El alcalde de Sant Josep admite que cometió «un fallo», pero se niega a dimitir por usar asfalto ilegal de MAB |
(Diario de Ibiza, 9/11/2005)
Serra Escandell insiste en que «si hubiera estado enterado de lo que se iba a hacer, lo hubiese impedido». El portavoz del Pacto Progresista exige al alcalde que «respete las reglas del juego»
Sant Josep | Joan Lluís Ferrer
El alcalde de Sant Josep, José Serra Escandell, que el mes pasado asfaltó ilegalmente un negocio de su propiedad con material de la fábrica de la empresa MAB cuando ésta ya debería haber cerrado, reconoció ayer que cometió «un fallo» y dijo asumirlo, pero aseguró que eso sucede porque «todos somos humanos» y, además, «no podemos remediarlo». El pleno extraordinario celebrado a propuesta del Pacto para debatir este tema terminó rechazando la moción progresista que pedía la dimisión del alcalde.
Serra Escandell insistió en tratar de convencer al pleno de que él desconocía por completo las obras de asfaltado y que si no las paró fue porque ya estaban terminadas. «A veces pasan cosas en la vida que a uno no le gustaría que pasaran. Esta es una de tantas. Como soy el responsable de allí donde se hizo esto, asumo lo que ha pasado y lo reconozco. Pero si yo hubiera estado enterado de lo que se iba a hacer, no se hubiera hecho. Ha sido un fallo. Es un fallo que ha pasado. Pero todos somos humanos y, cuando se hacen cosas, como me pasa a mí, se tienen muchos encargados, uno en cada sitio, y es algo que ya no se puede remediar».
Serra leyó un discurso inicial en el que no aportó novedades a las explicaciones ya ofrecidas desde que Diario de Ibiza dio a conocer los hechos. Insistió en que «mi encargado obró sin mi conocimiento al contratar los servicios de Matías Arrom Bibiloni para poner asfalto en el suelo de mi náutica».
Tras afirmar que «se está presentando este asunto como si yo hubiera cometido un delito mercedor casi con la cárcel», el alcalde culpó a la oposición de pedirle la dimisión «con cualquier excusa» y sacó a colación, para sorpresa del Pacto, la polémica que precedió la construcción del instituto de Sant Agustí.
El portavoz del grupo municipal Progresista, Josep Marí Ribas, Agustinet, pese a la expectación creada por el pleno -al que asistió una veintena de simpatizantes del Pacto-, se expresó con grandes dosis de moderación y llegó a calificar ante los periodistas de «pequeña corruptela menuda» la irregularidad cometida por Serra Escandell. El propio Marí Ribas recordó que «todos tenemos alguna falta y yo el primero», y proclamó en varias ocasiones la legitimidad democrática de la mayoría electoral que avala al alcalde.
Sin embargo, el portavoz del Pacto instó a Serra Escandell a respetar las «reglas del juego» y le advirtió de que está dispuesto a llevar el caso ante la Fiscalía de Eivissa para que sean los juzgados los que depuren posibles responsabilidades penales.
La actuación de Serra «ha sido una alcaldada», afirmó Marí Ribas, y acusó al máximo responsable municipal de «hacer apología de la ilegalidad y, posiblemente, cometer un delito de prevaricación».
Tras pedir que «se recupere la credibilidad institucional», recordó que el caso no lo destapó el Pacto, sino Diario de Ibiza. «O sea que no apunte hacia aquí, apunte hacia otro lado», rogó Marí Ribas al responder a las manifestaciones del alcalde.
También aseguró que «el PP le ha dejado un poco solo, porque no ha habido ni una sola manifestación de reconocimiento ni un gesto que permita decir que el PP le ha respaldado».
Las referencias de Agustinet a la existencia de una «división» en el seno del equipo de gobierno, provocó la intervención del concejal del PP José Torres Cardona, Tomàs, quien había sido citado por el Pacto como el impulsor de la clausura de la planta de MAB, enfrentándose al alcalde, «quien al volver de vacaciones le faltó tiempo para desprecintarla».
Para demostrar la unidad en el seno del equipo de gobierno, el concejal del PP inició su intervención proclamando antes que nada su «satisfacción» por su propia gestión en el caso. «Es cierto que el alcalde desprecintó sin contar con un informe jurídico que lo respaldara», constató, «pero sí había un informe técnico», y negó cualquier atisbo de enfrentamiento interno en el PP.
Luego se detuvo a explicar de forma pormenorizada el estado de desmantelamiento de la planta y aseguró que la Policía Local realiza inspecciones «casi diarias» para asegurarse de que ésta sigue llevándose a cabo.
