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Montuïri: El presidente de la Asociación de Restaurantes de Pimem regenta un local ilegal desde hace 8 años |
(El Mundo, 21/08/2005)
Joan Miralles es propietario de Son Bascos, que carece del permiso de Turismo y del Consell Está ubicado en la granja de codornices que él mismo autorizó cuando era alcalde socialista de Montuïri «No me siento ilegal, pero el restaurante está en precario», admite el empresario.
M. A. RUIZ
MONTUIRI.- Se ha convertido en uno de los gurús turísticos del PSIB, bajo la batuta del ex conseller de Turismo Celestí Alomar, así como en ariete de la cruzada emprendida por la oferta complementaria contra de la modalidad del 'todo incluido' que un creciente número de hoteles comercializa.
Como ex alcalde socialista y actual presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de la patronal Pimem, Joan Miralles Julià es el primero en dar ejemplo... de lo que jamás se debe hacer. El conocido establecimiento que regenta junto a la carretera de Manacor, el restaurante Son Bascos, se encuentra en una situación de ilegalidad desde hace ocho años.
Puesto que el restaurante se encuentra ubicado en suelo rústico, anexo a una granja de codornices, carece de las preceptivas licencias municipales, de la licencia de apertura y funcionamiento que debe otorgar la Conselleria de Turismo, así como de la declaración de interés general que concede el Consell Insular de Mallorca. Algo que no le ha impedido convertirse en representante de los 1.800 empresarios integrados en esta rama de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem).
Quizá porque fue alcalde de Montuïri entre 1983 y 1985, elegido como independiente en la candidatura del PSOE, es uno de los pocos empresarios turísticos que todavía le dirigen la palabra al ex conseller Celestí Alomar, quien logró poner en pie de guerra a todo el sector al imponer la ecotasa desde el Govern del Pacte.
Fue precisamente durante su etapa como primer edil cuando, el 25 de marzo de 1985, Joan Miralles firmó el decreto de Alcaldía por el que se concedía a sí mismo una licencia de actividad para regentar una «granja y matadero de codornices», situada en el kilómetro 29 de la carretera de Manacor. La licencia contó con el visto bueno y las preceptivas certificaciones de la Conselleria de Agricultura.
"Hay muchos otros como yo"
Seis años después, cuando ya había abandonado el cargo, presentó la primera solicitud de licencia para la actividad de cafetería, ubicada en la misma granja, que después amplió para regularizar la situación legal de la restaurante. Las codornices que él mismo cría son precisamente el plato estrella del restaurante ilegal que regenta, donde por otro lado se come espléndidamente y a muy buen precio.
En declaraciones a EL MUNDO/El Día de Baleares, Joan Miralles confirmó ayer que su establecimiento carece de la preceptiva autorización de la Conselleria de Turismo. Como se encuentra en suelo rústico, la única forma de regularizar su situación es obtener del Consell la declaración de interés general. Partidos como el PSM o como el propio PSOE han criticado con frecuencia la discrecionalidad con la que la institución que dirige Maria Antònia Munar otorga estas declaraciones, a menudo atendiendo más al interés particular de un negocio que al auténtico beneficio social de la actividad autorizada.
A Joan Miralles no le crea demasiados problemas éticos ser el presidente de los empresarios mallorquines de la restauración, en su calidad de propietario de un restaurante ilegal. «Yo no me siento ilegal», indicó a este diario, «porque he hecho todo lo posible por obtener los permisos. Ya hemos entregado todos los papeles, pero son cuestiones burocráticas que llevan su tiempo. Además, hay mucha gente que está como nosotros».
Joan Miralles aseguró que su empresa ya ha obtenido hace años el permiso de la Conselleria de Sanidad, después de superar las correspondientes inspecciones. «Yo no diría que el restaurante está en una situación ilegal», agregó, «sino en todo caso precaria. Sólo estamos pendientes de un expediente». El empresario añadió que su establecimiento «está funcionando con los permisos de la Alcaldía. El alcalde es consciente de la situación y nos ha planteado desde el Ayuntamiento ningún tipo de problema. Además, pagamos nuestros impuestos y cumplimos todos los requisitos legales».
Sin embargo, fuentes del Ayuntamiento de Montuïri consultadas por este diario confirmaron que el establecimiento del presidente de los restaurantes de Pimem está en una situación urbanística irregular y no tiene la licencia de Turismo.
