Manacor: El PP aporta 75 firmas para mantener abierto un club de alterne en Son Macià |
(Diario de Mallorca, 2/11/2006)
Los propietarios del prostíbulo dicen que es una "casa de huéspedes" pero se anuncia como "salón de bellas señoritas"
MIQUEL BARCELÓ. MANACOR.
Una denuncia vecinal por la presunta actividad ilegal que desarrolla el club de alterne Villamiel, en terreno rústico, cerca de Son Macià (Manacor), ha sido contestado por el Ayuntamiento con un pliego de 75 firmas de supuestos vecinos de este establecimiento dedicado a la prostitución, que manifiestan "no tener molestias alguna como consecuencia de las actividades de dicho local". En el perímetro más cercano a Villamiel apenas hay media docena de viviendas habitadas.
El delegado de Sanidad y Consumo, Andreu Vecina (PP), ha asegurado que se remitió las firmas a los denunciantes "porque nos solicitaron toda la documentación sobre este caso". Desde los servicios técnicos municipales han asegurado a DIARIO de MALLORCA que el club "no tiene licencia de apertura".
Las quejas vecinales se tradujeron en una denuncia formal ante el Ayuntamiento en diciembre del pasado año. Entonces ocho vecinos de Villamiel solicitaron al alcalde, Antoni Pastor (PP), "ser informados de si este local tiene licencia de apertura y/o actividad". En caso afirmativo pedían se detallara "el horario de cierre del citado local". La respuesta municipal fue que la imposible identificación de los ocho solicitantes -pese a figurar la firma y el DNI- hacía inviable contestarles.
Documentos aportados
El 3 junio de 2006, los afectados insistieron de nuevo en la petición de información, que no fue atendida hasta el 26 de julio por el delegado Vecina. La respuesta municipal fue replicar con una lista de 75 supuestos vecinos -muchos con nombre ilegible- que avalaban la inexistencia de molestia alguna del local. El Ayuntamiento también remitió copias del pago del IAE, la tasa de basura y otros documentos como la escritura de constitución de la sociedad gestora del local.
El 9 de agosto, los denunciantes, ante la falta de "una respuesta concreta" y la negativa municipal "a atender una pregunta tan sencilla como es decir si -el local Villamiel- tiene o no licencia de apertura y de actividad", insistían al alcalde Pastor en exponerle "las continuas molestias de ruido, suciedad e incidentes causados por visitantes de este local".
Industria de "hostelería"
Villamiel, situado en el camino de Son Vell en Son Macià, es un negocio gestionado por la sociedad Palmanport S.L., que figura a nombre de Antonia Escribano Garrido y Antonia Garrido Algaba. Su objeto social es "la explotación de la industria de Hostelería y Restauración en cualquiera de sus modalidades complementarias". En respuesta a la audiencia concedida por el Ayuntamiento, Palmanport S.L. reseñó que su actividad figura como "empresarial" y como negocio "de Hospedaje en fondas y casas de huéspedes", y que se ha solicitado la oportuna licencia de apertura "como negocio ya existente y por tanto, se considere una legalización y no una actividad nueva, ya que con la documentación aportada se demuestra la antigüedad de dicho establecimiento".
Pero los propietarios de "la casa de huéspedes" Villamiel anuncian el negocio en folletos y espacios publicitarios como local de relax: "Salón atendido por bellas señoritas. Máxima discreción. Precios económicos. Compruébelo Usted mismo. Abierto de las 16 horas a las 4 de la madrugada".
Los propietarios del prostíbulo dicen que es una "casa de huéspedes" pero se anuncia como "salón de bellas señoritas"
MIQUEL BARCELÓ. MANACOR.
Una denuncia vecinal por la presunta actividad ilegal que desarrolla el club de alterne Villamiel, en terreno rústico, cerca de Son Macià (Manacor), ha sido contestado por el Ayuntamiento con un pliego de 75 firmas de supuestos vecinos de este establecimiento dedicado a la prostitución, que manifiestan "no tener molestias alguna como consecuencia de las actividades de dicho local". En el perímetro más cercano a Villamiel apenas hay media docena de viviendas habitadas.
