Andratx: condena ejemplar |
(Diario de Mallorca, 27/05/2008)
La Audiencia impone cuatro años de cárcel al ex alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, por construirse un chalet ilegal. Jaume Massot, ex director general de Ordenación del Territorio, cumplirá tres años y medio de prisión por prevaricación
J.F. MESTRE/F.ARMENDÁRIZ. PALMA. Eugenio Hidalgo, ex alcalde de Andratx, irá a la cárcel, y no por un período corto. Tendrá que cumplir una pena de cuatro años por construir una vivienda unifamiliar en un terreno rústico protegido utilizando una licencia para levantar una nave agrícola. La Audiencia de Palma, en una sentencia del tribunal de la Sección Segunda, le declara culpable de los delitos de prevaricación administrativa y contra la ordenación del territorio. Se trata de la primera sentencia condenatoria contra el ex alcalde del PP de las más de 70 causas que aún tiene pendientes.
Quién tendrá que acompañar al ex alcalde a la cárcel (si el Supremo confirma la sentencia) es Jaume Massot, ex director general de Ordenación del Territorio, y primer político del Govern Matas que es condenado en una sentencia penal. Massot cumplirá tres años y medio de prisión por prevaricación administrativa y un delito contra la ordenación del territorio.
El ex asesor jurídico de Andratx, Ignacio Mir, también ha sido declarado culpable de un delito de prevaricación administrativa, y cumplirá un año de cárcel. El celador de obras, Jaime Gibert, se ha visto beneficiado por el pacto alcanzado con la fiscalía, y aunque se le considera culpable de un delito contra la ordenación del territorio, sólo tendrá que cumplir cuatro meses de prisión.
La sentencia la leyó ayer el ponente, el magistrado Juan Pedro Yllanes, que forma sala junto al presidente Joan Catany y el juez Diego Gómez Reino. El tribunal sentencia que Hidalgo compró un terreno rústico a bajo precio pese a que conocía que no se podía construir nada, puso en práctica un plan para conseguir construir una vivienda unifamiliar. Y para conseguir su objeto acudió en auxilio de su "amigo", Jaume Massot, jefe de urbanismo de Andratx, que le aconsejó que presentara un proyecto de ampliación de almacén agrícola. Massot firmó la licencia para construir esta nave, con el apoyo de un informe jurídico suscrito por el abogado Mir, pese a que sabía que dicho proyecto era ilegal, según determinan los jueces. Hidalgo no construyó una nave agrícola, sino una vivienda, con todas las instalaciones que ello conlleva. Sin embargo, cuando se enteró de que le habían denunciado, hizo todo lo posible para simular que no se trataba de una casa, sino de un almacén agrícola. Se llevó muebles y electrodomésticos y los sustituyó por sacos de pienso. Llenó el altillo de paja y colocó una jaula de pollos para ocultar los enchufes y la instalación de toma de teléfono y televisión que tenía la casa.
Pero el alcalde no se limitó sólo a levantar una obra ilegal. Después controló todo el proceso que arrastró el expediente sancionador que incoado por el propio Ayuntamiento. Pero para que este expediente no tuviera ningún efecto sancionador contó con la ayuda de Massot, pese a que en ese momento ya no trabajaba en el Ayuntamiento, era quien daba las órdenes a distancia.
También declara probado el tribunal que Hidalgo buscó la revancha contra los concejales de la oposición que le habían denunciada. Ordenó a dos funcionarias del Ayuntamiento que reabrieran los expedientes sancionadores incoados contra estos regidores sin importarle de que alguno de ellos ya estuviera prescrito.
Eugenio Hidalgo tendrá que derruir su vivienda ilegal
La sentencia de la Audiencia ordena una medida que hasta ahora nunca se ha aplicado en Andratx: derribar la obra ilegal que construyó su ex alcalde. Hidalgo deberá pagar de su bolsillo los gastos para demoler la vivienda unifamiliar que levantó en el terreno rústico protegido que adquirió en Andratx, y que casualmente está muy próximo al Ayuntamiento. Deberá tirarla una vez que la sentencia sea declarada firme, es decir, cuando el Tribunal Supremo se haya pronunciado. Si, por lo que fuera, Hidalgo no derribara su casa, debería hacerlo Jaime Massot o Jaime Gibert, los otros condenados.