad.

La pieza separada de Corró y otras en las que el funcionario municipal ha reconocido importantes irregularidades siguen instruyéndose en el juzgado número 12.

El arrepentimiento de Gibert ha comprometido seriamente la situación procesal de Jaume Massot, Eugenio Hidalgo y otros imputados en varias piezas separadas.

Comparecencia. Gibert también carga contra los técnicos en su confesión

La confesión de uno de los principales imputados en el caso Andratx, el suspendido celador municipal de obras, ante el anterior juez instructor Álvaro Latorre también carga contra los técnicos municipales que toleraron importantes descuadres e irregularidades en los expedientes urbanísticos.

"Cualquier técnico observando el proyecto básico y el de ejecución podía constatar que lo que se solicitaba era una obra nueva y no una rehabilitación porque en los mismos constaban los apartados de cimentación, estructura, forjados, etc", añadió el arrepentido en relación a varias piezas separadas.