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Puigpunyent obliga al dueño de Son Balaguer a reconstruir la 'possessió' |
(El Mundo, 23/07/2007)
Dasdivania cede gratuitamente al Ayuntamiento la 'tafona' y le compra un terreno de 42.000 E para que habilite un Parc Verd / Tendrá que pagar 6.000 E de multa
MIREYA ROURA
PUIGPUNYENT.- Los muros caídos de la possessió de Son Balaguer volverán a alzarse como lo hicieron desde el siglo XIII hasta su semiderribo ilegal a principios de año. El Ayuntamiento de Puigpunyent ha impuesto una sanción de alrededor de 6.000 euros a la multimillonaria sociedad extranjera que compró la alquería, con la que, además, ha alcanzado un acuerdo amistoso.
Dasdivania S.L está obligada a reconstruir la casa con los mismos materiales originales. Para asegurar que la rehabilitación se haga correctamente, un arquitecto municipal, pagado por la empresa, se encargará de vigilar todo el proceso.
Estos dos puntos permitirán a Puigpunyent recuperar su bien patrimonial más preciado. Pero se beneficiará mucho más; pues para depurar el mal causado Dasdivania cederá al municipio la tafona de Son Balaguer con todo su equipamiento para que sea expuesta en un museo etnológico.
Otro de los acuerdos amistosos, por iniciativa de Dasdivania, es la compra por parte de esta empresa de un terreno valorado en 42.000 euros que luego cederá al Ayuntamiento. Los planes del equipo de gobierno pasan por habilitar allí el Parc Verd de Sa Riera.
Por último, los caminos privados que alberga Son Balaguer estarán abiertos al público, siempre que los interesados pidan antes un permiso al Consistorio.
El pasado 7 de febrero unas fotografías aéreas realizadas por este diario pusieron al descubierto el estado de Son Balaguer. A pesar de estar protegida, la possessió había perdido parte de sus fachadas, sus empedrados y sus arcos, entre muchas otras cosas. La promotora también había hecho una gran excavación en una zona de encinar protegido y había elevado nuevas construcciones no autorizadas.
El procedimiento sancionador iniciado por la Conselleria de Medio Ambiente recogía también la existencia de pistas abiertas en una zona de Área Natural de Especial Interés (ANEI). Todo ello fue ejecutado, según el alcalde Joan Ferrà (PSOE), sin el permido definitivo del Ayuntamiento y con una simple licencia de obra, que supuso el ingreso de 62.429 euros en las arcas municipales.
La propiedad, que perteneció a Margarita Alzamora hasta 2005, fue comprada por un multimillonario que, según fuentes, pagó más de mil millones de las antiguas pesetas que fueron a parar, además de a la ex dueña, a varios intermediarios.
El Consell dijo «no»
Cabe destacar que después de que Dasdivania solicitara la licencia de reforma, el Ayuntamiento elevó el proyecto al Consell. El dictamen de la institución insular fue contundente y advertía que el plan no podía prosperar porque ponía en peligro el bien patrimonial.
El Ayuntamiento informó a Dasdivania de que tenía que realizar dichas modificaciones en el proyecto. Y la empresa así lo hizo. Sólo que comenzó las obras sin esperar al visto bueno definitivo del Consistorio.
El estado de la histórica alquería despertó el enfado de los ciudadanos quienes se manifestaron para exigir responsabilidades. Asimismo, la institución que vela por el patrimonio histórico de Mallorca, Arca, alertó de que Son Balaguer era un ejemplo más del «exterminio paulatino» de la historia de la isla y del poco interés de las autoridades por protegerlo.
Dasdivania cede gratuitamente al Ayuntamiento la 'tafona' y le compra un terreno de 42.000 E para que habilite un Parc Verd / Tendrá que pagar 6.000 E de multa
MIREYA ROURA
PUIGPUNYENT.- Los muros caídos de la possessió de Son Balaguer volverán a alzarse como lo hicieron desde el siglo XIII hasta su semiderribo ilegal a principios de año. El Ayuntamiento de Puigpunyent ha impuesto una sanción de alrededor de 6.000 euros a la multimillonaria sociedad extranjera que compró la alquería, con la que, además, ha alcanzado un acuerdo amistoso.
Dasdivania S.L está obligada a reconstruir la casa con los mismos materiales originales. Para asegurar que la rehabilitación se haga correctamente, un arquitecto municipal, pagado por la empresa, se encargará de vigilar todo el proceso.
Estos dos puntos permitirán a Puigpunyent recuperar su bien patrimonial más preciado. Pero se beneficiará mucho más; pues para depurar el mal causado Dasdivania cederá al municipio la tafona de Son Balaguer con todo su equipamiento para que sea expuesta en un museo etnológico.
Otro de los acuerdos amistosos, por iniciativa de Dasdivania, es la compra por parte de esta empresa de un terreno valorado en 42.000 euros que luego cederá al Ayuntamiento. Los planes del equipo de gobierno pasan por habilitar allí el Parc Verd de Sa Riera.
Por último, los caminos privados que alberga Son Balaguer estarán abiertos al público, siempre que los interesados pidan antes un permiso al Consistorio.
El pasado 7 de febrero unas fotografías aéreas realizadas por este diario pusieron al descubierto el estado de Son Balaguer. A pesar de estar protegida, la possessió había perdido parte de sus fachadas, sus empedrados y sus arcos, entre muchas otras cosas. La promotora también había hecho una gran excavación en una zona de encinar protegido y había elevado nuevas construcciones no autorizadas.
El procedimiento sancionador iniciado por la Conselleria de Medio Ambiente recogía también la existencia de pistas abiertas en una zona de Área Natural de Especial Interés (ANEI). Todo ello fue ejecutado, según el alcalde Joan Ferrà (PSOE), sin el permido definitivo del Ayuntamiento y con una simple licencia de obra, que supuso el ingreso de 62.429 euros en las arcas municipales.
La propiedad, que perteneció a Margarita Alzamora hasta 2005, fue comprada por un multimillonario que, según fuentes, pagó más de mil millones de las antiguas pesetas que fueron a parar, además de a la ex dueña, a varios intermediarios.
El Consell dijo «no»
Cabe destacar que después de que Dasdivania solicitara la licencia de reforma, el Ayuntamiento elevó el proyecto al Consell. El dictamen de la institución insular fue contundente y advertía que el plan no podía prosperar porque ponía en peligro el bien patrimonial.
El Ayuntamiento informó a Dasdivania de que tenía que realizar dichas modificaciones en el proyecto. Y la empresa así lo hizo. Sólo que comenzó las obras sin esperar al visto bueno definitivo del Consistorio.
El estado de la histórica alquería despertó el enfado de los ciudadanos quienes se manifestaron para exigir responsabilidades. Asimismo, la institución que vela por el patrimonio histórico de Mallorca, Arca, alertó de que Son Balaguer era un ejemplo más del «exterminio paulatino» de la historia de la isla y del poco interés de las autoridades por protegerlo.