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Palma: el aparejador acusado plasmó en dos facturas el cobro de presuntos sobornos |
(Diario de Mallorca, 21/03/2008)
Viñals habría cobrado a un empresario 25.000 y 10.000 euros por hacer unos trámites que son totalmente gratuitos
FELIPE ARMENDÁRIZ/J.F.MESTRE. PALMA. Aurelio Viñals, el aparejador del área de Urbanismo de Palma acusado de varios presuntos delitos, habría plasmado en dos facturas el cobro de presuntos sobornos, según consta en la querella formulada contra él por la fiscalía anticorrupción. Un empresario, el principal testigo de cargo, ha aportado al juzgado dos facturas en las que presuntamente el técnico recibió 25.000 y 10.000 euros por realizar gestiones administrativas totalmente gratuitas.
Diecieséis personas, entre ellos aparejadores, arquitectos, empresarios y otros ciudadanos particulares, han aportado ante la Policía y la fiscalía anticorrupción un rosario de datos presuntamente incriminatorios contra Aurelio Viñals, un aparejador que trabajó entre 2004 y 2007 en diferentes secciones de la gerencia de urbanismo de Cort, un departamento dirigido entonces por el ex edil del PP Javier Rodrigo de Santos, imputado a su vez en otra causa por presunta malversación de caudales.
Viñals, junto al también técnico en Cort y socio suyo Miguel Amengual Ramón, están siendo investigados por una presunta trama de corrupción en el departamento de Urbanismo y que habría tenido varios campos de actuación.
Unos de los supuestos delitos que se incluyen en la querella son varios cohechos o cobro de sobornos por parte de Viñals, que era funcionario interino.
Los testigos aseguran que el funcionario captaba clientes para su despacho particular de aparejador, o para otros compañeros o arquitectos, entre las personas que realizaban consultas en información urbanística de Cort. El funcionario les prometía más agilidad en los expedientes si le fichaban a él.
Uno de estos clientes contrató al aparejador para dirigir dos promociones, una en la calle Pureza y otra en la calle Pelaires. El técnico le exigió 10.000 euros por "la gestión y seguimiento administrativo de la promoción de la calle Pelaires" y otros 25.424,52 euros por "gestionar" el expediente de Pureza.
El empresario ha entregado al juzgado las facturas donde se oficializó el pago de dichas sumas y los servicios prestados a cambio. Estos documentos han dado pie a la fiscalía a sostener las imputaciones de presunto cohecho contra el técnico.
Sinéctica de Obras
La fiscalía anticorrupción postula que el aparejador no podía trabajar en obras privadas que se hicieran en Palma, dada su incompatibilidad derivada de su puesto en el Ayuntamiento.
Para burlar estos obstáculos, el querellado se habría servido de la empresa Sinectica de Obras S.L., en donde contrató otra aparejadora para que firmara los proyectos que realmente el dirigía y ejecutaba.
La "empleada" ha realizado también importantes revelaciones a los investigadores, puesto que ha reconocido que otros tres edificios promovidos por una empresa de Viñals y Amengual lograron la licencia municipal en menos de un mes, cuando la demora normal era de unos 8 meses.
Otros testigos aseguran haber sido víctimas de presiones, amenazas o sugerencias por parte del principal querellado para que le dieran la dirección de algunas obras o para que no contrataran a otros determinados profesionales.
Viñals, defendido por Laureano Arquero, se encuentra en libertad provisional en espera de ser citado por el juez que finalemente instruya su querella.
Fichar por otro para tapar ausenciasLa querella de la fiscalía anticorrupción apenas menciona al también aparejador municipal Miguel Amengual, el segundo técnico acusado. Los fiscales sí que destacan en el caso de Amengual dos circunstancias: una su condición de socio de Aurelio Viñals en la promotora Eina Urbana S.L., que ha construido tres edificios en Palma en los últimos años, y la segunda su presunta complicidad para permitir que su compañero dirigiera obras particulares en horario de trabajo municipal.
Según algunos testigos, Viñals abandonaba frecuentemente sus tareas en el despacho del Ayuntamiento para visitar distintas obras por la ciudad en las que tenía intereses. Amengual habría fichado por él para tapar sus ausencias y permitir así que este llevara la doble vida profesional.
Otra de las personas que han comparecido ante los investigadores es la dueña de un bar del Casco Antiguo de Palma que asegura haber sufrido presiones por parte de los dos querellados para forzarla a abandonar su local. La mujer intuye que ambos funcionarios pudieron prevalerse de su condición para intimidarla con cartas de la Gerencia de Urbanismo que le instaban a dejar el establecimiento.