Calvià: el Consell legaliza el Western Park y posibilita la apertura de la megapiscina |
(El Mundo, 23/07/2006)
Aprueba que el suelo pase de residencial a equipamiento 4 años después de que se cree el parque temático / El Ayuntamiento dejará abrir la piscina pero multará a Cursach
E. C. L.
CALVIÀ.- Cuatro años después de su creación, el parque de atracciones Western Park de Bartolomé Cursach ya cuenta con la recalificación de suelo que regulariza su situación urbanística. Un cambio de uso de «residencial» a «equipamiento» que fue impulsado por el anterior gobierno municipal a través de una modificación puntual del viejo Plan General y que ha sido avalada por el Consell en una ponencia técnica celebrada recientemente.
Una decisión que no sólo pone fin a un escenario irregular que se ha prolongado durante más de cuatro años (el parque nunca detuvo su actividad) sino que ha hecho, entre otras cosas, que el Ayuntamiento haya otorgado licencia esta misma semana a la piscina de 1.481 m2 que Cursach hizo construir valiéndose de una licencia de obra menor -concretamente «para cambiar el césped y el vallado»-.
El Ayuntamiento clausuró el año pasado la piscina de olas al detectar la irregularidad. Sin embargo, ya reveló el pasado mes de abril que tenía intención de arreglar la situación administrativa de la piscina en cuanto se solventase el problema urbanístico de fondo que afectaba al parque: fue construido en una parcela calificada como residencial en el Plan General de Ordenación Urbana de Calvià. Una zona donde podían construirse viviendas y en ningún caso equipamiento turístico o de ocio.
Los celadores del Ayuntamiento denunciaron la piscina ilegal de olas cuando la instalación estaba acabada y el alcalde, Carlos Delgado (PP), ordenó clausurarla y prohibió que se abriera durante la temporada estival, aguando a Cursach una inversión de 544.000 euros.
Habrá multa
Lo cierto es que, pese a que hubiera seguido los pasos administrativos obligatorios, el empresario de ocio no podría haber obtenido permiso para su megapiscina ya que, sobre el papel, ésta se hubiera proyectado en una zona residencial, por lo que nunca hubiera recibido licencia.
El escenario ha cambiado con la resolución adoptada por los técnicos del Consell, que ha dado luz verde a la recalificación del suelo sobre el que se levanta el Western Park. Una modificación puntual del Plan General que venía avalada por el Ayuntamiento y a la que no pusieron pegas las comisiones técnicas pertinentes de la institución que preside Maria Antònia Munar. Delgado había heredado del gobierno del PSOE las instalaciones irregulares del Western. Según explica el actual regidor de Urbanismo, Alberto León, había que elegir entre cerrar una empresa que emplea a decenas de personas y crea oferta turística o realizar los trámites para regularizar su situación. Con el visto bueno del Consell, restaba la legalización de la piscina, que se ha producido esta misma semana. El departamento de Urbanismo asegura que permitirá la apertura pero que no por ello dejará de multar a la empresa por haberse saltado las reglas de juego urbanístico con la piscina. El empresario podría verse obligado a pagar más de 50.000 euros en concepto de sanciones.
Aprueba que el suelo pase de residencial a equipamiento 4 años después de que se cree el parque temático / El Ayuntamiento dejará abrir la piscina pero multará a Cursach
E. C. L.
CALVIÀ.- Cuatro años después de su creación, el parque de atracciones Western Park de Bartolomé Cursach ya cuenta con la recalificación de suelo que regulariza su situación urbanística. Un cambio de uso de «residencial» a «equipamiento» que fue impulsado por el anterior gobierno municipal a través de una modificación puntual del viejo Plan General y que ha sido avalada por el Consell en una ponencia técnica celebrada recientemente.
Una decisión que no sólo pone fin a un escenario irregular que se ha prolongado durante más de cuatro años (el parque nunca detuvo su actividad) sino que ha hecho, entre otras cosas, que el Ayuntamiento haya otorgado licencia esta misma semana a la piscina de 1.481 m2 que Cursach hizo construir valiéndose de una licencia de obra menor -concretamente «para cambiar el césped y el vallado»-.
El Ayuntamiento clausuró el año pasado la piscina de olas al detectar la irregularidad. Sin embargo, ya reveló el pasado mes de abril que tenía intención de arreglar la situación administrativa de la piscina en cuanto se solventase el problema urbanístico de fondo que afectaba al parque: fue construido en una parcela calificada como residencial en el Plan General de Ordenación Urbana de Calvià. Una zona donde podían construirse viviendas y en ningún caso equipamiento turístico o de ocio.
Los celadores del Ayuntamiento denunciaron la piscina ilegal de olas cuando la instalación estaba acabada y el alcalde, Carlos Delgado (PP), ordenó clausurarla y prohibió que se abriera durante la temporada estival, aguando a Cursach una inversión de 544.000 euros.
Habrá multa
Lo cierto es que, pese a que hubiera seguido los pasos administrativos obligatorios, el empresario de ocio no podría haber obtenido permiso para su megapiscina ya que, sobre el papel, ésta se hubiera proyectado en una zona residencial, por lo que nunca hubiera recibido licencia.
El escenario ha cambiado con la resolución adoptada por los técnicos del Consell, que ha dado luz verde a la recalificación del suelo sobre el que se levanta el Western Park. Una modificación puntual del Plan General que venía avalada por el Ayuntamiento y a la que no pusieron pegas las comisiones técnicas pertinentes de la institución que preside Maria Antònia Munar. Delgado había heredado del gobierno del PSOE las instalaciones irregulares del Western. Según explica el actual regidor de Urbanismo, Alberto León, había que elegir entre cerrar una empresa que emplea a decenas de personas y crea oferta turística o realizar los trámites para regularizar su situación. Con el visto bueno del Consell, restaba la legalización de la piscina, que se ha producido esta misma semana. El departamento de Urbanismo asegura que permitirá la apertura pero que no por ello dejará de multar a la empresa por haberse saltado las reglas de juego urbanístico con la piscina. El empresario podría verse obligado a pagar más de 50.000 euros en concepto de sanciones.
Hizo una piscina de 1.500 m2 con una licencia de jardinería
El Ayuntamiento ha esperado un año para aprobar la piscina que la empresa de Cursach que explota el Western Park, Calvià Parc SL, construyó con un permiso de jardinería.
La licencia definitiva, según alega Alberto León, regidor de Urbanismo, se ha concedido después que el Consell haya dado el visto bueno a la regularización de una zona que llevaba años en el limbo urbanístico. El escándalo del Western Park se remonta a 2001. Cursach presentó un proyecto de parque temático en la zona. Cinco toboganes, un río lento, taquillas de acceso...Infraestructura propia de un complejo de ocio turístico y no del uso previsto en el Plan General Urbano: «residencial». El proyecto, que curiosamente fue diseñado por Isabel Nájera, arquitecta y hermana de la entonces alcaldesa Margarita Nájera, recibió el visto bueno del Ayuntamiento pero topó con el rechazo del Colegio de Abogados y llegó al Juzgado.
Pero el parque de atracciones se ejecutó y ha permanecido abierto de entonces a esta parte. El Ayuntamiento de Carlos Delgado heredó la infraestructura supuestamente irregular a pleno rendimiento. Y decidió normalizar la situación urbanística para un cierre polémico y socialmente costoso. El Consell, a instancias del Ayuntamiento, tramitó el 8 de mayo de este año el cambio de uso del suelo. Poniendo al día el complejo. Piscina incluida.