Sencelles: el ala este del chalé de Eberhard Grosske es una nave agrícola convertida en vivienda |
(El Mundo, 9/02/2007)
Un extremo de la supercasa que el líder del Bloc posee en Sencelles son unas dependencias - La ley es taxativa: prohíbe convertir en residencia cualquier edificación levantada ilegalmente
ESTEBAN URREIZTIETA
SENCELLES.- El ala este del complejo residencial de Eberhard Grosske en el municipio de Sencelles fue construido sin licencia y concebido para dotarlo de un uso agrícola. Concretamente para albergar maquinaria a modo de garaje. En estos momentos el líder de Esquerra Unida-Els Verds (EU-EV) no sólo mantiene en pie dicha edificación sino que la está dotando de un uso residencial.
Esta zona del chalé del cabecilla del Bloc consta de 23,46 metros de largo por 3,52 de ancho según los cálculos realizados por el arquitecto municipal de Sencelles. Y los celadores de obras del Consistorio certificaron en noviembre de 1987 durante una inspección ocular que se trataba de unas dependencias agrícolas que estaban siendo empleadas para «porches y garaje».
Veinte años después Grosske ha incorporado esta edificación engordando las dimensiones de su chalé sin haber solicitado el obligatorio cambio de uso. Así lo han confirmado a EL MUNDO/El Día de Baleares fuentes municipales.
Fuera de ordenación
Al encontrarnos ante una edificación fuera de ordenación, que así como se denominan técnicamente todas aquellas que incumplen la normativa urbanística, el Consistorio de Sencelles no hubiera podido nunca expedirle la autorización para habitarla. De hecho, la Ley 6/1997 de 8 de julio, que regula las construcciones en suelo rústico en Baleares en su disposición adicional cuarta prohíbe expresamente la posibilidad de autorizar cambios de uso en edificios o instalaciones fuera de ordenación. De esta manera Grosske emplea 82,5 metros cuadrados completamente ilegales que integran los 680 metros cuadrados construidos de que dispone el complejo residencial según la medición realizada por la Oficina del Catastro.
La utilización de una edificación agrícola construida sin licencia para aumentar el tamaño del chalé constituye la enésima irregularidad del chalé de Grosske. La penúltima pasa porque paga menos IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) del que le corresponde por ley.
El concejal del Ayuntamiento de Palma tributa fiscalmente como si su chalé midiera 132 metros cuadrados cuando en realidad se extiende sobre una superficie de 680 metros cuadrados construidos en Sencelles. Por lo tanto, tal y como reveló este diario, paga 133 euros al año cuando le correspondería abonar la diferencia proporcional hasta alcanzar la superficie de su casa. Grosske replicó la información de EL MUNDO/El Día de Baleares sin rebatir el fondo de la misma. Admitió que no paga «lo que toca de IBI» y lejos de asumir su responsabilidad y de explicar por qué no ha abonado la cantidad restante le echó la culpa al Consistorio de Sencelles. «Mi casa tributaba el IBI por debajo de lo exigible desde hacía 30 años», explica en su bloc.
Y es que efectivamente cuando Grosske adquirió su residencia de 680 metros cuadrados en Sencelles el recibo de IBI reflejaba los 132 metros cuadrados por los que sigue respondiendo sin poner una sola pega ante el Consistorio de Sencelles. «Sin tener la obligación de hacerlo y con la máxima rapidez solicité la actualización de los datos catastrales», prosigue el edil de Cort. Efectivamente, y como también publicó EL MUNDO/El Día de Baleares, Grosske se dirigió a la Oficina del Catastro para que regularizan a efectos fiscales las dimensiones de su complejo residencial.
Siguiendo sus instrucciones, el Catastro las actualizó concluyendo que completa un total de 680 metros cuadrados. Pero desde que el Catastro regulariza su medición hasta que lo hace el Ayuntamiento de Sencelles, que es el organismo que cobra el IBI, pueden pasar años. Habitualmente entre 3 y 6. Y Grosske, plenamente consciente de que su casa mide mucho más de 132 metros cuadrados, abonó a finales del pasado año el recibo del IBI por esa cifra.
Culpa al «papeleo»
Todo ello sin poner una sola objeción. Sin alertar al Consistorio de Sencelles de la irregularidad. Y sin llevar a cabo una autoliquidación para alcanzar la cifra real. «¿Cuándo comenzaré a pagar lo que toca?», se pregunta Grosske. «Tan pronto como el Ayuntamiento (de Sencelles) tramite el papeleo», se contesta a sí mismo. Que Grosske abonó el IBI a sabiendas de que estaba pagando de menos lo prueba la revisión catastral que solicitó en 2005 cuando adquirió la casa.
