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El caso Andratx acentúa el déficit de guardias civiles en Mallorca |
(Diario de Mallorca, 18/03/2007)
Una reducida plantilla investiga la compleja trama urbanística y el resto de delitos
FELIPE ARMENDÁRIZ. PALMA.
El caso Andratx, la presunta trama de corrupción urbanística en la que aparecen implicadas decenas de personas y en la que se están revisando más de sesenta licencias otorgadas por el Ayuntamiento de dicha localidad, está acaparando un porcentaje destacado de la actividad de la Guardia Civil de Mallorca, que desde hace años sufre un importante déficit de agentes. La Policía Judicial, con sus distintas secciones, y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) están volcados en un voluminoso y complicado atestado por este supuesto caso de corrupción, pero la actividad delictiva habitual en la isla no ha disminuido en su intensidad y no se han recibido refuerzos.
El caso Andratx ya se ha traducido en más de dieciséis tomos de sumario, buena parte de los cuales se han confeccionado mediante atestados, gestiones, diligencias y pesquisas varias realizadas por efectivos de la Guardia Civil.
Efectivos cedidos
Ya desde antes del pasado 27 de noviembre, día en que estalló la operación Voramar, con varias detenciones y numerosos registros, un grupo de agentes estaba volcado en desentrañar los entresijos del supuesto urbanismo ilegal a la carta desarrollado durante años en Andratx.
Desde entonces han sido asignados al caso la mayor parte de los integrantes del Seprona, salvo un retén para patrullas y casos nuevos que vayan surgiendo, miembros del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), especialistas en delitos económicos, informáticos y urbanísticos, y otros componentes de la Policía Judicial.
Estos funcionarios llevan semanas revisando expedientes urbanísticos y otros documentos, interrogando a decenas de testigos e imputados, visitando las fincas sospechosas de albergar chalés y casas ilegales y analizando escuchas telefónicas, entre otras misiones. "Es un caso faraónico y cuanto más avanzas se abren nuevas líneas de investigación, que has de seguir", ha explicado una alta fuente de la Guardia Civil.
Asimismo, los tres agentes de la flamante unidad contra los delitos urbanísticos creada en la comandancia de la Guardia Civil de Palma han sido asignados al grupo que investiga el caso Andratx, cuya instrucción la fiscalía quiere agilizar al máximo.
Estos grupos especializados han sido creados para combatir la corrupción en torno a las operaciones inmobiliarias ilegales, unos delitos muy complejos de esclarecer.
El problema es que el resto de delitos tienen que seguir siendo investigados con una plantilla mermada y sin que se haya apenas reforzado en los últimos años.
Por otro lado, la fiscalía está impulsando desde hace meses otras investigaciones por supuestos casos de corrupción, vinculados algunos con entramados urbanísticos, lo que incrementa también el trabajo de la Guardia Civil.
Una reducida plantilla investiga la compleja trama urbanística y el resto de delitos
FELIPE ARMENDÁRIZ. PALMA.
El caso Andratx, la presunta trama de corrupción urbanística en la que aparecen implicadas decenas de personas y en la que se están revisando más de sesenta licencias otorgadas por el Ayuntamiento de dicha localidad, está acaparando un porcentaje destacado de la actividad de la Guardia Civil de Mallorca, que desde hace años sufre un importante déficit de agentes. La Policía Judicial, con sus distintas secciones, y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) están volcados en un voluminoso y complicado atestado por este supuesto caso de corrupción, pero la actividad delictiva habitual en la isla no ha disminuido en su intensidad y no se han recibido refuerzos.
El caso Andratx ya se ha traducido en más de dieciséis tomos de sumario, buena parte de los cuales se han confeccionado mediante atestados, gestiones, diligencias y pesquisas varias realizadas por efectivos de la Guardia Civil.
Efectivos cedidos
Ya desde antes del pasado 27 de noviembre, día en que estalló la operación Voramar, con varias detenciones y numerosos registros, un grupo de agentes estaba volcado en desentrañar los entresijos del supuesto urbanismo ilegal a la carta desarrollado durante años en Andratx.
Desde entonces han sido asignados al caso la mayor parte de los integrantes del Seprona, salvo un retén para patrullas y casos nuevos que vayan surgiendo, miembros del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), especialistas en delitos económicos, informáticos y urbanísticos, y otros componentes de la Policía Judicial.
Estos funcionarios llevan semanas revisando expedientes urbanísticos y otros documentos, interrogando a decenas de testigos e imputados, visitando las fincas sospechosas de albergar chalés y casas ilegales y analizando escuchas telefónicas, entre otras misiones. "Es un caso faraónico y cuanto más avanzas se abren nuevas líneas de investigación, que has de seguir", ha explicado una alta fuente de la Guardia Civil.
Asimismo, los tres agentes de la flamante unidad contra los delitos urbanísticos creada en la comandancia de la Guardia Civil de Palma han sido asignados al grupo que investiga el caso Andratx, cuya instrucción la fiscalía quiere agilizar al máximo.
Estos grupos especializados han sido creados para combatir la corrupción en torno a las operaciones inmobiliarias ilegales, unos delitos muy complejos de esclarecer.
El problema es que el resto de delitos tienen que seguir siendo investigados con una plantilla mermada y sin que se haya apenas reforzado en los últimos años.
Por otro lado, la fiscalía está impulsando desde hace meses otras investigaciones por supuestos casos de corrupción, vinculados algunos con entramados urbanísticos, lo que incrementa también el trabajo de la Guardia Civil.