El edil del PP en Alaior dimite por irregularidades similares a las de un Eberhard Grosske que ahí sigue |
(El Mundo, 20/02/2007)
Onofre Pons, que hizo una pérgola sin licencia, se va «para salvar la seriedad del PP» - Mientras, el edil de Palma se agarra al cargo pese a vivir en una casa en suelo rústico y convertir su gallinero en vivienda
JOFRE SÁEZ
MAÓ/MAHÓN.- Después de 18 años al frente de la política municipal y tras formar parte de tres consistorios diferentes, un sentido Onfre Pons Quintana renunció ayer a su cargo como concejal del PP en Alaior. El edil asumió, en la sede insular del Partido Popular que realizó unas obras en suelo rústico sin la licencia correspondiente. A raíz de ello, y para «salvaguardar el buen nombre y la seriedad del PP», Pons Quintana anunció «la total renuncia del cargo como concejal del excelentísimo Ayuntamiento de Alaior».
«Confirmo que en el año 2006 se construyó, ciertamente, y sin licencia una pérgola para que la maquinaria agrícola y vehículos no estuviera a merced de la inclemencia del tiempo y de la Tramontana que pega muy fuerte, la lluvia y la humedad», afirmó. Mientras se construía ésta, una inspectora del Consorcio de Disciplina Urbanística se presentó a su finca de Alaior para comprobar la legalidad de las obras. Una vez comprobado que no existía la licencia, Onofre Pons Quintana y su mujer y propietaria de la vivienda, Catalina Pons Mascaró, pagaron la sanción correspondiente y solicitaron la licencia correspondiente al Consistorio.
«Sorprendentemente nos enteramos por la prensa de la presunta denegación de la licencia, sin nosotros haber recibido antes la correspondiente comunicación administrativa del Ayuntamiento, y a día de hoy todavía no la hemos recibido, no obstante, los informes técnicos han sido filtrados en prensa. ¿Quién los ha filtrado?» se preguntaba el ya ex concejal.
De hecho, la principal acusación que recae sobre Pons -cuyo caso salió a la luz pública mediante el expediente tramitado por el Ayuntamiento- se centra en la utilización de suelo rústico para llevar a cabo proyectos de reforma y ampliación de la vivienda. Unas obras que según consta en el expediente dan al edificio un uso residencial no compatible con el actual, el industrial.
Consell
Para obtener este cambio de uso, y por iniciativa propia, Pons Quintana solicitó al Consell la declaración del Edificio en Régimen Especial, ERE. Una solicitud que la máxima institución insular le denegó ante su estupefacción: «A mi juicio, debería estudiarse caso por caso para no realizar agravios comparativos. Por iniciativa propia pedimos al Consell la declaración del edificio de Régimen Especial, ERE. Lo cual no comprendemos por qué se denegó, existiendo cantidad de edificios que están a la vista de todos».
La familia de la esposa de Pons Quintana ha sido propietaria durante varias generaciones de la Estancia des Plans. El edificio central data de 1985, y estaba dedicado a la producción agrícola y ganadera. A tal efecto el edificio consta de cuadras para los caballos y animales, corrales y gallineros, todo ello para la explotación de 50 hectáreas de terreno. Para el edil «el hecho que conste como uso industrial tampoco se entiende porque nunca ha sido industria sino ganadero-agrícola. Todo ello no exime que la vivienda siempre haya sido cohabitada como el resto de elementos antiguos que todavía se conservan en la finca».
En 1976, para colectar la explotación se ampliaron las instalaciones con la incorporación de un almacén de 80 m2, se adaptó una sala para la elaboración de quesos de 25 m2, se construyó un silo para el almacenamiento de forrajes y se mejoró la vivienda existente. En la década de los 80, explicó, se prescindió del ganado vacuno por la crisis del sector y la falta de aparceros. Dado el deterioro y la antigüedad de los edificios de la finca, el año 2002 se solicitó al Ayuntamiento licencia para repararlos.
«En toda la reforma no se aumentó, para nada, el volumen construido, aprovechando la estructura inicial de carácter sencillo y rústico que se ha respetado, nada que ver con lo que se ha dicho maliciosamente», concluyó Pons Quintana.
