Escorca: un hotel rural a medio construir afea la Serra tras el 'no' de Turismo a conceder la licencia |
(El Mundo, 1/05/2007)
El propietario derribó la 'possessió' inicial al fallar la estructura y construyó el edificio desde cero - La Conselleria denegó la licencia de actividad porque la construcción ya no cumplía con la antigüedad
MIREYA ROURA
ESCORCA.- Caminando por el Camí Vell de LLuc, viniendo de Caimari, uno puede encontrarse con un mamotreto de considerables dimensiones. Se trata de un proyecto de agroturismo que fue frustrado hace tiempo por la Conselleria de Turismo y que, sin embargo, sigue a medio construir en el corazón de la Serra de Tramuntana y a la espera de que el dueño tome alguna decisión.
Revestido de ladrillo rojo, con restos de obra extendidos por todo el perímetro, alambrado para vetar el acceso del público y con alguna que otra pintada reivindicativa, el edificio a medio hacer es el sustituto de las casas de la possessió de Es Guix.
El dueño quiso hacer de las instalaciones un agroturismo. Fue así como solicitó permiso al Ayuntamiento de Escorca y obtuvo una licencia municipal de obra. Así lo confirmó el alcalde del municipio, Antoni Gómez.
Sin embargo, cuando empezó a ejecutar el proyecto se dio cuenta de que la vieja estructura no era sólida, por lo que se vio obligado a demolerla completamente. De esta manera, empezó a erigir su hotel rural desde cero con el consentimiento, al parecer, del Consell de Mallorca.[Nota de Disúrbia: aquest cas és ben conegut en ambients urbanístics. El que es va autoritzar des del Consell de Mallorca fou la construcció d'un habitatge, però mai la d'un agroturisme. Per tant, si ara se n'ha volgut aixecar un s'ha comès una infracció urbanística, ja que aquest ús de cap manera es pot considerar autoritzat]
Sin antigüedad
Su sorpresa vino, sin embargo, cuando la Conselleria de Turismo le denegó la licencia de hacer un agroturismo. Según fuentes de este departamento, ni siquiera se le concedió la autorización previa al no cumplir con los requisitos legales. Básicamente, porque la instalación ya no cumplía con los criterios de antigüedad y porque no se preservaba la tipología original.
El decreto 62/1995 que regula la prestación de servicios turísticos en el medio rural estipula que cualquier agroturismo debe realizarse sobre viviendas construidas con anterioridad al 1 de enero de 1960 y deben estar situadaos en una finca que sea una explotación agrícola, ganadera o forestal.
Aunque no tiene la autorización de Turismo, a nivel urbanístico sigue teniendo licencia municipal. Es decir, el propietario tiene luz verde para terminar la obra. Gómez informó, en este sentido, de que el propietario no puede hacer un agroturismo, sí puede destinar el edificio para uso privado.
El hecho de que los planes iniciales se hayan frustrado, ha dejado el edificio a medio hacer; lo que constituye un gran impacto visual y paisajístico. La paralización de las obras ha llenado de escombros y de basura, sobretodo botellas de cristal, los alrededores. Asimismo, se observa grandes armatostes metálicos abandonados a su suerte y castigados por la intemperie.
Algunos vecinos han mostrado su indignación por la existencia de un edificio a medio hacer que «está abocado a la ruina» y «afea el paisaje».
Los agroturismos tiene la obligación de hacer coexistir la condición de «hotel» y los servicios turísticos con la explotación agrícola, forestal o ganadera. Una vez se cumple este requisito, el propietario debe facilitar el documento que acredite la antigüedad de las edificaciones. Una condición que ya no puede cumplir el caso aquí tratado.
El propietario derribó la 'possessió' inicial al fallar la estructura y construyó el edificio desde cero - La Conselleria denegó la licencia de actividad porque la construcción ya no cumplía con la antigüedad
MIREYA ROURA
ESCORCA.- Caminando por el Camí Vell de LLuc, viniendo de Caimari, uno puede encontrarse con un mamotreto de considerables dimensiones. Se trata de un proyecto de agroturismo que fue frustrado hace tiempo por la Conselleria de Turismo y que, sin embargo, sigue a medio construir en el corazón de la Serra de Tramuntana y a la espera de que el dueño tome alguna decisión.
Revestido de ladrillo rojo, con restos de obra extendidos por todo el perímetro, alambrado para vetar el acceso del público y con alguna que otra pintada reivindicativa, el edificio a medio hacer es el sustituto de las casas de la possessió de Es Guix.
El dueño quiso hacer de las instalaciones un agroturismo. Fue así como solicitó permiso al Ayuntamiento de Escorca y obtuvo una licencia municipal de obra. Así lo confirmó el alcalde del municipio, Antoni Gómez.
Sin embargo, cuando empezó a ejecutar el proyecto se dio cuenta de que la vieja estructura no era sólida, por lo que se vio obligado a demolerla completamente. De esta manera, empezó a erigir su hotel rural desde cero con el consentimiento, al parecer, del Consell de Mallorca.[Nota de Disúrbia: aquest cas és ben conegut en ambients urbanístics. El que es va autoritzar des del Consell de Mallorca fou la construcció d'un habitatge, però mai la d'un agroturisme. Per tant, si ara se n'ha volgut aixecar un s'ha comès una infracció urbanística, ja que aquest ús de cap manera es pot considerar autoritzat]
Sin antigüedad
Su sorpresa vino, sin embargo, cuando la Conselleria de Turismo le denegó la licencia de hacer un agroturismo. Según fuentes de este departamento, ni siquiera se le concedió la autorización previa al no cumplir con los requisitos legales. Básicamente, porque la instalación ya no cumplía con los criterios de antigüedad y porque no se preservaba la tipología original.
El decreto 62/1995 que regula la prestación de servicios turísticos en el medio rural estipula que cualquier agroturismo debe realizarse sobre viviendas construidas con anterioridad al 1 de enero de 1960 y deben estar situadaos en una finca que sea una explotación agrícola, ganadera o forestal.
Aunque no tiene la autorización de Turismo, a nivel urbanístico sigue teniendo licencia municipal. Es decir, el propietario tiene luz verde para terminar la obra. Gómez informó, en este sentido, de que el propietario no puede hacer un agroturismo, sí puede destinar el edificio para uso privado.
El hecho de que los planes iniciales se hayan frustrado, ha dejado el edificio a medio hacer; lo que constituye un gran impacto visual y paisajístico. La paralización de las obras ha llenado de escombros y de basura, sobretodo botellas de cristal, los alrededores. Asimismo, se observa grandes armatostes metálicos abandonados a su suerte y castigados por la intemperie.
Algunos vecinos han mostrado su indignación por la existencia de un edificio a medio hacer que «está abocado a la ruina» y «afea el paisaje».
Los agroturismos tiene la obligación de hacer coexistir la condición de «hotel» y los servicios turísticos con la explotación agrícola, forestal o ganadera. Una vez se cumple este requisito, el propietario debe facilitar el documento que acredite la antigüedad de las edificaciones. Una condición que ya no puede cumplir el caso aquí tratado.