El arquitecto de Sant Josep admite que dictaminó un proyecto de su nuera |
(Diario de Ibiza, 26/10/2006)
Antonio Huerta reconoce ante el juez que la directora facultativa de las obras ilegales de Cala Molí es pariente suya, pero asegura que ello no supone ninguna incompatibilidad legal para él
Eivissa | J. Ll. Ferrer
El arquitecto municipal de Sant Josep, Antonio Huerta Briz, admitió ayer en los juzgados de Eivissa que emitió un dictamen favorable a la urbanización de Cala Molí que invadía un área protegida por la ley y cuyo proyecto, además, había redactado su propia nuera, Pilar Fernández. El arquitecto, junto con su hijo y el aparejador municipal, Julio Blanco, declararon en calidad de imputados ante el titular del juzgado de instrucción número 3 de Eivissa, Pablo Mendoza, que instruye las diligencias abiertas por un presunto delito contra el medio ambiente y en el que actúa como acusación popular el Colegio de Arquitectos.
Huerta, que acudió a declarar acompañado de su abogado, el catedrático de Derecho Penal Gonzalo Rodríguez Mourullo, afirmó sin embargo que el informe que firmó se refería únicamente a la adecuación del proyecto de ejecución al proyecto básico presentado previamente para la obtención de licencia. Para poder iniciar las obras, ambos documentos deben coincidir y para certificarlo el arquitecto municipal debe emitir el correspondiente informe.
Antonio Huerta, según fuentes próximas a la declaración, confirmó a preguntas del magistrado que la autora del proyecto, Pilar Fernández, es nuera suya, al ser la compañera sentimental de Antonio Huerta Chamorro y tener ambos dos hijos de corta edad. De hecho, Pilar Fernández no acudió ayer a declarar alegando encontrarse en periodo de lactancia.
A pesar de esas circunstancias, el arquitecto municipal de Sant Josep afirmó ante el juez que ello no le hace incurrir en ningún tipo de incompatibilidad legal, por lo que negó haber cometido delito alguno.
El hijo afirma ignorarlo todo
Por su parte, el hijo del principal imputado, Antonio Huerta Chamorro, que también es arquitecto privado de profesión, confirmó su relación con Pilar Fernández, pero aseguró desconocer todo lo relativo a los negocios que ésta tenía y añadió que jamás se inmiscuía en ellos.
El hijo del arquitecto, por otra parte, se negó a contestar a las preguntas formuladas por el abogado de la acusación ejercida por el Colegio de Arquitectos, José Ignacio Herrero, alegando que esta institución, en vez de defender sus derechos como colegiado, ha optado por denunciarlo.
Finalmente, el aparejador municipal de Sant Josep, Julio Blanco, que emitió el primero de los informes sobre estas obras, admitió que su autorización constituyó un error, pero recalcó su total ausencia de intereses con dicho proyecto.
Antonio Huerta reconoce ante el juez que la directora facultativa de las obras ilegales de Cala Molí es pariente suya, pero asegura que ello no supone ninguna incompatibilidad legal para él
Eivissa | J. Ll. Ferrer
El arquitecto municipal de Sant Josep, Antonio Huerta Briz, admitió ayer en los juzgados de Eivissa que emitió un dictamen favorable a la urbanización de Cala Molí que invadía un área protegida por la ley y cuyo proyecto, además, había redactado su propia nuera, Pilar Fernández. El arquitecto, junto con su hijo y el aparejador municipal, Julio Blanco, declararon en calidad de imputados ante el titular del juzgado de instrucción número 3 de Eivissa, Pablo Mendoza, que instruye las diligencias abiertas por un presunto delito contra el medio ambiente y en el que actúa como acusación popular el Colegio de Arquitectos.
Huerta, que acudió a declarar acompañado de su abogado, el catedrático de Derecho Penal Gonzalo Rodríguez Mourullo, afirmó sin embargo que el informe que firmó se refería únicamente a la adecuación del proyecto de ejecución al proyecto básico presentado previamente para la obtención de licencia. Para poder iniciar las obras, ambos documentos deben coincidir y para certificarlo el arquitecto municipal debe emitir el correspondiente informe.
Antonio Huerta, según fuentes próximas a la declaración, confirmó a preguntas del magistrado que la autora del proyecto, Pilar Fernández, es nuera suya, al ser la compañera sentimental de Antonio Huerta Chamorro y tener ambos dos hijos de corta edad. De hecho, Pilar Fernández no acudió ayer a declarar alegando encontrarse en periodo de lactancia.
A pesar de esas circunstancias, el arquitecto municipal de Sant Josep afirmó ante el juez que ello no le hace incurrir en ningún tipo de incompatibilidad legal, por lo que negó haber cometido delito alguno.
El hijo afirma ignorarlo todo
Por su parte, el hijo del principal imputado, Antonio Huerta Chamorro, que también es arquitecto privado de profesión, confirmó su relación con Pilar Fernández, pero aseguró desconocer todo lo relativo a los negocios que ésta tenía y añadió que jamás se inmiscuía en ellos.
El hijo del arquitecto, por otra parte, se negó a contestar a las preguntas formuladas por el abogado de la acusación ejercida por el Colegio de Arquitectos, José Ignacio Herrero, alegando que esta institución, en vez de defender sus derechos como colegiado, ha optado por denunciarlo.
Finalmente, el aparejador municipal de Sant Josep, Julio Blanco, que emitió el primero de los informes sobre estas obras, admitió que su autorización constituyó un error, pero recalcó su total ausencia de intereses con dicho proyecto.
Detectives privados investigaron a Huerta
Eivissa | J. Ll. F.
El arquitecto de Sant Josep fue objeto, hace más de dos años, de una investigación privada por parte de un equipo de detectives como medio de prueba para poner de manifiesto la actuación irregular de este técnico, cuyo nombre aparece asociado a varias denuncias y causas judiciales por presuntos delitos urbanísticos en los juzgados ibicencos.
Al parecer, uno de los elementos de este trabajo de investigación consiste en una grabación de una conversación de Antonio Huerta, que ayer fue también objeto de las preguntas del juez, aunque no han trascendido los detalles de lo que aseguró el arquitecto municipal sobre esta cuestión.
Una vez tomada declaración a los tres imputados de ayer, el juez deberá ahora llamar de nuevo a Pilar Fernández para que aporte su testimonio sobre las circunstancias que rodearon la concesión de esta licencia de obras en Cala Molí, que fue denunciada por los ecologistas del GEN ante la Fiscalía de Eivissa hace dos años y luego recibió la personación del Colegio de Arquitectos como acusación popular.
El Colegio de Arquitectos de Eivissa y Formentera, a través de José Ferrer Llaneras, manifestó ayer que «independientemente de si Huerta quiere contestar o no las preguntas» de su abogado, seguirán adelante «con las dos instrucciones que se están llevando a cabo», en alusión tanto a las diligencias judiciales como al expediente disciplinario abierto desde la propia institución colegial, y que continúa tramitándose.
Ferrer opinó que en su declaración de ayer, Huerta se prodigó en «evasivas» y que «no pudo negar» las pruebas que le implican en los hechos. «Se van confirmando las sospechas», agregó el representante del Colegio de Arquitectos.