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Pollença: el líder del GOB admite ante el juez que hizo una caseta sin licencia en una zona protegida Anei |
(El Mundo, 6/06/2007)
Miquel Àngel March afirma que «no le dio importancia» a la necesidad de contar con la autorización del Ayuntamiento - Tres testigos acreditan que la estructura se encontraba en ruinas, por lo que el líder ecologista la reconstruyó por completo
G. CORRAZO / M. A. RUIZ
INCA.- El portavoz del GOB, Miquel Àngel March, reconoció ayer ante el juez que ha reconstruido y derribado una caseta situada en el interior de su finca l'Assarell, situada en un Área Natural de Especial Interés (Anei), en ambos casos sin contar para ello con las preceptivas licencias de obras.
March admitió ayer estos hechos ante el titular del Juzgado número 4 de Inca, que instruye la querella interpuesta por un particular contra el líder ecologista por un presunto delito contra la protección del territorio, al construir sin licencia en un área que tiene la máxima protección medioambiental.
Durante su declaración como imputado, el portavoz del GOB sostuvo que dicha edificación agrícola era una antigua pocilga, de unos 20 metros cuadrados, que «siempre estuvo allí», desde antes de que él se convirtiera en propietario de la finca por donación de su madre en el año 1993.
Tal como muestran las fotografías publicadas por este diario, la construcción objeto de la querella estaba compuesta por dicha pocilga, situada en la parte izquierda, y un gallinero de 33 metros cuadrados situado en la parte derecha. Las fotografías aéreas tomadas en 2002 sólo muestran una suerte de semirruina donde hoy se alza la edificación, que por tanto March habría reconstruido por completo con posterioridad a dicha fecha.
Pero además, las fotografías más recientes muestran que, con posterioridad al pasado 8 de enero, ha sido derribada la parte izquierda, correspondiente a la pocilga, sin la preceptiva licencia de obras que debería haber otorgado el Ayuntamiento de Pollença.
Al respecto, Miquel Àngel March aseguró ayer que el temporal de 2001 derribó parte de la caseta, al caer la rama de un árbol sobre ella, por lo que solicitó una subvención a la Conselleria de Agricultura para reconstruirla.
Según su relato ante el juez, las obras de reconstrucción «se realizaron en el tejado [del gallinero], se mejoró un poco el frontal de la caseta y se aprovechó para mejorarla estéticamente». A preguntas de la acusación, March explicó que también reconstruyó la pocilga, que según él estaba en estado de semirruina, si bien «no solicitó autorización para reparar parte de esa caseta», pese a ser «conocedor de que era necesario pedir autorización o permiso especial para repararla, aun cuando estuviera en ruinas».
«No quería nada ilegal»
El portavoz del GOB también reconoció ayer ante el juez que «a finales de enero de 2007» derribó dicha pocilga, tal como acreditan las fotografías publicadas por EL MUNDO/El Día de Baleares. Y lo hizo, también en este caso, sin solicitar la correspondiente licencia de obra.
A pesar del conocimiento sobre legislación urbanística que ha acreditado reiteradamente como portavoz del GOB, March intentó ayer justificar esta actuación alegando que «sabe que para construir necesita licencia, pero no le dio importancia [al hecho de] que para desmontar una caseta que era una antigua pocilga necesitara un tipo de licencia». Todo ello pese a reconocer que «tenía conocimiento de que esa zona era de especial protección». Al respecto, sostiene que «más que derribar la caseta fue desmontarla», ya que «las tejas no estaban ancladas con ningún tipo de cemento».
Policía judicial
Aunque a continuación ha reconocido que «las paredes laterales sí se derribaron. Lo hicimos nosotros mismos porque la construcción era precaria y débil». Según su propia confesión, tampoco ha hecho nada posteriormente ante el Ayuntamiento para regularizar la situación de estas obras ilegales. No sólo esto, sino que March ha explicado al juez que desde 1997 ha echado abajo «unas seis pocilgas anexas a la casa principal» de la finca, aunque en este caso no ha aclarado si lo hizo sin licencia, pues no era objeto de la querella. Y las derribó porque «no quería tener nada que fuera ilegal o precario» en la finca.
Desde que se inició la instrucción de la querella, la Policía Judicial ha tomado declaración a tres vecinos de la finca l'Assarell, situada en el término municipal de Pollença. Estos tres testigos afirman que la citada pocilga existía desde tiempos inmemoriales, pero «evidentemente ha sido reformada», puesto que se encontraba en ruinas, lo que demostraría que March reconstruyó toda la estructura desde cero, sin licencia.
Miquel Àngel March afirma que «no le dio importancia» a la necesidad de contar con la autorización del Ayuntamiento - Tres testigos acreditan que la estructura se encontraba en ruinas, por lo que el líder ecologista la reconstruyó por completo
G. CORRAZO / M. A. RUIZ
INCA.- El portavoz del GOB, Miquel Àngel March, reconoció ayer ante el juez que ha reconstruido y derribado una caseta situada en el interior de su finca l'Assarell, situada en un Área Natural de Especial Interés (Anei), en ambos casos sin contar para ello con las preceptivas licencias de obras.