Onofre Pons, que hizo una pérgola sin licencia, se va «para salvar la seriedad del PP» - Mientras, el edil de Palma se agarra al cargo pese a vivir en una casa en suelo rústico y convertir su gallinero en vivienda
JOFRE SÁEZ
MAÓ/MAHÓN.- Después de 18 años al frente de la política municipal y tras formar parte de tres consistorios diferentes, un sentido Onfre Pons Quintana renunció ayer a su cargo como concejal del PP en Alaior. El edil asumió, en la sede insular del Partido Popular que realizó unas obras en suelo rústico sin la licencia correspondiente. A raíz de ello, y para «salvaguardar el buen nombre y la seriedad del PP», Pons Quintana anunció «la total renuncia del cargo como concejal del excelentísimo Ayuntamiento de Alaior».
«Confirmo que en el año 2006 se construyó, ciertamente, y sin licencia una pérgola para que la maquinaria agrícola y vehículos no estuviera a merced de la inclemencia del tiempo y de la Tramontana que pega muy fuerte, la lluvia y la humedad», afirmó. Mientras se construía ésta, una inspectora del Consorcio de Disciplina Urbanística se presentó a su finca de Alaior para comprobar la legalidad de las obras. Una vez comprobado que no existía la licencia, Onofre Pons Quintana y su mujer y propietaria de la vivienda, Catalina Pons Mascaró, pagaron la sanción correspondiente y solicitaron la licencia correspondiente al Consistorio.
«Sorprendentemente nos enteramos por la prensa de la presunta denegación de la licencia, sin nosotros haber recibido antes la correspondiente comunicación administrativa del Ayuntamiento, y a día de hoy todavía no la hemos recibido, no obstante, los informes técnicos han sido filtrados en prensa. ¿Quién los ha filtrado?» se preguntaba el ya ex concejal.
De hecho, la principal acusación que recae sobre Pons -cuyo caso salió a la luz pública mediante el expediente tramitado por el Ayuntamiento- se centra en la utilización de suelo rústico para llevar a cabo proyectos de reforma y ampliación de la vivienda. Unas obras que según consta en el expediente dan al edificio un uso residencial no compatible con el actual, el industrial.
Consell
Para obtener este cambio de uso, y por iniciativa propia, Pons Quintana solicitó al Consell la declaración del Edificio en Régimen Especial, ERE. Una solicitud que la máxima institución insular le denegó ante su estupefacción: «A mi juicio, debería estudiarse caso por caso para no realizar agravios comparativos. Por iniciativa propia pedimos al Consell la declaración del edificio de Régimen Especial, ERE. Lo cual no comprendemos por qué se denegó, existiendo cantidad de edificios que están a la vista de todos».
La familia de la esposa de Pons Quintana ha sido propietaria durante varias generaciones de la Estancia des Plans. El edificio central data de 1985, y estaba dedicado a la producción agrícola y ganadera. A tal efecto el edificio consta de cuadras para los caballos y animales, corrales y gallineros, todo ello para la explotación de 50 hectáreas de terreno. Para el edil «el hecho que conste como uso industrial tampoco se entiende porque nunca ha sido industria sino ganadero-agrícola. Todo ello no exime que la vivienda siempre haya sido cohabitada como el resto de elementos antiguos que todavía se conservan en la finca».
En 1976, para colectar la explotación se ampliaron las instalaciones con la incorporación de un almacén de 80 m2, se adaptó una sala para la elaboración de quesos de 25 m2, se construyó un silo para el almacenamiento de forrajes y se mejoró la vivienda existente. En la década de los 80, explicó, se prescindió del ganado vacuno por la crisis del sector y la falta de aparceros. Dado el deterioro y la antigüedad de los edificios de la finca, el año 2002 se solicitó al Ayuntamiento licencia para repararlos.
«En toda la reforma no se aumentó, para nada, el volumen construido, aprovechando la estructura inicial de carácter sencillo y rústico que se ha respetado, nada que ver con lo que se ha dicho maliciosamente», concluyó Pons Quintana.