Puigpunyent: el millonario suizo que adquirió Son Balaguer derribó su "possessió" pese al "no" del Consell |
(El Mundo, 9/02/2007)
El Ayuntamiento de Puigpunyent concedió la licencia de obra sobre un proyecto que ya incumplía la normativa de Patrimonio - Ingresó casi 62.000 euros en tasas y no atendió a una denuncia vecinal
MIREYA ROURA
PUIGPUNYENT.- La tafona de Son Balaguer está ahora bajo las ruinas. La possessió ha perdido parte de su fachada del siglo XV, sus empedrados y sus arcos, entre muchas otras cosas. La causa es un derribo en toda regla. El multimillonario propietario la ha tirado abajo sin contemplaciones. Y lo ha hecho amparándose en una licencia de obra que el Ayuntamiento de Puigpunyent le otorgó sobre un proyecto básico que ya no presagiaba nada bueno.
Según el equipo de gobierno, el extranjero que adquirió la alquería por más de mil millones de las antiguas pesetas pidió reformar la possessió en 2005. El proyecto base, al que ha tenido acceso este diario, ya no respetaba una de las fachadas y contemplaba varias modificaciones por un valor global de 1,6 millones de euros. No obstante, el Ayuntamiento le dio la licencia de obra. Se ingresaron en las arcas municipales 49.993 euros por la licencia y 12.485 en tasas.
La possessió es un bien protegido. Así consta en la ficha 2 del Inventario Patrimonial del Consell de Cultura de 1992 y en el número 59 del Catálogo de Bienes patrimoniales de Puigpunyent. Es por ello que el Ayuntamiento remitió el proyecto base, al que ya había dado la licencia de obra, al Consell de Mallorca; el competente en materia patrimonial.
Dictamen contundente
El dictamen del Departamento de Patrimonio e Identidad Cultural del Consell fue contundente. Aunque no denegó la licencia, sí advirtió que ésta sólo podía prosperar si se realizaban modificaciones importantes en el proyecto base.
Prescribía que se había de mantener la fachada exterior, que no podía haber cambios en la volumetría y que se había de respetar la tafona y su maquinaria, así como los arcos. Tampoco permitía al propietario cambiar las ventanas y construir las pequeñas edificaciones proyectadas.
A mediados de 2006 el Ayuntamiento tuvo conocimiento de este dictamen y pidió al propietario de Son Balaguer que modificara sus planes iniciales y presentara un proyecto de ejecución con las prescripciones impuestas por el Consell.
El Consistorio dice que recibió los planos definitivos a principios de diciembre. «Y sin autorización del Ayuntamiento [que debía dar la licencia de ejecución] empezaron las obras», dijo el alcalde, Joan Ferrà. Según explicó, el promotor empezó a actuar por cuenta ajena y cuando el Ayuntamiento se dio cuenta, ya era demasiado tarde.
No obstante, esta versión se contradice con la que aportan unos vecinos. En concreto, una ciudadana explicó a este diario que había observado cambios evidentes en la possessió desde hacía dos meses. Cuenta, asimismo, que advirtió varias veces al Ayuntamiento sin obtener respuesta alguna por su parte. Finalmente optó por denunciar los hechos al Consell.
Fue así como, según cuenta, se presentó un inspector de Patrimonio en Puigpunyent para comprobar el estado de la possessió. Y lo hizo sin éxito, pues el Ayuntamiento le negó la visita de inspección aduciendo que tenía que pedir antes una audiencia.
El Ayuntamiento de Puigpunyent concedió la licencia de obra sobre un proyecto que ya incumplía la normativa de Patrimonio - Ingresó casi 62.000 euros en tasas y no atendió a una denuncia vecinal
MIREYA ROURA
PUIGPUNYENT.- La tafona de Son Balaguer está ahora bajo las ruinas. La possessió ha perdido parte de su fachada del siglo XV, sus empedrados y sus arcos, entre muchas otras cosas. La causa es un derribo en toda regla. El multimillonario propietario la ha tirado abajo sin contemplaciones. Y lo ha hecho amparándose en una licencia de obra que el Ayuntamiento de Puigpunyent le otorgó sobre un proyecto básico que ya no presagiaba nada bueno.
