Santa Maria: «Ni le dije a ‘Última Hora’ que voy a cerrar la rotativa de EL MUNDO ni que sus planos son ilegales» |
(El Mundo, 14/06/2006)
La alcaldesa de Santa Maria exige al diario de Serra «que diga la verdad»: «Me harté de indicarles que la planta tiene licencia y está dada como toca» - Vich recuerda que la juez denegó la clausura a Rabasco
ESTEBAN URREIZTIETA
PALMA.- «Que digan la verdad. Ni he dicho que los planos son ilegales ni que voy a cerrar la planta de impresión de EL MUNDO», dijo ayer la alcaldesa de Santa Maria tras leer la entrevista que le concedió el pasado lunes al diario Ultima Hora. La primera edil del PSM aclaró a este periódico que el diario propiedad de Pedro Serra puso en su boca aseveraciones que nunca efectuó y que sólo ha publicado «una parte» de lo que declaró al periodista.
Ultima Hora atribuye a Vich, en referencia a la situación administrativa de la planta de impresión de EL MUNDO/El Día de Baleares, afirmaciones del tipo «hay dos planos que son ilegales» o «prevemos el cierre de la planta». «No pronuncié en ningún momento ni la palabra ilegal ni la palabra cierre», explica la alcaldesa. «El periodista me lo preguntó y lo único que le contesté es que seguiremos el procedimiento». «Me harté de decir que el proyecto básico es legal y que tiene licencia desde el primer día. Ésa es la pura verdad y no aparece en la entrevista», asevera.
Esta vez es Rosa Vich la que desenmascara la enésima campaña de intimidación de Pedro Serra contra este periódico. El editor pretende ahora que no salga a la calle el único medio de comunicación que cuenta sus escándalos. Para ello se ha aliado con el edil Joaquín Rabasco, imputado por robar un millón de euros públicos, y con su íntima Maria Antònia Munar. A los tres les une el mismo objetivo: que sus corruptelas dejen publicarse en estas páginas.
Para ello el trío ha diseñado una estrategia en la cual el presunto ladrón y líder de ASI (Agrupación Social Independiente) ha interpuesto una denuncia contra la rotativa de este diario. Los medios del Grupo Serra la publicitan y la presidenta del Consell de Mallorca la emplea para presionar al Ayuntamiento del municipio donde se encuentra la instalación, Santa María, para que proceda a su inmediata clausura.
De momento, la titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número uno de Palma ya ha dicho que no hay motivos para cerrar la planta impresora y ha subrayado que ha sido construida con la autorización expresa del Consistorio que dirige el PSM.
«Autorización correcta»
«La juez lo ha dicho bien claro ante la demanda de Rabasco: no se cierra. Por lo tanto, ahora mismo no hablamos de cierre», insiste la alcaldesa. «Estamos revisando el proyecto de ejecución porque se han detectado unos planos que no se ajustan al proyecto básico».
«Una vez detectado esto» lo que ha hecho la primera edil ha sido «encargar al técnico municipal que analice el proyecto de ejecución». «Ahí estamos, no hay nada más», recalca. «El proyecto básico tiene una autorización correcta, como toca. Se ajusta a lo que establece el Plan Parcial del Polígono. Eso Ultima Hora no lo ha puesto en ningún sitio y se lo repetí hasta la saciedad». «El problema» reside, en palabras de Vich, en que «hay dos planos» que albergan disparidad de criterios respecto al proyecto básico» en lo que respecta a la altura del edificio. No obstante, cabe recordar que todas las plantas impresoras, la del Grupo Serra incluida, exceden el máximo establecido en términos generales por la normativa municipal. Los metros de más los requiere la propia actividad con objeto de preservar la seguridad de los trabajadores.
La alcaldesa de Santa Maria exige al diario de Serra «que diga la verdad»: «Me harté de indicarles que la planta tiene licencia y está dada como toca» - Vich recuerda que la juez denegó la clausura a Rabasco
ESTEBAN URREIZTIETA
PALMA.- «Que digan la verdad. Ni he dicho que los planos son ilegales ni que voy a cerrar la planta de impresión de EL MUNDO», dijo ayer la alcaldesa de Santa Maria tras leer la entrevista que le concedió el pasado lunes al diario Ultima Hora. La primera edil del PSM aclaró a este periódico que el diario propiedad de Pedro Serra puso en su boca aseveraciones que nunca efectuó y que sólo ha publicado «una parte» de lo que declaró al periodista.
Ultima Hora atribuye a Vich, en referencia a la situación administrativa de la planta de impresión de EL MUNDO/El Día de Baleares, afirmaciones del tipo «hay dos planos que son ilegales» o «prevemos el cierre de la planta». «No pronuncié en ningún momento ni la palabra ilegal ni la palabra cierre», explica la alcaldesa. «El periodista me lo preguntó y lo único que le contesté es que seguiremos el procedimiento». «Me harté de decir que el proyecto básico es legal y que tiene licencia desde el primer día. Ésa es la pura verdad y no aparece en la entrevista», asevera.
Esta vez es Rosa Vich la que desenmascara la enésima campaña de intimidación de Pedro Serra contra este periódico. El editor pretende ahora que no salga a la calle el único medio de comunicación que cuenta sus escándalos. Para ello se ha aliado con el edil Joaquín Rabasco, imputado por robar un millón de euros públicos, y con su íntima Maria Antònia Munar. A los tres les une el mismo objetivo: que sus corruptelas dejen publicarse en estas páginas.
Para ello el trío ha diseñado una estrategia en la cual el presunto ladrón y líder de ASI (Agrupación Social Independiente) ha interpuesto una denuncia contra la rotativa de este diario. Los medios del Grupo Serra la publicitan y la presidenta del Consell de Mallorca la emplea para presionar al Ayuntamiento del municipio donde se encuentra la instalación, Santa María, para que proceda a su inmediata clausura.
De momento, la titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número uno de Palma ya ha dicho que no hay motivos para cerrar la planta impresora y ha subrayado que ha sido construida con la autorización expresa del Consistorio que dirige el PSM.
«Autorización correcta»
«La juez lo ha dicho bien claro ante la demanda de Rabasco: no se cierra. Por lo tanto, ahora mismo no hablamos de cierre», insiste la alcaldesa. «Estamos revisando el proyecto de ejecución porque se han detectado unos planos que no se ajustan al proyecto básico».
«Una vez detectado esto» lo que ha hecho la primera edil ha sido «encargar al técnico municipal que analice el proyecto de ejecución». «Ahí estamos, no hay nada más», recalca. «El proyecto básico tiene una autorización correcta, como toca. Se ajusta a lo que establece el Plan Parcial del Polígono. Eso Ultima Hora no lo ha puesto en ningún sitio y se lo repetí hasta la saciedad». «El problema» reside, en palabras de Vich, en que «hay dos planos» que albergan disparidad de criterios respecto al proyecto básico» en lo que respecta a la altura del edificio. No obstante, cabe recordar que todas las plantas impresoras, la del Grupo Serra incluida, exceden el máximo establecido en términos generales por la normativa municipal. Los metros de más los requiere la propia actividad con objeto de preservar la seguridad de los trabajadores.