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Mallorca: el Consell detecta casi 200 viviendas en suelo rústico que sólo tienen licencia como almacén |
(Diario de Mallorca, 19/05/2006)
La institución ha emprendido un plan de prevención con la Conselleria d'Agricultura para evitar más casos
NEKANE DOMBLÁS
El Consell de Mallorca ha detectado que cerca de dos centenares de casas ubicadas en suelo rústico, algunas de ellas en zonas de alta protección paisajística, se han construido o se están intentando construir con la obtención de una simple licencia de almacén agrícola. La institución insular dispone incluso de fotografías que acreditan que algunos de estos supuestos almacenes son viviendas en toda regla.
Este fraude masivo comenzó a detectarse hace más de un año, por lo que el Consell decidió tomar medidas efectivas para evitar el coladero. Una de las más efectivas ha sido la colaboración «preventiva» con la Conselleria d'Agricultura. Antes de autorizar la construcción o reforma de un almacén agrícola, el Consell consulta con la Conselleria d'Agricultura si en el listado de instalaciones agrarias figuran los terrenos donde se pretende construir el supuesto almacén.
Por este sistema se han conseguido abortar varias decenas de licencias agrícolas que terminan siendo viviendas en suelo rústico, según explicó el conseller de Territori del Consell, Bartomeu Vicens. Pero no es la única medida pensada para evitar el fraude. Todas las peticiones de cédula de habitabilidad para la construcción o ampliación de almacenes de este tipo son inspeccionadas por los técnicos del Consell. A la mínima sospecha que existe con respecto a la tipología edificatoria de la instalación, se paraliza la concesión de la cédula.
Gracias a este sistema el Consell de Mallorca paralizó el año pasado un total de 24 fraudes de este tipo, pero el conseller de Territori explicó que la cifra fue sensiblemente inferior a la de otros años, ya que antes se había aplicado el rasero previo con la Conselleria d'Agricultura. El Consell ha impugnado además numerosas licencias sospechosas concedidas por varios ayuntamientos de la Isla.
La institución ha emprendido un plan de prevención con la Conselleria d'Agricultura para evitar más casos
NEKANE DOMBLÁS
El Consell de Mallorca ha detectado que cerca de dos centenares de casas ubicadas en suelo rústico, algunas de ellas en zonas de alta protección paisajística, se han construido o se están intentando construir con la obtención de una simple licencia de almacén agrícola. La institución insular dispone incluso de fotografías que acreditan que algunos de estos supuestos almacenes son viviendas en toda regla.
Este fraude masivo comenzó a detectarse hace más de un año, por lo que el Consell decidió tomar medidas efectivas para evitar el coladero. Una de las más efectivas ha sido la colaboración «preventiva» con la Conselleria d'Agricultura. Antes de autorizar la construcción o reforma de un almacén agrícola, el Consell consulta con la Conselleria d'Agricultura si en el listado de instalaciones agrarias figuran los terrenos donde se pretende construir el supuesto almacén.
Por este sistema se han conseguido abortar varias decenas de licencias agrícolas que terminan siendo viviendas en suelo rústico, según explicó el conseller de Territori del Consell, Bartomeu Vicens. Pero no es la única medida pensada para evitar el fraude. Todas las peticiones de cédula de habitabilidad para la construcción o ampliación de almacenes de este tipo son inspeccionadas por los técnicos del Consell. A la mínima sospecha que existe con respecto a la tipología edificatoria de la instalación, se paraliza la concesión de la cédula.
Gracias a este sistema el Consell de Mallorca paralizó el año pasado un total de 24 fraudes de este tipo, pero el conseller de Territori explicó que la cifra fue sensiblemente inferior a la de otros años, ya que antes se había aplicado el rasero previo con la Conselleria d'Agricultura. El Consell ha impugnado además numerosas licencias sospechosas concedidas por varios ayuntamientos de la Isla.
Nota de Disúrbia: totes aquestes mesures estan bé (ningú no pot dir el contrari), però no es tracta d'això, sinó de fer complir la llei amb les mesures que aquesta preveu: sancions i, sobre tot, demolicions. Tot el que no sigui això només suposarà posar pedaços a una situació que tendria una solució molt més efectiva i senzilla si es dotàs de mitjans als serveis de disciplina urbanística i si la Comissió d'Urbanisme no concedís interesos generals o autoritzacions d'acord amb paperum (com en el cas de Ses Salines) en lloc de basar-se en l'evidència, comprovada in situ, del que realment existeix.