Santa Margalida: el vecino de Santa Ponça retira por sorpresa la denuncia contra el candidato a alcalde del PSOE |
(Diario de Mallorca, 26/05/2007)
MATEU FERRER. STA. MARGALIDA.
Ayer a las 13 horas Pedro Monserrat Llabrés, el vecino de Santa Ponça (Calvià) que el martes requirió al Ayuntamiento de Santa Margalida que actuara sobre unas obras antiguas del candidato a la alcaldía por el PSOE, Miquel Cifre, retiró la denuncia ante la sorpresa general de los funcionarios.
La medida se tomó el mismo día que DIARIO de MALLORCA se hacía eco de dicha denuncia, en la que Monserrat reclamaba conocer el estado de un expediente por unas obras sin licencia en una finca de la esposa de Cifre -denunciadas en 2000 por el ex concesionario del agua de Can Picafort, Miquel Perelló, y ya prescritas-, y denunciaba otras construcciones posteriores. Sin embargo, en su instancia de ayer utiliza un tono mucho más suave y sólo habla de "posible infracción urbanística", solicitando además que su denuncia "sea dejada sin efecto". Como única explicación de su marcha atrás, Monserrat dice que "no ha lugar".
Curiosamente, el propio Monserrat contactó con este diario para que se publicara su denuncia y la remitió por fax -eludiendo su nombre-, pero cuando fue preguntado por un redactor sobre su motivación, a pocos días de los comicios, se mostró sumamente esquivo, incluso airado, y no quiso hacer ninguna declaración al respecto.
Para Miquel Cifre, se confirma que "todo era un montaje de las mafias urbanísticas y del agua que imperan en Santa Margalida", y advierte a Monserrat que "no se irá de rositas" y "tendrá que explicar quién le indujo" a denunciarle.
MATEU FERRER. STA. MARGALIDA.
Ayer a las 13 horas Pedro Monserrat Llabrés, el vecino de Santa Ponça (Calvià) que el martes requirió al Ayuntamiento de Santa Margalida que actuara sobre unas obras antiguas del candidato a la alcaldía por el PSOE, Miquel Cifre, retiró la denuncia ante la sorpresa general de los funcionarios.
La medida se tomó el mismo día que DIARIO de MALLORCA se hacía eco de dicha denuncia, en la que Monserrat reclamaba conocer el estado de un expediente por unas obras sin licencia en una finca de la esposa de Cifre -denunciadas en 2000 por el ex concesionario del agua de Can Picafort, Miquel Perelló, y ya prescritas-, y denunciaba otras construcciones posteriores. Sin embargo, en su instancia de ayer utiliza un tono mucho más suave y sólo habla de "posible infracción urbanística", solicitando además que su denuncia "sea dejada sin efecto". Como única explicación de su marcha atrás, Monserrat dice que "no ha lugar".
Curiosamente, el propio Monserrat contactó con este diario para que se publicara su denuncia y la remitió por fax -eludiendo su nombre-, pero cuando fue preguntado por un redactor sobre su motivación, a pocos días de los comicios, se mostró sumamente esquivo, incluso airado, y no quiso hacer ninguna declaración al respecto.
Para Miquel Cifre, se confirma que "todo era un montaje de las mafias urbanísticas y del agua que imperan en Santa Margalida", y advierte a Monserrat que "no se irá de rositas" y "tendrá que explicar quién le indujo" a denunciarle.