Santa Margalida: el Consell tramita la demolición de una obra ilegal del presidente de los constructores |
(Diario de Mallorca, 30/04/2006)
También impone una sanción de 13.205 euros a Sebastià Pastor por "infracción urbanística grave" en suelo rústico
MATEU FERRER. STA. MARGALIDA.
El presidente de la Asociación de Constructores de Baleares, Sebastià Pastor, realizó obras sin licencia en el polígono 4 de su municipio natal, Santa Margalida, por todo lo cual el Consell de Mallorca está tramitando su demolición.
Pastor es el administrador de la empresa familiar del mismo nombre, dedicada al sector de la construcción y prefabricados. El 21 de diciembre del año pasado, un vecino del pueblo, Esteban Ribas, denunció en el Consell unas "obras consistentes en la edificación de naves industriales y fabricación de material de construcción sin disponer de las oportunas licencias ni de obra ni de actividad". Todo ello sucedía en terrenos localizados en suelo rústico propiedad de Pastor, sitos en un lateral de la carretera de Can Picafort a Santa Margalida, enfrente del camino de son Flor.
Debido a la inactividad municipal, el Consell se subrogó ante el Ayuntamiento las competencias en materia de disciplina urbanística e incoó un expediente de infracción al presidente de los constructores.
Ninguna licencia municipal
Tras inspeccionar las obras, el 25 de octubre del año pasado el Consell reiteró una orden previa de suspensión de las mismas, y se requirió al empresario para que solicitara la oportuna licencia municipal. El expediente siguió su curso, apercibiendo los técnicos insulares la no legalización de la ampliación de un porche industrial en 220 metros cuadrados, por lo que hace unos días el instructor ha propuesto la demolición del mismo "así como la restitución de los terrenos a su estado anterior, todo ello a costa del promotor, e impedir definitivamente los usos a que diera lugar" la obra ilegal.
La propuesta, que será elevada ante una próxima Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico del Consell para que adquiera carácter definitivo, contempla un plazo de dos meses para que Pastor derribe la construcción previa obtención de la preceptiva licencia municipal. En caso contrario, el propio Consell ejecutaría subsidiariamente la demolición de las obras ilegales, cargando los gastos de la misma al infractor.
Paralelamente, el Consell ha impuesto a Pastor una sanción de 13.205 euros, correspondientes al 75% del valor de las obras ejecutadas ilegalmente, "como responsable de una infracción urbanística calificada de grave".
Cabe decir que en su día Ribas denunció más obras además de la infractora. De hecho, la institución insular expedientó la construcción de otro porche industrial de unos 976 metros cuadrados, aunque finalmente estimó parcialmente las alegaciones de Pastor y del Ayuntamiento, y ha resuelto que esta infracción ha prescrito, al haberse realizado la construcción supuestamente en 1994. Esto ha indignado al denunciante, que ya ha alegado que dicha edificación es posterior a ese año, "y al estar en suelo rústico no puede tener licencia de obras", señala Ribas.
Para fundamentar su denuncia, el vecino ha remitido ahora al Consell una foto aérea de 1995 donde se ve a las claras la finca de Pastor y no aparece todavía el porche industrial cuya ilegalidad, según los técnicos insulares, ya ha prescrito.
También impone una sanción de 13.205 euros a Sebastià Pastor por "infracción urbanística grave" en suelo rústico
MATEU FERRER. STA. MARGALIDA.
El presidente de la Asociación de Constructores de Baleares, Sebastià Pastor, realizó obras sin licencia en el polígono 4 de su municipio natal, Santa Margalida, por todo lo cual el Consell de Mallorca está tramitando su demolición.
Pastor es el administrador de la empresa familiar del mismo nombre, dedicada al sector de la construcción y prefabricados. El 21 de diciembre del año pasado, un vecino del pueblo, Esteban Ribas, denunció en el Consell unas "obras consistentes en la edificación de naves industriales y fabricación de material de construcción sin disponer de las oportunas licencias ni de obra ni de actividad". Todo ello sucedía en terrenos localizados en suelo rústico propiedad de Pastor, sitos en un lateral de la carretera de Can Picafort a Santa Margalida, enfrente del camino de son Flor.