Pero es que lo certifica el hecho de que el edil de Cort declara en el Registro de la Propiedad que su chalé mide 312 metros cuadrados. Menos de la mitad de lo que concluye la Oficina del Catastro pero el doble de la superficie por la que tributa fiscalmente. Para intentar eludir su responsabilidad ante las innumerables irregularidades que alberga su chalé el edil de Cort ha llegado a negar incluso los números que baraja el Ministerio de Economía y Hacienda. «Si mi chalé mide 680 metros cuadrados, pongo mi puesto a disposición del partido y me retiro», dijo el pasado 25 de enero durante el Pleno de Cort.
A pesar de que este periódico reprodujo los documentos del Catastro que certifican que el chalé tiene exactamente 680 metros construidos, Grosske incumplió su palabra. A día de hoy el cabecilla de la coalición de izquierdas denominada Bloc continúa sin poner a disposición de su partido su acta de concejal de Cort.
Se aferra a su puesto a pesar de haber falseado la realidad ante el Registro de la Propiedad; de pagar menos impuestos a sabiendas; de comprar una vivienda repleta de edificaciones fuera de ordenación; e incluso de haberlo hecho saltándose al API al que recurrió para ahorrarse la comisión.
Tal y como reveló Miguel Ángel Ruiz, Eberhard Grosske, se sirvió de una inmobiliaria mallorquina para comprar su chalé de 680 metros cuadrados en Sencelles, pero después burló a esta agencia, que se quedó sin cobrar los 18.000 euros de comisión estipulada en el precio.
Se trata de una de las formas de picaresca que más temen las empresas del sector inmobiliario. Aunque en este caso quien la llevó a cabo fue precisamente el ex conseller de Trabajo del Govern del Pacte.
La inmobiliaria, cuyos responsables han preferido preservar su identidad, había puesto el chalé de Sencelles a la venta a través de su página web en Internet por un precio de 380.000 euros (63 millones de pesetas). Esta cantidad incluía la comisión del 5% (18.000 euros) que habitualmente cobran las agencias por sus gestiones.
Un viernes del mes de abril de 2005, la empresa recibió la llamada de una mujer, la esposa de Grosske, interesándose por este anuncio. Durante la conversación, la mujer del edil intentó sonsacar a la comercial que atendió la llamada todos los datos que pudo sobre el inmueble para posteriormente contactar directamente con los propietarios del inmueble.
Un extremo de la supercasa que el líder del Bloc posee en Sencelles son unas dependencias - La ley es taxativa: prohíbe convertir en residencia cualquier edificación levantada ilegalmente
ESTEBAN URREIZTIETA
SENCELLES.- El ala este del complejo residencial de Eberhard Grosske en el municipio de Sencelles fue construido sin licencia y concebido para dotarlo de un uso agrícola. Concretamente para albergar maquinaria a modo de garaje. En estos momentos el líder de Esquerra Unida-Els Verds (EU-EV) no sólo mantiene en pie dicha edificación sino que la está dotando de un uso residencial.
Esta zona del chalé del cabecilla del Bloc consta de 23,46 metros de largo por 3,52 de ancho según los cálculos realizados por el arquitecto municipal de Sencelles. Y los celadores de obras del Consistorio certificaron en noviembre de 1987 durante una inspección ocular que se trataba de unas dependencias agrícolas que estaban siendo empleadas para «porches y garaje».
Veinte años después Grosske ha incorporado esta edificación engordando las dimensiones de su chalé sin haber solicitado el obligatorio cambio de uso. Así lo han confirmado a EL MUNDO/El Día de Baleares fuentes municipales.
Fuera de ordenación
Al encontrarnos ante una edificación fuera de ordenación, que así como se denominan técnicamente todas aquellas que incumplen la normativa urbanística, el Consistorio de Sencelles no hubiera podido nunca expedirle la autorización para habitarla. De hecho, la Ley 6/1997 de 8 de julio, que regula las construcciones en suelo rústico en Baleares en su disposición adicional cuarta prohíbe expresamente la posibilidad de autorizar cambios de uso en edificios o instalaciones fuera de ordenación. De esta manera Grosske emplea 82,5 metros cuadrados completamente ilegales que integran los 680 metros cuadrados construidos de que dispone el complejo residencial según la medición realizada por la Oficina del Catastro.
La utilización de una edificación agrícola construida sin licencia para aumentar el tamaño del chalé constituye la enésima irregularidad del chalé de Grosske. La penúltima pasa porque paga menos IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) del que le corresponde por ley.
