El Ayuntamiento de Artà tasa a la baja las obras ilegales de la mansión de Becker |
(El Mundo, 25/10/2006)
El Departamento de Urbanismo valora en poco mas de 9.000 ¤ la nueva pista de baloncesto y los tejados de la finca de Son Coll - La sanción urbanística se calculará en base a esta cifra
GUILLERMO DE OLEZA
PALMA.- El Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Artà ha efectuado un valoración a la baja de las obras de reforma ilegales efectuadas por Boris Becker en su residencia de Mallorca, en el municipio de Artà.
Dichas obras consistieron principalmente en la construcción de unas pistas de baloncesto, además de cubrir los porches, el patio principal o los pabellones de la piscina de su finca de Son Coll, sin contar con la correspondiente licencia municipal de obras, motivo por el que se le abrió un expediente de infracción urbanística.
La tasación efectuada por el ayuntamiento, ha valorado estas reformas en 9.329,62 E, siguiendo el método simplificado de presupuesto de referencia en base a los costes de edificación en las Islas baleares del Colegio Oficial de Arquitectos de las Baleares.
Este es el segundo expediente de infracción urbanística que se le abre al tenista alemán desde que adquirió la vivienda, que tal y como ya informo este diario el pasado verano, ha puesto a la venta por 15 millones de euros a pesar de tener en la mano una tasación realizada por la empresa Tinsa que fija su valor en la mitad: 7,4 millones de euros.
La decisión del ex número uno mundial del tenis, de desprenderse de la propiedad que más quebraderos de cabeza le ha ocasionado, la adoptó antes del verano acuciado por las deudas y guiado por los consejos de un célebre agente inmobiliario afincado en Mallorca.
Precisamente para promocionar Son Coll, celebró a principios de agosto una fiesta por todo lo alto a la que asistieron, entre otros, el Ministro alemán de Defensa Franz Josef Jung y que gozó de un amplia repercusión en la prensa germana por deseo expreso del tenista que se despidió de las pistas con seis Grand Slam en su haber (tres Wimbledon, dos Open de EEUU y un Abierto de Australia).
Sanear cuentas
La idea de emplear Son Coll para sanear sus cuentas ronda la cabeza de Becker desde hace al menos un año. Fue entonces cuando encargó a Tinsa una tasación de la finca para obtener un aval bancario por el mismo importe.
Tras examinar Son Coll, la tasadora española más prestigiosa cifró el valor en 7,4 millones de euros sin tener en cuenta en ningún momento las obras ilegales que acababa de realizar el alemán y que ya le han costado el segundo expediente urbanístico en tan sólo tres años.
Cuando Becker compró la finca, hace nueve años lo hizo con la intención de aislarse del mundanal ruido en compañía de sus mas alegados. Ni siquiera le importó que la finca no tuviera vistas al mar. Sólo reparó en que no le faltara una sola comodidad.
Antigua posesión
Levantó junto a la antigua posesión una mansión en toda regla. Eso, además de dos viviendas para los guardeses; tres para los invitados; garajes; salas de máquinas; y una majestuosa piscina junto a la cual el deportista edificó una instalación que alberga en su interior saunas, servicios y baños turcos.
La casa del germano, además de respetar el entorno, recobra las formas y los materiales utilizados en Mallorca desde tiempos inmemoriales.
Antes de recalar en Mallorca, Boris Becker fue tentado para establecer su residencia de verano en la Provenza francesa. Pero el muniqués se decantó finalmente por Baleares.
En Artà levantó una mansión completamente distinta a las que ha tenido en Mónaco o en Miami. Extendida sobre un total de 125.000 metros cuadrados, la finca de Son Coll resulta de la agrupación de cuatro parcelas. En ellas Boris Becker levantó inicialmente una casa de 987 metros cuadrados cuando legalmente no podía exceder del medio millar.
Este exceso de edificabilidad le obligó a pleitear una y otra vez con la Administración y finalmente se vio obligado a demoler la parte ilegal.
