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Marratxí: el municipio tendrá otro celador para controlar la construcción sin licencia |
Ahora sólo hay un funcionario destinado a esta función y la superficie del municipio obliga a duplicar este esfuerzo.
PEP CÓRCOLES. MARRATXÍ.
El crecimiento urbanístico legal de Marratxí en la zona de urbanizaciones próxima a Palma por sa Indioteria y el polígono de Son Castelló, así como la zona próxima a es Pont d´Inca, conlleva muchos quebraderos de cabeza al consistorio a la hora de incrementar los servicios que se han de prestar, según reconoce el teniente de alcalde de Urbanismo, José Ramon Bauzà. Esto "se ve agravado por un crecimiento ilegal al que se ha de poner freno ya", añade.
El municipio contará en breve con un nuevo celador para intentar controlar la construcción ilegal, que se da básicamente en la zona rústica. En la actualidad sólo hay un funcionario destinado a estas tareas y la superficie amplia del término municipal requiere duplicar este esfuerzo, según la opinión del equipo de gobierno (PP-Idma).
Núcleos consolidados
Marratxí cuenta con una serie de núcleos, en mayor o menor medida urbanizados, que han ido consolidándose pero que no son legales. La presión urbanística de vecinos de Palma que se desplazan hacia el exterior es la causante de este crecimiento ilegal. Un vecino residente en la zona rústica próxima al torrente Gros cuenta que "lo que ha ido ocurriendo estos últimos 30 años es que venía gente de Palma, se compraba una parcela y levantaba una casita de campo para ir los domingos. Con el tiempo la iban ampliando hasta que paulatinamente se trasladaban aquí en busca de mayor tranquilidad teniendo en cuenta la proximidad de Palma. De esta forma han florecido casitas, una al lado de otra, con pequeñas porciones de tierra. De ahí a asfaltar el camino es otro paso breve y poco a poco ese camino se convierte en una calle atravesada por otras". Bauzá puntualiza que hay bastantes pequeños núcleos coincidentes con esa descripción de crecimiento: ses Llegítimes, sa Tanca de Can Buc, Son Daviu y otras.
El edil de Urbanismo insiste en que "actualmente no hay ese crecimiento ilegal tan evidente y a gran escala, pero sí se da la construcción aislada en suelo rústico que ha de ser controlada. Por eso es imprescindible reforzar la vigilancia y aplicar la disciplina urbanística. Nosotros estamos resueltos a aplicarla. No vamos a dejar dormir expedientes". No obstante, precisa que "no se aplicara la piqueta. No queremos llegar a estos extremos de proceder al derribo excepto por resolución judicial".
El Ayuntamiento pretende resolver el problema de la ilegalidad de ciertas urbanizaciones mediante la legalización de las mismas. Para ello es preciso que se redacten los oportunos planes parciales y de dotación de servicios. Bauzá es tajante en ese aspecto: "Estamos resueltos a arreglar una situación que se da de hecho; pero si nosotros hacemos el esfuerzo, también lo han de hacer los propietarios. Con esto quiero decir que hasta que no estén legalizadas no se va a permitir ni una paletada de cemento más".
Existe una posibilidad de construir en zonas urbanizables que por dificultades varias no han sido recepcionadas por un Ayuntamiento. Esa posibilidad es la de dar licencias provisionales sujetas a un aval. Bauzá dice: "No se va a dar ni una. No daremos licencias provisionales porque no queremos que se eternice el problema; lo que hay que hacer es legalizar y luego podremos hablar".
Dentro de este plan se encuentra la urbanización de Son Ametler, que se hace por fases. "Hay varias fases ya resueltas -dice el edil- y está ya prácticamente legalizado". La urbanización de Can Garriga tiene ya el proyecto de urbanización acabado y está pendiente de recepcionar. El proyecto de urbanización de ses Llegítimes ya se ha aprobado por parte del consistorio y está en proyecto muy avanzado Son Daviu y las últimas fases de Son Ametler.