Serra Escandell insiste en que «si hubiera estado enterado de lo que se iba a hacer, lo hubiese impedido». El portavoz del Pacto Progresista exige al alcalde que «respete las reglas del juego»
Sant Josep | Joan Lluís Ferrer
El alcalde de Sant Josep, José Serra Escandell, que el mes pasado asfaltó ilegalmente un negocio de su propiedad con material de la fábrica de la empresa MAB cuando ésta ya debería haber cerrado, reconoció ayer que cometió «un fallo» y dijo asumirlo, pero aseguró que eso sucede porque «todos somos humanos» y, además, «no podemos remediarlo». El pleno extraordinario celebrado a propuesta del Pacto para debatir este tema terminó rechazando la moción progresista que pedía la dimisión del alcalde.
Serra Escandell insistió en tratar de convencer al pleno de que él desconocía por completo las obras de asfaltado y que si no las paró fue porque ya estaban terminadas. «A veces pasan cosas en la vida que a uno no le gustaría que pasaran. Esta es una de tantas. Como soy el responsable de allí donde se hizo esto, asumo lo que ha pasado y lo reconozco. Pero si yo hubiera estado enterado de lo que se iba a hacer, no se hubiera hecho. Ha sido un fallo. Es un fallo que ha pasado. Pero todos somos humanos y, cuando se hacen cosas, como me pasa a mí, se tienen muchos encargados, uno en cada sitio, y es algo que ya no se puede remediar».
Serra leyó un discurso inicial en el que no aportó novedades a las explicaciones ya ofrecidas desde que Diario de Ibiza dio a conocer los hechos. Insistió en que «mi encargado obró sin mi conocimiento al contratar los servicios de Matías Arrom Bibiloni para poner asfalto en el suelo de mi náutica».
Tras afirmar que «se está presentando este asunto como si yo hubiera cometido un delito mercedor casi con la cárcel», el alcalde culpó a la oposición de pedirle la dimisión «con cualquier excusa» y sacó a colación, para sorpresa del Pacto, la polémica que precedió la construcción del instituto de Sant Agustí.
El portavoz del grupo municipal Progresista, Josep Marí Ribas, Agustinet, pese a la expectación creada por el pleno -al que asistió una veintena de simpatizantes del Pacto-, se expresó con grandes dosis de moderación y llegó a calificar ante los periodistas de «pequeña corruptela menuda» la irregularidad cometida por Serra Escandell. El propio Marí Ribas recordó que «todos tenemos alguna falta y yo el primero», y proclamó en varias ocasiones la legitimidad democrática de la mayoría electoral que avala al alcalde.
Sin embargo, el portavoz del Pacto instó a Serra Escandell a respetar las «reglas del juego» y le advirtió de que está dispuesto a llevar el caso ante la Fiscalía de Eivissa para que sean los juzgados los que depuren posibles responsabilidades penales.
La actuación de Serra «ha sido una alcaldada», afirmó Marí Ribas, y acusó al máximo responsable municipal de «hacer apología de la ilegalidad y, posiblemente, cometer un delito de prevaricación».
Tras pedir que «se recupere la credibilidad institucional», recordó que el caso no lo destapó el Pacto, sino Diario de Ibiza. «O sea que no apunte hacia aquí, apunte hacia otro lado», rogó Marí Ribas al responder a las manifestaciones del alcalde.
También aseguró que «el PP le ha dejado un poco solo, porque no ha habido ni una sola manifestación de reconocimiento ni un gesto que permita decir que el PP le ha respaldado».
Las referencias de Agustinet a la existencia de una «división» en el seno del equipo de gobierno, provocó la intervención del concejal del PP José Torres Cardona, Tomàs, quien había sido citado por el Pacto como el impulsor de la clausura de la planta de MAB, enfrentándose al alcalde, «quien al volver de vacaciones le faltó tiempo para desprecintarla».
Para demostrar la unidad en el seno del equipo de gobierno, el concejal del PP inició su intervención proclamando antes que nada su «satisfacción» por su propia gestión en el caso. «Es cierto que el alcalde desprecintó sin contar con un informe jurídico que lo respaldara», constató, «pero sí había un informe técnico», y negó cualquier atisbo de enfrentamiento interno en el PP.
Luego se detuvo a explicar de forma pormenorizada el estado de desmantelamiento de la planta y aseguró que la Policía Local realiza inspecciones «casi diarias» para asegurarse de que ésta sigue llevándose a cabo.