(Menorca, 6/02/2008)

La junta de gobierno del organismo acuerda por primera vez la ejecución subsidiaria del derribo de construcciones ilegales. Todos los casos corresponden a infracciones detectadas el año 2006

F. Saborit Maó. El Consorcio de Disciplina en Suelo Rústico actuará de forma subsidiaria y contratará la demolición de seis obras ilegales detectadas en otros tantos municipios de la Isla. El presidente del Consorcio y conseller de Ordenación Territorial, Marc Pons, dio a conocer ayer el acuerdo alcanzado por la junta de gobierno del organismo, al término de la reunión bimestral que celebran los representantes del Consell y de los ayuntamientos.Los seis primeros expedientes que finalizarán en demolición y restitución de los terrenos -obras que se ejecutarán con toda probabilidad el próximo verano-, corresponden a inspecciones realizadas en 2006. La Administración actuará después de ordenar a los propietarios y promotores de las obras que retornaran las parcelas a su estado original y de que éstos hicieran caso omiso de la advertencia del Consorcio. En dos de los casos, detectados en los municipios de Es Mercadal y Es Castell, se trata de ampliaciones de viviendas, mientras que en los cuatro restantes, situados respectivamente en Sant Lluís, Alaior, Es Migjorn y Maó, son construcciones de nueva planta. Las superficies afectadas van desde 30 a más de 100 metros cuadrados.Según acordó ayer la junta del Consorcio, éste encargará los seis proyectos de demolición y restitución, además de contratar las obras, pero el coste de todo el procedimiento recaerá sobre los propietarios sancionados.

El conseller Marc Pons, acompañado de los concejales de Urbanismo de Es Castell, Juan Cabrera, y Sant Lluís, Remigio Lora, señaló ayer que es la primera ocasión en la que se llega “a este punto del proceso” sancionador por construcciones ilegales en suelo rústico, ya que hasta ahora la actuación administrativa se había limitado a multar los incumplimientos de la normativa.

Evolución

En sus dos años de funcionamiento el Consorcio de Disciplina en Rústico ya ha tenido un efecto disuasorio en relación a posibles infracciones. En 2006 fueron incoados por el organismo un total de 106 expedientes, mientras que el número descendió a 60 durante 2007. Este descenso en el número de actuaciones fue valorado de forma positiva por el conseller Marc Pons. “Significa que el trabajo del Consorcio es importante, que hay un buen funcionamiento y un mayor reconocimiento de la normativa que se debe aplicar”, declaró el responsable de Ordenación Territorial. El presidente del Consorcio recordó que el organismo no implica una cesión de competencias por parte de los ayuntamientos sino “corresponsabilidad” de éstos en el control del cumplimiento de la disciplina urbanística. Asimismo resaltó la “seguridad en las decisiones”, gracias al asesoramiento técnico especializado, y la unificación de criterios en todos los términos municipales. En todos menos en Ciutadella, que pese a existir un acuerdo plenario a favor de su incorporación al Consorcio, aún no ha hecho efectiva su adhesión.

En este sentido Marc Pons expresó el deseo unánime de la junta de que el Consistorio de Ponent se integre en el organismo cuanto antes. Por su parte, los concejales de Es Castell y de Sant Lluís, Juan Cabrera, del Partido Popular, y Remigio Lora, del PSM, respectivamente, manifestaron su satisfacción por la marcha del Consorcio. Cabrera destacó que la disciplina en suelo rústico “era una asignatura pendiente que recaía sobre los ayuntamientos” y que las actuaciones del organismo buscan “la igualdad de trato” para los administrados. El edil de Sant Lluís, Remigio Lora, afirmó que decisiones como la demolición de obras no gustan “pero forman parte de la disciplina” y añadió que, en el momento en el que “todo esté ordenado” el Consorcio llegará a desaparecer.