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Andratx: María Isabel Seguí admite en una cinta que acepta cobrar por hacer proyectos falsos |
(El Mundo, 5/02/2008)
ESTEBAN URREIZTIETA
PALMA.- La Fiscalía Anticorrupción también se olvida de incluir en su querella del caso Andratx otra prueba que incrimina a la arquitecta municipal. María Isabel Seguí acepta en una de las grabaciones intervenidas por la Guardia Civil a petición de un empresario que construye en el municipio andritxol una propuesta para elaborar un proyecto irregular en una terreno rústico de Llubí.
El Ministerio Público pactó en secreto con Seguí 21 días de que estallara la Operación Voramar que si acusaba a los líderes del PP Eugenio Hidalgo y Jaime Massot le perdonaría sus irregularidades. La funcionaria aceptó el trato y cargó contra el ex alcalde y el ex director general de Ordenación del Territorio del Govern en su declaración ante el juez. A cambio, los fiscales Juan Carrau, Pedro Horrach y Adrián Salazar han obviado por completo las pruebas que tienen en sus manos y que incriminan a esta funcionaria.
En este sentido, la Fiscalía no sólo ha perdonado a Seguí el hecho de que admitiera abiertamente en varias de las conversaciones pinchadas que elaboraba certificados falsos para que se construyera en suelos protegidos de Andratx. También ha pasado por alto otro de los elementos más contundentes de cuantos integran el sumario de la denominada Operación Voramar contra la corrupción urbanística en la localidad que dirigía el ex alcalde popular Eugenio Hidalgo.
Se trata de una cinta, otra más, que data del 27 de octubre de 2006 y en la que la arquitecta municipal contesta a las 8:55 horas de la mañana la llamada del abogado del Consistorio de Andratx Nacho Mir.
El letrado municipal propone a la arquitecta un negocio particular con un empresario asentado en el municipio andritxol. De él comienza a hablar al principio de la conversación.
- "... Este tío hace cantidad de promociones... restaura por todo, construye por Andratx o sea, una pasada... y dice que está cansado", señala Mir en referencia al empresario Antonio Peñas, propietario de la entidad Contratas Altaya, S.L.
- "Yo le conozco...", contesta la arquitecta municipal.
"Es un poco compromiso"
- "Me dice que tiene un arquitecto, pero que es muy lento, que le tarda seis meses en hacer los proyectos... y me dice: Quiero un arquitecto conmigo, eh , puede ganar un millón de pesetas cada mes. ¡Caray!, he dicho yo".
- "¡¡¡Eh, eh!!! Buenoooooo", apunta gratamente sorprendida la funcionaria.
- "Te llamará este Toni Peñas", le avanza Mir, que precisa que se trata de un encargo en Llubí.
- "Vale", contesta sin dudarlo la arquitecta.
Una vez expuestas las intenciones del constructor, el abogado del Ayuntamiento de Andratx le detalla en qué consiste el trabajo que le pretende encargar.
- "Lo que te viene es un poco compromiso», le advierte de entrada Mir a su compañera y le avanza que se trata de realizar un proyecto sobre «una casa de aperos".
- "... Qué te iba a decir... ¿qué te dijo... legalización o proyecto?", le pregunta Seguí.
- "Proyecto... no está hecho... Compró dos ruinas... dos casas de aperos y pidió obra menor para las dos... sólo se tiene que hacer un proyecto para la segunda...". Y añade que en esta última se plantea «hacer algo diferente», a pesar de que la ley lo impide expresamente.
- "Venga", responde Seguí