March admitió ayer estos hechos ante el titular del Juzgado número 4 de Inca, que instruye la querella interpuesta por un particular contra el líder ecologista por un presunto delito contra la protección del territorio, al construir sin licencia en un área que tiene la máxima protección medioambiental.
Durante su declaración como imputado, el portavoz del GOB sostuvo que dicha edificación agrícola era una antigua pocilga, de unos 20 metros cuadrados, que «siempre estuvo allí», desde antes de que él se convirtiera en propietario de la finca por donación de su madre en el año 1993.
Tal como muestran las fotografías publicadas por este diario, la construcción objeto de la querella estaba compuesta por dicha pocilga, situada en la parte izquierda, y un gallinero de 33 metros cuadrados situado en la parte derecha. Las fotografías aéreas tomadas en 2002 sólo muestran una suerte de semirruina donde hoy se alza la edificación, que por tanto March habría reconstruido por completo con posterioridad a dicha fecha.
Pero además, las fotografías más recientes muestran que, con posterioridad al pasado 8 de enero, ha sido derribada la parte izquierda, correspondiente a la pocilga, sin la preceptiva licencia de obras que debería haber otorgado el Ayuntamiento de Pollença.
Al respecto, Miquel Àngel March aseguró ayer que el temporal de 2001 derribó parte de la caseta, al caer la rama de un árbol sobre ella, por lo que solicitó una subvención a la Conselleria de Agricultura para reconstruirla.
Según su relato ante el juez, las obras de reconstrucción «se realizaron en el tejado [del gallinero], se mejoró un poco el frontal de la caseta y se aprovechó para mejorarla estéticamente». A preguntas de la acusación, March explicó que también reconstruyó la pocilga, que según él estaba en estado de semirruina, si bien «no solicitó autorización para reparar parte de esa caseta», pese a ser «conocedor de que era necesario pedir autorización o permiso especial para repararla, aun cuando estuviera en ruinas».
«No quería nada ilegal»
El portavoz del GOB también reconoció ayer ante el juez que «a finales de enero de 2007» derribó dicha pocilga, tal como acreditan las fotografías publicadas por EL MUNDO/El Día de Baleares. Y lo hizo, también en este caso, sin solicitar la correspondiente licencia de obra.
A pesar del conocimiento sobre legislación urbanística que ha acreditado reiteradamente como portavoz del GOB, March intentó ayer justificar esta actuación alegando que «sabe que para construir necesita licencia, pero no le dio importancia [al hecho de] que para desmontar una caseta que era una antigua pocilga necesitara un tipo de licencia». Todo ello pese a reconocer que «tenía conocimiento de que esa zona era de especial protección». Al respecto, sostiene que «más que derribar la caseta fue desmontarla», ya que «las tejas no estaban ancladas con ningún tipo de cemento».
Policía judicial
Aunque a continuación ha reconocido que «las paredes laterales sí se derribaron. Lo hicimos nosotros mismos porque la construcción era precaria y débil». Según su propia confesión, tampoco ha hecho nada posteriormente ante el Ayuntamiento para regularizar la situación de estas obras ilegales. No sólo esto, sino que March ha explicado al juez que desde 1997 ha echado abajo «unas seis pocilgas anexas a la casa principal» de la finca, aunque en este caso no ha aclarado si lo hizo sin licencia, pues no era objeto de la querella. Y las derribó porque «no quería tener nada que fuera ilegal o precario» en la finca.
Desde que se inició la instrucción de la querella, la Policía Judicial ha tomado declaración a tres vecinos de la finca l'Assarell, situada en el término municipal de Pollença. Estos tres testigos afirman que la citada pocilga existía desde tiempos inmemoriales, pero «evidentemente ha sido reformada», puesto que se encontraba en ruinas, lo que demostraría que March reconstruyó toda la estructura desde cero, sin licencia.
March mintió sobre el tamaño de la obra ilegal
A raíz de la presentación de la querella, el juez instructor ordenó a la Policía Judicial efectuar una inspección en la finca de Miquel Àngel March para constatar los hechos denunciados.
En su informe, la Guardia Civil acredita la existencia de una caseta de 33 metros cuadrados (de 7,5 metros de largo y 4,5 metros de ancho), que es lo que queda de la pocilga-gallinero que el líder ecologista admite haber demolido parcialmente sin licencia el pasado mes de enero.
Puesto que sólo queda en pie la mitad de la estructura, la nave tendría cerca de 70 metros cuadrados construidos antes de su derribo. Este dato contrasta con las declaraciones públicas de Miquel Àngel March, quien reiteradamente ha afirmado a los medios de comunicación que el objeto de la querella era «una caseta de 15 metros cuadrados» para restar transcendencia a los hechos denunciados.