El concejal del Ayuntamiento de Palma tributa fiscalmente como si su chalé midiera 132 metros cuadrados cuando en realidad se extiende sobre una superficie de 680 metros cuadrados construidos en Sencelles. Por lo tanto, tal y como reveló este diario, paga 133 euros al año cuando le correspondería abonar la diferencia proporcional hasta alcanzar la superficie de su casa. Grosske replicó la información de EL MUNDO/El Día de Baleares sin rebatir el fondo de la misma. Admitió que no paga «lo que toca de IBI» y lejos de asumir su responsabilidad y de explicar por qué no ha abonado la cantidad restante le echó la culpa al Consistorio de Sencelles. «Mi casa tributaba el IBI por debajo de lo exigible desde hacía 30 años», explica en su bloc.
Y es que efectivamente cuando Grosske adquirió su residencia de 680 metros cuadrados en Sencelles el recibo de IBI reflejaba los 132 metros cuadrados por los que sigue respondiendo sin poner una sola pega ante el Consistorio de Sencelles. «Sin tener la obligación de hacerlo y con la máxima rapidez solicité la actualización de los datos catastrales», prosigue el edil de Cort. Efectivamente, y como también publicó EL MUNDO/El Día de Baleares, Grosske se dirigió a la Oficina del Catastro para que regularizan a efectos fiscales las dimensiones de su complejo residencial.
Siguiendo sus instrucciones, el Catastro las actualizó concluyendo que completa un total de 680 metros cuadrados. Pero desde que el Catastro regulariza su medición hasta que lo hace el Ayuntamiento de Sencelles, que es el organismo que cobra el IBI, pueden pasar años. Habitualmente entre 3 y 6. Y Grosske, plenamente consciente de que su casa mide mucho más de 132 metros cuadrados, abonó a finales del pasado año el recibo del IBI por esa cifra.
Culpa al «papeleo»
Todo ello sin poner una sola objeción. Sin alertar al Consistorio de Sencelles de la irregularidad. Y sin llevar a cabo una autoliquidación para alcanzar la cifra real. «¿Cuándo comenzaré a pagar lo que toca?», se pregunta Grosske. «Tan pronto como el Ayuntamiento (de Sencelles) tramite el papeleo», se contesta a sí mismo. Que Grosske abonó el IBI a sabiendas de que estaba pagando de menos lo prueba la revisión catastral que solicitó en 2005 cuando adquirió la casa.
Pero es que lo certifica el hecho de que el edil de Cort declara en el Registro de la Propiedad que su chalé mide 312 metros cuadrados. Menos de la mitad de lo que concluye la Oficina del Catastro pero el doble de la superficie por la que tributa fiscalmente. Para intentar eludir su responsabilidad ante las innumerables irregularidades que alberga su chalé el edil de Cort ha llegado a negar incluso los números que baraja el Ministerio de Economía y Hacienda. «Si mi chalé mide 680 metros cuadrados, pongo mi puesto a disposición del partido y me retiro», dijo el pasado 25 de enero durante el Pleno de Cort.
A pesar de que este periódico reprodujo los documentos del Catastro que certifican que el chalé tiene exactamente 680 metros construidos, Grosske incumplió su palabra. A día de hoy el cabecilla de la coalición de izquierdas denominada Bloc continúa sin poner a disposición de su partido su acta de concejal de Cort.
Se aferra a su puesto a pesar de haber falseado la realidad ante el Registro de la Propiedad; de pagar menos impuestos a sabiendas; de comprar una vivienda repleta de edificaciones fuera de ordenación; e incluso de haberlo hecho saltándose al API al que recurrió para ahorrarse la comisión.
Tal y como reveló Miguel Ángel Ruiz, Eberhard Grosske, se sirvió de una inmobiliaria mallorquina para comprar su chalé de 680 metros cuadrados en Sencelles, pero después burló a esta agencia, que se quedó sin cobrar los 18.000 euros de comisión estipulada en el precio.
Se trata de una de las formas de picaresca que más temen las empresas del sector inmobiliario. Aunque en este caso quien la llevó a cabo fue precisamente el ex conseller de Trabajo del Govern del Pacte.
La inmobiliaria, cuyos responsables han preferido preservar su identidad, había puesto el chalé de Sencelles a la venta a través de su página web en Internet por un precio de 380.000 euros (63 millones de pesetas). Esta cantidad incluía la comisión del 5% (18.000 euros) que habitualmente cobran las agencias por sus gestiones.
Un viernes del mes de abril de 2005, la empresa recibió la llamada de una mujer, la esposa de Grosske, interesándose por este anuncio. Durante la conversación, la mujer del edil intentó sonsacar a la comercial que atendió la llamada todos los datos que pudo sobre el inmueble para posteriormente contactar directamente con los propietarios del inmueble.