El Departamento de Urbanismo valora en poco mas de 9.000 ¤ la nueva pista de baloncesto y los tejados de la finca de Son Coll - La sanción urbanística se calculará en base a esta cifra
GUILLERMO DE OLEZA
PALMA.- El Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Artà ha efectuado un valoración a la baja de las obras de reforma ilegales efectuadas por Boris Becker en su residencia de Mallorca, en el municipio de Artà.
Dichas obras consistieron principalmente en la construcción de unas pistas de baloncesto, además de cubrir los porches, el patio principal o los pabellones de la piscina de su finca de Son Coll, sin contar con la correspondiente licencia municipal de obras, motivo por el que se le abrió un expediente de infracción urbanística.
La tasación efectuada por el ayuntamiento, ha valorado estas reformas en 9.329,62 E, siguiendo el método simplificado de presupuesto de referencia en base a los costes de edificación en las Islas baleares del Colegio Oficial de Arquitectos de las Baleares.
Este es el segundo expediente de infracción urbanística que se le abre al tenista alemán desde que adquirió la vivienda, que tal y como ya informo este diario el pasado verano, ha puesto a la venta por 15 millones de euros a pesar de tener en la mano una tasación realizada por la empresa Tinsa que fija su valor en la mitad: 7,4 millones de euros.
La decisión del ex número uno mundial del tenis, de desprenderse de la propiedad que más quebraderos de cabeza le ha ocasionado, la adoptó antes del verano acuciado por las deudas y guiado por los consejos de un célebre agente inmobiliario afincado en Mallorca.
Precisamente para promocionar Son Coll, celebró a principios de agosto una fiesta por todo lo alto a la que asistieron, entre otros, el Ministro alemán de Defensa Franz Josef Jung y que gozó de un amplia repercusión en la prensa germana por deseo expreso del tenista que se despidió de las pistas con seis Grand Slam en su haber (tres Wimbledon, dos Open de EEUU y un Abierto de Australia).
Sanear cuentas
La idea de emplear Son Coll para sanear sus cuentas ronda la cabeza de Becker desde hace al menos un año. Fue entonces cuando encargó a Tinsa una tasación de la finca para obtener un aval bancario por el mismo importe.
Tras examinar Son Coll, la tasadora española más prestigiosa cifró el valor en 7,4 millones de euros sin tener en cuenta en ningún momento las obras ilegales que acababa de realizar el alemán y que ya le han costado el segundo expediente urbanístico en tan sólo tres años.
Cuando Becker compró la finca, hace nueve años lo hizo con la intención de aislarse del mundanal ruido en compañía de sus mas alegados. Ni siquiera le importó que la finca no tuviera vistas al mar. Sólo reparó en que no le faltara una sola comodidad.
Antigua posesión
Levantó junto a la antigua posesión una mansión en toda regla. Eso, además de dos viviendas para los guardeses; tres para los invitados; garajes; salas de máquinas; y una majestuosa piscina junto a la cual el deportista edificó una instalación que alberga en su interior saunas, servicios y baños turcos.
La casa del germano, además de respetar el entorno, recobra las formas y los materiales utilizados en Mallorca desde tiempos inmemoriales.
Antes de recalar en Mallorca, Boris Becker fue tentado para establecer su residencia de verano en la Provenza francesa. Pero el muniqués se decantó finalmente por Baleares.
En Artà levantó una mansión completamente distinta a las que ha tenido en Mónaco o en Miami. Extendida sobre un total de 125.000 metros cuadrados, la finca de Son Coll resulta de la agrupación de cuatro parcelas. En ellas Boris Becker levantó inicialmente una casa de 987 metros cuadrados cuando legalmente no podía exceder del medio millar.
Este exceso de edificabilidad le obligó a pleitear una y otra vez con la Administración y finalmente se vio obligado a demoler la parte ilegal.