Debido a la inactividad municipal, el Consell se subrogó ante el Ayuntamiento las competencias en materia de disciplina urbanística e incoó un expediente de infracción al presidente de los constructores.
Ninguna licencia municipal
Tras inspeccionar las obras, el 25 de octubre del año pasado el Consell reiteró una orden previa de suspensión de las mismas, y se requirió al empresario para que solicitara la oportuna licencia municipal. El expediente siguió su curso, apercibiendo los técnicos insulares la no legalización de la ampliación de un porche industrial en 220 metros cuadrados, por lo que hace unos días el instructor ha propuesto la demolición del mismo "así como la restitución de los terrenos a su estado anterior, todo ello a costa del promotor, e impedir definitivamente los usos a que diera lugar" la obra ilegal.
La propuesta, que será elevada ante una próxima Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico del Consell para que adquiera carácter definitivo, contempla un plazo de dos meses para que Pastor derribe la construcción previa obtención de la preceptiva licencia municipal. En caso contrario, el propio Consell ejecutaría subsidiariamente la demolición de las obras ilegales, cargando los gastos de la misma al infractor.
Paralelamente, el Consell ha impuesto a Pastor una sanción de 13.205 euros, correspondientes al 75% del valor de las obras ejecutadas ilegalmente, "como responsable de una infracción urbanística calificada de grave".
Cabe decir que en su día Ribas denunció más obras además de la infractora. De hecho, la institución insular expedientó la construcción de otro porche industrial de unos 976 metros cuadrados, aunque finalmente estimó parcialmente las alegaciones de Pastor y del Ayuntamiento, y ha resuelto que esta infracción ha prescrito, al haberse realizado la construcción supuestamente en 1994. Esto ha indignado al denunciante, que ya ha alegado que dicha edificación es posterior a ese año, "y al estar en suelo rústico no puede tener licencia de obras", señala Ribas.
Para fundamentar su denuncia, el vecino ha remitido ahora al Consell una foto aérea de 1995 donde se ve a las claras la finca de Pastor y no aparece todavía el porche industrial cuya ilegalidad, según los técnicos insulares, ya ha prescrito.
Un vecino le demanda por "incumplir el retranqueo"
La cruzada de Esteban Ribas contra Sebastià Pastor no se detiene en las parcelas donde el empresario ejerce su actividad industrial sin licencia -y que se remonta, eso sí, a décadas atrás-, pues están calificadas como suelo rústico en su mayor parte.
Harto de que el Ayuntamiento haga oídos sordos a sus denuncias, Ribas ha interpuesto un contencioso-administrativo contra una promoción de 15 viviendas que el presidente de los constructores ha levantado en la confluencia de la calle Maria con el camino de son Mas. En dicha ubicación, Ribas y Pastor comparten propiedades frente por frente, aunque en el segundo caso se trata de una parcela rústica, y en el primero de suelo urbano. Según Ribas, las obras ejecutadas por Pastor "no se ajustan al proyecto aprobado, pues la alineación de la edificación no se sitúa a 10 metros de la arista exterior del camino de son Mas, invadiendo claramente la zona de retranqueo establecido".
Al no actuar el Ayuntamiento, Ribas acudió con sus denuncias al Consell, y paralelamente al juzgado, donde se investiga el caso. Acusa al consistorio y en especial al alcalde, Antoni del Olmo (PP), de permitir una obra que "vulnera claramente las Normas Subsidiarias". Ribas entiende que la casi totalidad de la ampliación en un futuro del camino de son Mas para convertirlo en una calle "corresponde a la zona del suelo urbano, y no al rústico", donde se ubica su parcela. Además de las alineaciones, Ribas denuncia que el edificio "incumple todas las rasantes: el portal situado en el camino de son Mas está a una altura de 1,2 metros respecto del nivel de la calle, por lo que desde ésta deberá accederse mediante una escalera que contacte con la vía pública". Efectivamente, una de las aceras se levanta enormemente sobre el nivel del asfalto, lo que ha provocado no poca extrañeza entre los margalidans que han visto los escalones.