Sant Josep ordena la paralización de la planta de hormigón de Cala Tarida |
(Diario de Ibiza, 18/04/2007)
El edil de Urbanismo dice que la instalación es «legalizable», pero que la empresa debe solicitarlo
SANT JOSEP | E. RODRÍGUEZ
El Ayuntamiento de Sant Josep ha ordenado la paralización de los trabajos de la planta de hormigón de la empresa mallorquina Melchor Mascaró SL instalada en el interior de una urbanización de grandes dimensiones en Cala Tarida, cuya construcción se acaba de iniciar detrás de los núcleos ya edificados en este enclave turístico. El concejal de Urbanismo, Josep Marí Ribas, Reganes, señaló que ayer mismo se debía presentar a la empresa la orden de paralización de la instalación, puesto que, según dijo, carece de licencia municipal.
La Policía Local confirmó en una inspección en la obra que la fábrica de hormigón carece de permiso de instalación, lo que ha forzado al Consistorio a impedir su actividad. De todos modos, el edil explicó que la planta se puede legalizar una vez que se tramiten los correspondientes permisos, ya que «la producción de hormigón se destina íntegramente a las obras de la urbanización». «No se vende hormigón fuera, según me ha comentado la Policía. Se puede legalizar. En principio no tiene por qué haber ningún problema», explicó Marí Ribas, que insiste en que dada «la envergadura de la infraestructura» se debería haber solicitado permiso con antelación.
Los silos de la planta son visibles entre el pinar que aún subsiste en este suelo urbanizable y en el que ya se han construido los viales. La urbanización (una de las que están construyéndose en la zona) ocupa más de 100.000 metros cuadrados, de los que alrededor de 15.000 pueden corresponder a la fábrica de hormigón y sus instalaciones anexas. Tal como ya informó este periódico, vecinos de la zona han expresado su sorpresa y estupor por la instalación de una industria de estas características, «totalmente impropia de una zona turística como Cala Tarida, y que ofrece una imagen totalmente tercermundista» de este lugar».
El constante tráfico de camiones, que vierten tierra sobre el asfalto de la carretera que llega desde Sant Antoni, las polvaredas que levanta la planta y los ruidos que genera todo el conjunto son objeto también de protesta por parte de los vecinos. Piden que el Ayuntamiento ordene el desmantelamiento de la planta.
El edil de Urbanismo dice que la instalación es «legalizable», pero que la empresa debe solicitarlo
SANT JOSEP | E. RODRÍGUEZ
El Ayuntamiento de Sant Josep ha ordenado la paralización de los trabajos de la planta de hormigón de la empresa mallorquina Melchor Mascaró SL instalada en el interior de una urbanización de grandes dimensiones en Cala Tarida, cuya construcción se acaba de iniciar detrás de los núcleos ya edificados en este enclave turístico. El concejal de Urbanismo, Josep Marí Ribas, Reganes, señaló que ayer mismo se debía presentar a la empresa la orden de paralización de la instalación, puesto que, según dijo, carece de licencia municipal.
La Policía Local confirmó en una inspección en la obra que la fábrica de hormigón carece de permiso de instalación, lo que ha forzado al Consistorio a impedir su actividad. De todos modos, el edil explicó que la planta se puede legalizar una vez que se tramiten los correspondientes permisos, ya que «la producción de hormigón se destina íntegramente a las obras de la urbanización». «No se vende hormigón fuera, según me ha comentado la Policía. Se puede legalizar. En principio no tiene por qué haber ningún problema», explicó Marí Ribas, que insiste en que dada «la envergadura de la infraestructura» se debería haber solicitado permiso con antelación.
Los silos de la planta son visibles entre el pinar que aún subsiste en este suelo urbanizable y en el que ya se han construido los viales. La urbanización (una de las que están construyéndose en la zona) ocupa más de 100.000 metros cuadrados, de los que alrededor de 15.000 pueden corresponder a la fábrica de hormigón y sus instalaciones anexas. Tal como ya informó este periódico, vecinos de la zona han expresado su sorpresa y estupor por la instalación de una industria de estas características, «totalmente impropia de una zona turística como Cala Tarida, y que ofrece una imagen totalmente tercermundista» de este lugar».
El constante tráfico de camiones, que vierten tierra sobre el asfalto de la carretera que llega desde Sant Antoni, las polvaredas que levanta la planta y los ruidos que genera todo el conjunto son objeto también de protesta por parte de los vecinos. Piden que el Ayuntamiento ordene el desmantelamiento de la planta.