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Sant Antoni entra en la mansión de Cretu para proyectar su demolición |
(Diario de Ibiza, 2/06/2007)
El alcalde, José Sala, asegura que el técnico municipal no tuvo ningún problema para acceder al interior del inmueble. Afirma que el Consistorio deberá sacar a concurso la redacción del plan para derribar la vivienda
EIVISSA | E. R.
El aparejador municipal de Sant Antoni accedió el lunes al interior de la mansión de Michael Cretu, en Santa Agnès, para tomar los datos necesarios para la redacción del proyecto de demolición del inmueble. El alcalde de Sant Antoni, José Sala, aseguró ayer a este periódico que el técnico municipal no tuvo ningún impedimento para entrar en el domicilio del músico rumano y señaló que deberá hacerlo aún algunas veces más para terminar el trabajo de campo necesario para planificar las obras de derrumbe de la casa, en cumplimiento de una sentencia judicial ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).
«No ha habido ningún problema para entrar en la casa. No pasa nada. Sólo va el aparejador a tomar mediciones y a comprobar si el proyecto es correcto», explicó el alcalde, quien apunta que, al no disponer de un arquitecto municipal, el Ayuntamiento seguramente deberá abrir un concurso público para la redacción del proyecto de demolición. «No sé cuánto se puede tardar en la redacción del proyecto, ya que no tenemos arquitecto», justificó.
El Ayuntamiento de Sant Antoni tiene de plazo hasta el 1 de septiembre del año que viene para ejecutar la orden judicial de demolición de la mansión. La jueza que instruye el caso por la vía administrativa apercibió al Consistorio a través de un auto de que de no cumplir el plazo marcado podría imponerle «multas pecuniarias sobre el patrimonio personal de esos responsables [municipales], como la expedición de testimonios de particulares por un presunto delito de desobediencia a la Autoridad». Paralelamente, la propiedad del inmueble aún está a la espera de la resolución del contencioso presentado contra la negativa del Consistorio a legalizar la vivienda al amparo de la `amnistía´ del Govern de Jaume Matas.
El alcalde, José Sala, asegura que el técnico municipal no tuvo ningún problema para acceder al interior del inmueble. Afirma que el Consistorio deberá sacar a concurso la redacción del plan para derribar la vivienda
EIVISSA | E. R.
El aparejador municipal de Sant Antoni accedió el lunes al interior de la mansión de Michael Cretu, en Santa Agnès, para tomar los datos necesarios para la redacción del proyecto de demolición del inmueble. El alcalde de Sant Antoni, José Sala, aseguró ayer a este periódico que el técnico municipal no tuvo ningún impedimento para entrar en el domicilio del músico rumano y señaló que deberá hacerlo aún algunas veces más para terminar el trabajo de campo necesario para planificar las obras de derrumbe de la casa, en cumplimiento de una sentencia judicial ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).
«No ha habido ningún problema para entrar en la casa. No pasa nada. Sólo va el aparejador a tomar mediciones y a comprobar si el proyecto es correcto», explicó el alcalde, quien apunta que, al no disponer de un arquitecto municipal, el Ayuntamiento seguramente deberá abrir un concurso público para la redacción del proyecto de demolición. «No sé cuánto se puede tardar en la redacción del proyecto, ya que no tenemos arquitecto», justificó.
El Ayuntamiento de Sant Antoni tiene de plazo hasta el 1 de septiembre del año que viene para ejecutar la orden judicial de demolición de la mansión. La jueza que instruye el caso por la vía administrativa apercibió al Consistorio a través de un auto de que de no cumplir el plazo marcado podría imponerle «multas pecuniarias sobre el patrimonio personal de esos responsables [municipales], como la expedición de testimonios de particulares por un presunto delito de desobediencia a la Autoridad». Paralelamente, la propiedad del inmueble aún está a la espera de la resolución del contencioso presentado contra la negativa del Consistorio a legalizar la vivienda al amparo de la `amnistía´ del Govern de Jaume Matas.