Joan Miralles es propietario de Son Bascos, que carece del permiso de Turismo y del Consell Está ubicado en la granja de codornices que él mismo autorizó cuando era alcalde socialista de Montuïri «No me siento ilegal, pero el restaurante está en precario», admite el empresario.
M. A. RUIZ
MONTUIRI.- Se ha convertido en uno de los gurús turísticos del PSIB, bajo la batuta del ex conseller de Turismo Celestí Alomar, así como en ariete de la cruzada emprendida por la oferta complementaria contra de la modalidad del 'todo incluido' que un creciente número de hoteles comercializa.
Como ex alcalde socialista y actual presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de la patronal Pimem, Joan Miralles Julià es el primero en dar ejemplo... de lo que jamás se debe hacer. El conocido establecimiento que regenta junto a la carretera de Manacor, el restaurante Son Bascos, se encuentra en una situación de ilegalidad desde hace ocho años.
Puesto que el restaurante se encuentra ubicado en suelo rústico, anexo a una granja de codornices, carece de las preceptivas licencias municipales, de la licencia de apertura y funcionamiento que debe otorgar la Conselleria de Turismo, así como de la declaración de interés general que concede el Consell Insular de Mallorca. Algo que no le ha impedido convertirse en representante de los 1.800 empresarios integrados en esta rama de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem).
Quizá porque fue alcalde de Montuïri entre 1983 y 1985, elegido como independiente en la candidatura del PSOE, es uno de los pocos empresarios turísticos que todavía le dirigen la palabra al ex conseller Celestí Alomar, quien logró poner en pie de guerra a todo el sector al imponer la ecotasa desde el Govern del Pacte.
Fue precisamente durante su etapa como primer edil cuando, el 25 de marzo de 1985, Joan Miralles firmó el decreto de Alcaldía por el que se concedía a sí mismo una licencia de actividad para regentar una «granja y matadero de codornices», situada en el kilómetro 29 de la carretera de Manacor. La licencia contó con el visto bueno y las preceptivas certificaciones de la Conselleria de Agricultura.
"Hay muchos otros como yo"
Seis años después, cuando ya había abandonado el cargo, presentó la primera solicitud de licencia para la actividad de cafetería, ubicada en la misma granja, que después amplió para regularizar la situación legal de la restaurante. Las codornices que él mismo cría son precisamente el plato estrella del restaurante ilegal que regenta, donde por otro lado se come espléndidamente y a muy buen precio.
En declaraciones a EL MUNDO/El Día de Baleares, Joan Miralles confirmó ayer que su establecimiento carece de la preceptiva autorización de la Conselleria de Turismo. Como se encuentra en suelo rústico, la única forma de regularizar su situación es obtener del Consell la declaración de interés general. Partidos como el PSM o como el propio PSOE han criticado con frecuencia la discrecionalidad con la que la institución que dirige Maria Antònia Munar otorga estas declaraciones, a menudo atendiendo más al interés particular de un negocio que al auténtico beneficio social de la actividad autorizada.
A Joan Miralles no le crea demasiados problemas éticos ser el presidente de los empresarios mallorquines de la restauración, en su calidad de propietario de un restaurante ilegal. «Yo no me siento ilegal», indicó a este diario, «porque he hecho todo lo posible por obtener los permisos. Ya hemos entregado todos los papeles, pero son cuestiones burocráticas que llevan su tiempo. Además, hay mucha gente que está como nosotros».
Joan Miralles aseguró que su empresa ya ha obtenido hace años el permiso de la Conselleria de Sanidad, después de superar las correspondientes inspecciones. «Yo no diría que el restaurante está en una situación ilegal», agregó, «sino en todo caso precaria. Sólo estamos pendientes de un expediente». El empresario añadió que su establecimiento «está funcionando con los permisos de la Alcaldía. El alcalde es consciente de la situación y nos ha planteado desde el Ayuntamiento ningún tipo de problema. Además, pagamos nuestros impuestos y cumplimos todos los requisitos legales».
Sin embargo, fuentes del Ayuntamiento de Montuïri consultadas por este diario confirmaron que el establecimiento del presidente de los restaurantes de Pimem está en una situación urbanística irregular y no tiene la licencia de Turismo.