(Menorca, 15/07/2008)

Maria Lluïsa Dubón evalúa las diferencias de los planes territoriales insulares y afirma que la existencia del IME supuso un “plus de calidad” a la normativa

Xim Fuster, Palma. Maria Lluïsa Dubón (Maó, 1953) es la actual consellera de Territorio del Consell de Mallorca. Ha tenido que lidiar en muchos frentes para poder aprobar la modificación del Plan Territorial de esa isla, aunque ya contaba con la experiencia previa del PTI menorquín. Pese a la proximidad territorial, en su comparación entre ambos documentos urbanísticos, encuentra enormes diferencias. Cabe señalar que la entrevista se realizó antes de la apro bación de las últimas modificaciones del PTM.

-Como conocedora de los Planes Territoriales (PT) de Menorca y Mallorca, ¿en qué se parecen y en qué se diferencian?

-Son muy diferentes. Tienen en común los puntos que emanan de las Directrices de Ordenación Territorial. Pero en realidad, el de Mallorca no va mucho más allá: es un Plan que cumple con el requisito de dar cumplimiento a la normativa de desarrollar un PT en sentido muy estricto de la palabra, pero creo que no define de forma clara y concisa el modelo de territorio que se quiere.

Ésta es posiblemente la principal diferencia con nuestro PT, que sí tiene unas líneas muy claras. Existen varios factores: el hecho de que se aprobaran unos criterios consensuados a nivel insular, había un sustrato previo muy potente antes de iniciar el PT y así quedó plasmado; además, Menorca también contaba con la declaración de Reserva de la Bios­fera. Un tercer factor, que quedó reflejado en la calidad del PTI es el hecho de que exista el Institut Menorquí d’Estudis: que Menorca sea una isla tan estudiada supone un sustrato cultural elevado y una implicación entre los científicos y su territorio. Fue un plus para la Isla que se puso a disposición del equipo redactor.

-Así que la Reserva de la Biosfera sí ha contribuido a la protección.

-Sí, y de nuevo el hecho de que existiera el IME hizo posible conseguir la declaración de la Reserva. Esta estructura contribuyó a su aprobación, y la Reserva de la Biosfera dio una garantía al PT. El hecho de que Menorca sea una sociedad muy estructurada posibilitó que el PT fluyera de manera natural.Es decir, para Mallorca, el PT es un planeamiento más, y para Menorca es un proyecto de país. Ésta es tal vez la diferencia más grande entre los dos planes.

-En Mallorca hay diversos casos urbanísticos que están en los Tribunales. ¿Por qué se judicializan tantos temas de territorio?

-Creo que la situación entre Mallorca y Menorca es muy diferente en todos los sentidos. Primero, el tamaño; la complejidad, en Mallorca es mayor que en Menorca. Siempre se ha dicho que Menorca es como un laboratorio natural, tiene unas dimensiones magníficas para cualquier investigación que quiera emprenderse, porque permiten ver unos resultados que tienen entidad por sí mismos, con unas perturbaciones más humanas, más manejables. En cambio, en Mallorca, el movimiento de capitales, de personas, acciones externas y de procedencia propia, son tan complejas que difícilmente puedes hacer un diagnóstico acertado en poco tiempo. Necesitas mucho tiempo para entender todo el engranaje.

Otra diferencia sustancial en los PTs es la manera de entender el suelo rústico. En Mallorca, el rústico es entendido como suelo urbanizable en reserva, lo que creo un error, porque genera tensiones muy fuertes sobre el territorio. Posiblemente, el caso ‘caballistas’, por ejemplo, puede ser una muestra de ello. Creo que es entender el suelo rústico de una forma especulativa. Si no se desligan los intereses especulativos, difícilmente se tendrá una Isla en las condiciones que debería tener desde el punto de vista territorial y paisajístico.

-Sin nombres ni partidos. ¿Por qué se produce tanta corrupción en el ámbito político cuando se habla de urbanismo?

-La corrupción está muy próxima a temas urbanísticos porque es donde hay más presión económica y se mueven capitales importantes. Una decisión política puede generar un movimiento importante de capital, por lo que es un área muy compleja y sensible, y hay que ir con pies de plomo.

En todo caso, quisiera añadir que en el Consell de Mallorca contamos con un equipo técnico muy completo y profesional, que me ayuda a descifrar cada uno de los enigmas que surgen día a día.

-Ya han pasado unos años desde la aprobación del PTI. ¿Qué cambiaría y qué considera un acierto?

-Uno de los aciertos lo acabo de mencionar, la protección del suelo rústico. Creo que Menorca incorporó una idea que emana del Convenio Europeo del Paisaje, donde se afirma que todo territorio tiene un valor paisajístico. Y Menorca hace realidad este principio: toda la Isla tiene en sí misma. Otro acierto fue evitar que se construyeran plurifamiliares en la costa. Ambos ya justifican el PTI. ¿Qué cambiaría? Posiblemente uno de sus puntos más débiles es la legalización de los núcleos rurales. También es cierto que era una situación creada y había que hallar alguna solución. Con la perspectiva del tiempo, quizás desde un punto de vista jurídico es lo que me crea alguna duda.

-Siempre hay algún ayuntamiento más obediente que otro...

-Aparte del tema político, creo que en el tema de disciplina urbanística también tiene importancia los servicios técnicos. Si hay buenos políticos, pero no tienen un buen equipo técnico, difícilmente podrán hacer grandes cosas, y también al revés.

Una reflexión final. Cuando hago análisis de mi etapa como consellera en Menorca creo que me equivoqué en la relación con los ayuntamientos. Como no tenía experiencia política, lo empecé a comprender cuando estaba avanzada la legislatura, lo que me generó algunos problemas. En Mallorca he querido corregir esta cuestión y por ello visité los 53 municipios al llegar aquí. Llevo una política mucho más municipalista.