Fornalutx: VPO impactantes en un pueblo de postal |
(Diario de Mallorca, 6/05/2008)
Los vecinos de Fornalutx ven atónitos cómo el Govern se salta la normativa urbanística municipal
J. MORA FORNALUTX La construcción de la promoción de viviendas sociales que el Govern levanta en la zona de s´Alqueria es motivo de controversia en Fornalutx. Los vecinos vienen observando atónitos desde hace meses cómo la edificación de un complejo de residencias financiadas con recursos públicos se está saltando la normativa urbanística municipal, la misma que ellos se ven obligados a cumplir de forma escrupulosa.
El proyecto en ejecución consta de seis bloques que se levantan en la zona más alta del casco urbano de la villa, en un terreno con un elevado desnivel respecto la carretera que le pasa por delante, que se dirige hacia el Puig Major. Ello obligó a realizar un gran movimiento de tierras y situar las casas de forma escalonada, lo que ha aumentado su impacto visual. A medida que las obras llegan a su fin, su construcción ha desatado todo tipo de críticas en Fornalutx. Sus acabados exteriores no se ajustan a la normativa municipal hasta tal punto que el propio alcalde del municipio, Joan Albertí, convocó una reunión con los responsables del Institut Balear de la Vivenda (Ibavi) para pasarle una lista de las deficiencias que se han detectado en un complejo al que el Ayuntamiento otorgó la licencia municipal de obras. A pesar de los beneficios que reportará para las 20 familias que finalmente podrán disfrutar de una casa propia, lo cierto es que en Fornalutx determinados aspectos estéticos de las viviendas sociales pasa de boca en boca.
Así, los revestimientos de las fachadas que han sido recubiertas de piedra distan mucho de lo que sería un verdadero empedrado propio de las casas que se levantan en plena Serra de Tramuntana, sobre todo teniendo en cuenta que entre piedra y piedra hay numerosas esquirlas de este mismo material que rompen con la estética tradicional. Además, las juntas no se han rellenado con cemento.
La estética de las fachadas y sus acabados son el principal punto de discordia. A los vecinos les llama mucho la atención que los alféizares de las ventanas, que tradicionalmente se rematan con losas de piedra o tiesto, han sido reemplazados por unos completamente metálicos. La normativa urbanística ni tan siquiera los contempla, ya que será el primer edificio del valle que los tenga. Las ventanas tampoco se ajustan a las medidas estándares que recogen las normas subsidiarias, al predominar la verticalidad sobre la horizontalidad propia de las casas de Fornalutx.
Y con sólo levantar la vista se aprecian unos canalones para la recogida del agua de las cubiertas que también distan mucho de lo que es propio del valle, tanto por su tamaño como por su situación en el voladizo del tejado.
A pesar de las deficiencias, antes de que llegue el verano los nuevos inquilinos estrenarán unos pisos que oscilarán entre los 121.000 y los 165.000 euros, aunque para la mayoría serán unas viviendas que desde el punto de vista estético no gustarán.