El delegado de Sanidad y Consumo, Andreu Vecina (PP), ha asegurado que se remitió las firmas a los denunciantes "porque nos solicitaron toda la documentación sobre este caso". Desde los servicios técnicos municipales han asegurado a DIARIO de MALLORCA que el club "no tiene licencia de apertura".
Las quejas vecinales se tradujeron en una denuncia formal ante el Ayuntamiento en diciembre del pasado año. Entonces ocho vecinos de Villamiel solicitaron al alcalde, Antoni Pastor (PP), "ser informados de si este local tiene licencia de apertura y/o actividad". En caso afirmativo pedían se detallara "el horario de cierre del citado local". La respuesta municipal fue que la imposible identificación de los ocho solicitantes -pese a figurar la firma y el DNI- hacía inviable contestarles.
Documentos aportados
El 3 junio de 2006, los afectados insistieron de nuevo en la petición de información, que no fue atendida hasta el 26 de julio por el delegado Vecina. La respuesta municipal fue replicar con una lista de 75 supuestos vecinos -muchos con nombre ilegible- que avalaban la inexistencia de molestia alguna del local. El Ayuntamiento también remitió copias del pago del IAE, la tasa de basura y otros documentos como la escritura de constitución de la sociedad gestora del local.
El 9 de agosto, los denunciantes, ante la falta de "una respuesta concreta" y la negativa municipal "a atender una pregunta tan sencilla como es decir si -el local Villamiel- tiene o no licencia de apertura y de actividad", insistían al alcalde Pastor en exponerle "las continuas molestias de ruido, suciedad e incidentes causados por visitantes de este local".
Industria de "hostelería"
Villamiel, situado en el camino de Son Vell en Son Macià, es un negocio gestionado por la sociedad Palmanport S.L., que figura a nombre de Antonia Escribano Garrido y Antonia Garrido Algaba. Su objeto social es "la explotación de la industria de Hostelería y Restauración en cualquiera de sus modalidades complementarias". En respuesta a la audiencia concedida por el Ayuntamiento, Palmanport S.L. reseñó que su actividad figura como "empresarial" y como negocio "de Hospedaje en fondas y casas de huéspedes", y que se ha solicitado la oportuna licencia de apertura "como negocio ya existente y por tanto, se considere una legalización y no una actividad nueva, ya que con la documentación aportada se demuestra la antigüedad de dicho establecimiento".
Pero los propietarios de "la casa de huéspedes" Villamiel anuncian el negocio en folletos y espacios publicitarios como local de relax: "Salón atendido por bellas señoritas. Máxima discreción. Precios económicos. Compruébelo Usted mismo. Abierto de las 16 horas a las 4 de la madrugada".
Ruidos, suciedad luces molestas, incidentes, "y tres almendros muertos"
M. B. MANACOR.
La familia Sureda Nicolau vive a cien metros del local Villamiel. Varios de sus miembros han denunciado las "continuas molestias" que soportan por la actividad del local de citas. Guillem Sureda, asegura que tiene que no puede dormir por el elevado volumen de la música, por los focos de luz que dan directamente a la fachada de su vivienda y por las continuas paradas y broncas que muchos clientes montan a la entrada de su vivienda. "Nos mean en el portillo, entran aquí con el coche, la música se hace insoportable hasta bien entrada la madrugada y la luz de los focos no nos deja dormir. Además -añade-, tres almendros a los que dan directamente los focos se han muerto".
Maria Sureda, la hija que lleva toda la tramitación ante el Ayuntamiento remarca que el local fue clausurado en 1989, pero volvió a abrir. "Ni siquiera hemos solicitado el cierre del local. Pedimos información y no nos la dan. Venimos soportando demasiadas molestias" indica. "Nos han ofrecido dinero en compensación, pero lo que queremos es poder descansar. Estamos en nuestro derecho", declara su hermano Toni. "El Ayuntamiento sigue si contestar si Villamiel tiene o no licencia. No actúa y sus dirigentes incumplen sus obligaciones y responsabilidades, y encima se atreven a replicarnos con una sarta de 75 firmas que aseguran que el local no molesta", añade Maria.
Se llama a la Policía "pero no hace nada". "Un cliente estaba borracho y atrancó el coche. Los agentes le ayudaron a ponerlo en marcha".