Según el equipo de gobierno, el extranjero que adquirió la alquería por más de mil millones de las antiguas pesetas pidió reformar la possessió en 2005. El proyecto base, al que ha tenido acceso este diario, ya no respetaba una de las fachadas y contemplaba varias modificaciones por un valor global de 1,6 millones de euros. No obstante, el Ayuntamiento le dio la licencia de obra. Se ingresaron en las arcas municipales 49.993 euros por la licencia y 12.485 en tasas.
La possessió es un bien protegido. Así consta en la ficha 2 del Inventario Patrimonial del Consell de Cultura de 1992 y en el número 59 del Catálogo de Bienes patrimoniales de Puigpunyent. Es por ello que el Ayuntamiento remitió el proyecto base, al que ya había dado la licencia de obra, al Consell de Mallorca; el competente en materia patrimonial.
Dictamen contundente
El dictamen del Departamento de Patrimonio e Identidad Cultural del Consell fue contundente. Aunque no denegó la licencia, sí advirtió que ésta sólo podía prosperar si se realizaban modificaciones importantes en el proyecto base.
Prescribía que se había de mantener la fachada exterior, que no podía haber cambios en la volumetría y que se había de respetar la tafona y su maquinaria, así como los arcos. Tampoco permitía al propietario cambiar las ventanas y construir las pequeñas edificaciones proyectadas.
A mediados de 2006 el Ayuntamiento tuvo conocimiento de este dictamen y pidió al propietario de Son Balaguer que modificara sus planes iniciales y presentara un proyecto de ejecución con las prescripciones impuestas por el Consell.
El Consistorio dice que recibió los planos definitivos a principios de diciembre. «Y sin autorización del Ayuntamiento [que debía dar la licencia de ejecución] empezaron las obras», dijo el alcalde, Joan Ferrà. Según explicó, el promotor empezó a actuar por cuenta ajena y cuando el Ayuntamiento se dio cuenta, ya era demasiado tarde.
No obstante, esta versión se contradice con la que aportan unos vecinos. En concreto, una ciudadana explicó a este diario que había observado cambios evidentes en la possessió desde hacía dos meses. Cuenta, asimismo, que advirtió varias veces al Ayuntamiento sin obtener respuesta alguna por su parte. Finalmente optó por denunciar los hechos al Consell.
Fue así como, según cuenta, se presentó un inspector de Patrimonio en Puigpunyent para comprobar el estado de la possessió. Y lo hizo sin éxito, pues el Ayuntamiento le negó la visita de inspección aduciendo que tenía que pedir antes una audiencia.
Puigpunyent convoca un pleno ante el revuelo y se anuncia una movilización
M.R
Algunos vecinos de Puigpunyent, todavía desorientados por el extraño incidente, decidieron ayer reunirse para hablar del asunto. La voz cantante la llevaron dos miembros de Milana Foment del Patrimoni, una asociación de carácter local que tiene el fin de preservar los bienes patrimoniales. Sin entrar demasiado en el terreno político, explicaron la gravedad de los hechos. Para evitar que actuaciones así acaben con la historia de Mallorca, han convocado una concentración el próximo 17 de febrero.
Por otra parte, el pleno de ayer aprobó por unanimidad instar al Govern y al Consell a facilitar al Ayuntamiento los medios técnicos y materiales para solucionar el asunto. Asimismo, se aprobó elaborar una normativa para tipificar las infracciones a bienes patrimoniales de cara al futuro.
El alcalde informó de que, tras conocer el desastre, ordenó el inmediato cese de las obras. Asimismo, explicó que se ha abierto un expediente sancionador. Varios concejales socialistas optaron por imponer la sanción más elevada. «Necesitamos ayuda frente a todo el batallón de abogados que se nos vendrá encima», dijo uno de los ediles.
«No tenemos capacidad para saber todo lo que pasa en el municipio. Esto se ha hecho con trampa. Si no hay un interés supramunicipal hay peligro de que esto vuelva a suceder», aseveró el mismo concejal.
También se explicó que el anterior alcalde socialista había propuesto al Govern del Pacte comprar la possessió, a través de los fondos de la ecotasa, para incluirla en la ruta de la pedra en sec y hacer de la alquería una escuela-taller.